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Hongjoong.

Los últimos veces fueron iguales que los otros: iba a clases e iba dejar a Daehyun los fines de semana con Seonghwa. En ocasiones me quedaba yo con él, me acompañaba cuando hacia mis trabajos. En otras ocasiones, me quedaba con Daehyun en el departamento de Seonghwa, aunque eran muy pocas veces, porque él era de las personas que tenían un cronograma para todo, por lo que tenia los días en que cuidaría de Daehyun y en los que estaría con su novia.

Y ya para el 15 de diciembre, Daehyun tenía nueve meses.

Cada vez que lo veía, recordaba la primera vez que lo vi cuando Seonghwa me lo acercó ese día que nació, todo rosadito y lloroso, con sus ojos cerrados y yo sin poder creer que eso realmente estaba pasando. Que aquel pequeño bebé era mi hijo, que estuvo en mi vientre por casi nueve meses, que existe simplemente porque estuve con mi mejor amigo.

Si antes nuestras conversaciones y mensajes eran cosas variadas, ahora solo eran videos y fotos de Daehyun haciendo cualquier cosa. Pocas veces hablábamos de nosotros, y no sé si era algo que me molestara, si quería saber de él, creo que me importaba porque, a parte que era mi mejor amigo, también era la persona que me gustaba.

Y, maldita sea, ya no quería que fuera así.

—¿Qué día me dijiste? —me preguntó Seonghwa a través del teléfono. Piqué con los palillos mi almuerzo mientras veía a mis amigos pelear por el último nugget.

—¿No me escuchaste?

—Lo siento, estoy terminando mi último trabajo —dijo, se escuchaba cansado y dudé en haberlo llamado.

—¿Estas muy ocupado? Puedo llamar después.

—¡Tú te comiste cuatro nuggets y yo tres, es justo que esta sea mía! —le dijo Jihye a Hyesung, los miré frunciendo el ceño y seguí en la llamada.

—No, estoy bien. Dime que era.

Suspiré—. ¿Puedes quedarte con Daehyun el miércoles que viene? Tengo una presentación muy importante ese día y parece que nadie tiene libre ese día.

—¿El miércoles? Sí, el martes salgo ya de clases así que... puedes traerlo el día anterior, le podré sus películas favoritas, tú sabes.

—Mmmh... es que quería estar con él.

—Tú estás todos los días con Daehyun.

—Lo sé, pero...

—¿Y su niñera? —preguntó de inmediato, mordí los palillos y bebi un poco de agua.

—Renunció, ya no podía ser la niñera de Dae porque tenía que irse al extranjero o algo así —murmuré—. Era buena y Dae la amaba, pero ahora se queda con mi mamá. Ella ya tiene vacaciones.

—Ah, bueno. Entonces podrías traerlo en la mañana.

—Sí, te hablaré antes también. Acuérdate.

—Claro que me acordaré.

Sonreí. Ese miércoles seria lo último que tendría en el semestre también. Quizás podríamos salir cuando fuera a buscar a Daehyun, o quedarme con ellos en el departamento.

Siempre pensaba en eso, me hacía ilusión creer que éramos como una familia, porque generalmente era lo que pensaban cuando íbamos a los controles de Daehyun, la vez que lo habían vacunado y estuvo en brazos de Seonghwa por casi una hora.

Y yo simplemente me quedaba mirándolo mientras trataba de calmar a nuestro hijo.

Nuestro hijo.

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora