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Hongjoong.

Cuidar de un bebé era difícil.

Sobre todo, si era un recién nacido. A pesar de que Daehyun era tranquilo, no quitaba el hecho que seguía siendo un bebé que necesitaba atención las 24 horas de día, y eso me saturaba.

Por un momento comencé a sentirme mal, porque sentía que no podía hacer más que ver a mi bebé, es como dejara de ser yo y me hubiera convertido en padre, y eso era toda mi personalidad. No sé si era así desde un principio, porque entendía si Daehyun necesitara de toda mi atención, él no tenía la culpa.

Tenia miedo de perderme. Porque veía como todos avanzan, menos yo.

A veces lloraba junto a mi hijo.

En eso, Daehyun ya tenía un mes y medio, y había altos y bajos con respecto a todo este proceso que comencé a vivir. Nadie nace sabiendo, y era cierto. Mi madre fue un apoyo fundamental en ese tiempo, me enseñó muchas cosas, como ponerle bien el pañal y la mejor posición cuando le daba su leche, también en asegurarme que esta estuviera en una buena temperatura. Mi padre también lo hacía, cuando volvía del trabajo él se quedaba el resto del día con Daehyun viendo televisión o leyendo el periódico.

Aun así, me sentía abrumado.

En ese mes y medio, Seonghwa también nos había visitado. Íbamos a mi habitación y él siempre comenzaba tocándole las mejillas a nuestro bebé, eran un poco abultadas y por eso se veía muy adorable.

—Aún no puedo creer que esté aquí —dijo sonriendo, mientras miraba como Daehyun atrapaba su dedo índice en toda su pequeña mano de bebé—. Y luego crecerá, no sé que haré cuando comience a caminar.

—Yo espero que no se vuelva una bestia.

—No, claro que no. ¿Verdad que no, pequeñito? —le preguntó a Daehyun, pero él solo lo miraba, mientras movía su chupón.

Comenzó a mover sus brazos y piernas, y Seonghwa lo cargó.

Habían cosas en cada una de sus acciones que me hacían quererlo aún más. No sé si era bueno, pero no me ayudaba en nada, no podía dejar de mirarlo de esa forma, con los ojos brillantes, pero al mismo tiempo, sin esperanza.

¿Qué iba ser de mi si no podía superar estos sentimientos?

No podía luchar contra ellos. Y todo era patético.

Cuando fue el cumpleaños de Seonghwa, él se había ido donde sus padres por el día, luego regresó y al otro día hicimos algo pequeño con los chicos y Minhee. Decoramos un poco la sala y compramos algunas cosas.

La tarde se basó en eso, comer chatarra, cantar karaoke y actuar como tontos ante Daehyun para que riera.

Aquel día, cuando Daehyun se durmió en mis brazos, Seonghwa se acercó a nosotros y pasó su dedo indica muy superficialmente por su mejilla.

—Estoy feliz por esto, ¿sabes? —dijo, yo hice una mueca—. En realidad, no me arrepiento de nada.

Miré a Daehyun también. Se veía tan tranquilo, mientras su chupón se movía en su boca, arrugaba su nariz y exhalaba. Él no sabia nada, él no tenia la culpa de nada. Era solo un pequeño bebé que había nacido por la irresponsabilidad de dos mejores amigos.

Pero yo ya lo quería, ya lo amaba, por eso pensaba así.

Pero eso no bastó para sentirme mal conmigo mismo, era evidente la carga emocional que trae el hecho de ver como cambia el cuerpo. Me miraba en el espejo y no me veía como antes.

Me sentía asqueroso.

Y siendo así, Seonghwa ni siquiera me miraría de otra forma más como su mejor amigo y padre de su hijo. Tenia a su novia, era muy hermosa, delgada, agradable, risueña, era muy femenina. Pero yo no.

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora