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Hongjoong.

Creo que nunca en mi vida había llegado tan rápido a casa. Apenas llegué, dejé mis cosas en el sillón de la sala y caminé hacia mi habitación, porque era donde me guiaban el llanto de mi hijo y, a medida que me acercaba, me desesperaba cada vez más.

—Mamá —anuncié mi llegada, ella se giro a mirarme, con Daehyun en sus brazos mientras trababa de calmarlo, de pronto, este comenzó a bajar y se solo se escuchaban sollozos de su parte—. ¿Qué sucede? Llegué tan rápido como pude.

—Lo siento, hijo —dijo ella, tocándole la espalda despacio a mi bebé, subiendo de arriba hacia abajo.

Entonces escuché un eructo de su parte y yo fruncí el ceño.

—Había olvidado quitarle los gases —yo me senté en la cama, asustado y con la mirada perdida.

—Mamá...

—Hongjoong, necesito hablar contigo sobre este asunto —la miré y asentí, ella siguió sobándole la espalda a mi bebé—. No creo que pueda cuidar más a Daehyun. Trabajar de noche en la empresa me deja muy cansada, tengo revisar muchas cosas y la luz artificial me hace daño, luego tengo que llegar aquí, duermo unas dos horas y luego cuido a mi nieto. No me molesta cuidarlo, hijo, no quiero que me malinterpretes, pero ya excede mis capacidades. Hoy estuve muy asustada por esto, no sabia que hacer, ¿qué hubiera pasado si me hubiera dormido? Hijo, de verdad que estoy cansada.

Apreté los labios. Todo era cierto, mi madre cuidaba de Daehyun cuando iba a la universidad y siempre la veía cansada, cuando me despedía de ella y mi bebé al irme. Todo era muy complicado y no sabía qué hacer.

—He hablado con tu padre sobre esto y también con los padres de Seonghwa, les propuse que es mejor que lo cuide una niñera, ya que ni tu ni Seonghwa lo podría cuidar, y sus padres tampoco porque de igual forma trabajan.

—¿Qué? ¡No, mamá! —me levanté de la cama—. No quiero que una extraña lo cuide.

—¿Y quién lo hará? —me preguntó, totalmente seria—. No saldrás de la universidad para cuidarlo.

No dije nada, porque si decía que estaba dispuesto a hacerlo, probablemente no pararía de hablar durante toda una tarde.

—Mira, yo sé que tienes miedo que una persona extraña cuide a Daehyun, por lo que contrataremos a una buena niñera con buenas recomendaciones, ¿sí? —suspiré y asentí, no tenia de otra—. Además, Eunha puede cuidarlo mientras busco a la niñera, ella tiene algo que hacer en el extranjero, pero se irá en tres semanas, así que estará libre durante todo ese tiempo. Podría preguntarle y estoy segura que aceptara.

Era claro que Eunha no se negaría, pero aún no me convencía del todo el que Daehyun tenga niñera, no me sentía preparado para dejar a mi bebé en manos de una persona desconocida. Pero no tenia de otra, y tenia que confiar solamente.

Cuando llegó el sábado, fuimos con Seonghwa al acuario. Y, a medida que nos adentrábamos en el lugar, Daehyun miraba todo a su alrededor con sus grandes ojos curiosos y yo no podía evitar sonreír al velo.

Amaba verlo feliz.

—¿Tus padres te dijeron? —le pregunté, cuando nos detuvimos a mirar unos caballitos de mar.

—¿Sobré qué? —dijo Seonghwa, mirándolos también. Tenia a Daehyun en sus brazos y él tocaba el vidrió del acuario.

—Mi mamá quiere que una niñera cuide a Daehyun —lo miré, pero él no lo hizo—. Bueno, ahora lo está haciendo Eunha cuando voy a la universidad, pero... no lo sé, tengo miedo.

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora