71

1.8K 273 127
                                    

Seonghwa.

Había estado todo el día en las nubes. O al menos era eso lo que mi compañero de oficina me dijo, pero ¿Cómo no estarlo? Durante todo momento estaba pensando en lo que había pasado y no podía evitar sonreír.

Era real. Todo eso era real. No era ninguno de los sueños que había tenido.

Cuando llegue al departamento, no estaba Heejung ni Jongho, suponía que seguían en la universidad. Por lo que me permitió estar solo antes que llegaran. Entré, me puse ropa cómoda y me recosté en mi cama, mirando el techo con las manos sobre mi pecho y mis pensamientos repletos de un solo nombre: Kim Hongjoong.

Quería gritar y llorar a la vez, porque era algo que esperaba desde que era un adolescente finalmente había pasado. Y ahora que estaba allí, tan latente, me pareciera irreal. Y no sabía que hacer, no sabía si pedirle una cita, si pedirle que sea mi novio o que se case conmigo. Era la primera vez que no sabía cómo actuar.

Estaba muy nervioso. Muy nervioso de hacer algo mal, de incomodarlo o retroceder el gran avance que habíamos tenido esa tarde.

Suspiré hondo, me armé de valor y cuando el reloj marcó las seis de la tarde, lo llamé.

—Seonghwa —escuché tras el teléfono—. Hola.

—Hola —escuché una risita en la otra línea y una pequeña sonrisa se formó en mis labios. De pronto, todo el nerviosismo había desaparecido de mi ser.

—Si llamaste.

—Cumplí esta vez.

—Mmhh.

—¿Tienes algo que hacer mañana? —pregunté. Hubo un pequeño silencio y luego como si algo se cayera.

—Perdón. ¿Qué dijiste?

—¿Estás ocupado mañana?

—Ah, no. ¿Por qué?

—Pensaba que podríamos salir —mencioné—. Si quieres.

—Oh, sí. Hace bastante que no salimos, quizás Daehyun quiera ir al acuario —dijo, pero pareciera que no entendía lo que realmente quería decir con «salir»—. ¿O tienes otra cosa en mente?

—Sí, creo que no estás entendiendo. Hablo de salir nosotros.

—¿Ah?

—Hongjoong, estoy diciendo que salgamos... en una cita.

No sabía que pasaba tras el teléfono, pero él no respondió en los siguientes 10 segundos. Me replanté todo lo que había dicho. No quería pensar que di un paso en falso.

—¿Una... cita? —preguntó, algo sorprendido.

—Sí.

—Oh.

Comencé a templar y mi corazón palpitaba más rápido que de costumbre. Los nervios volvieron a mí cuando no escuché ningún sonido de él tras el teléfono más que la estática y realmente no sabía si era algo que estaba considerando en su mente. Pero, por la mía, estaban pasando muchas cosas.

Quizás no quería, quizás se arrepintió, quizás estaba avanzando muy rápido, quizás él quería ir más lento, quizás en realmente no quería nada conmigo, quizás yo malinterpreté todo, quizás...

—Sí, si quiero —dijo, luego soltó una pequeña risa que me contagió.

Quería saltar de la felicidad. Mi yo de 16 años no se creería que el chico que le gustaba le aceptó una cita, después de muchos inconvenientes, pareciera que esta vez, estaba todo de nuestro lado. Y no sé si él podía sentir lo mismo, pero me bastaba con saber su respuesta afirmativa ante todo este terremoto de sentimientos.

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora