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Hongjoong.

Desperté gracias a los rayos del sol que se filtraban por la cortina, era molesto. Me giré, buscando mi celular, cuando lo encontré lo encendí para ver la hora y ya estaba llegando dos minutos tarde a mi casa.

Me levanté rápidamente y un ardor en mi espalda se expandió hasta llegar a mi trasero. Era terrible. Me di cuenta de que también estaba desnudo y me apresuré en buscar mi ropa, pero solo me dolió la cabeza: era la resaca.

Entre toda la ropa desordenada, mi dolor de trasero, mi desnudez, mi resaca, me había dado cuenta que follé con alguien. Me quería arrancar la cabeza, no recordaba nada, lo último que recuerdo fue cuando Minhee se fue de la fiesta, luego de eso, todo negro.

Me giré y allí había un bulto, no sabía quién era porque estaba completamente tapado, Seonghwa me iba a matar si supiera que follé con un desconocido en su cama. Mi única solución era no decirle nada e irme rápido, porque estaba más que atrasado y no tenía tiempo de ver con quién tuve un revolcón que ni siquiera recuerdo, quizás Seonghwa se enojaría con aquel chico, pasarían los años y cuando seamos viejitos podré decirle «¿Te acuerdas cuando a los 22 años hiciste una fiesta en tu departamento por el termino de semestre, y que un chico de la universidad folló con alguien en tu propia cama? Bueno, la otra persona era yo.» Sonaba fantástico.

Cuando terminé de arreglarme, salí de la habitación y me encontré con todo un desastre. Vasos regados por todas partes, basura, licor en la mesa y otras en el suelo, latas de cerveza por lugares que ni siquiera podría haber. Era un caos, me hubiera quedado a ayudarlos, pero tenía que irme.

Acercándome más me encontré con Yeosang mirando su celular, estaba en el sillón junto a Mingi, el cual aún seguía durmiendo, tenía su brazo alrededor del torso de Yeosang y, abajo, estaba Yunho, durmiendo en la alfombra.

—Yeosang —lo llamé, este me miró y pareció estar más aliviado.

—Por fin, no me quería ir solo —dijo, apartando el brazo de Mingi para levantarse y me miró con el ceño fruncido—. ¿Qué te pasa? Estás como muerto.

—Es la resaca, siento como si me estuvieran martillando los sesos —me quejé, masajeando la sien—. ¿Tú recuerdas algo? —le pregunté mientras salíamos del departamento.

—Sí, algo, como a las seis de la mañana se apagó todo. Dormí súper poco. Además, Mingi ocupaba casi todo el sillón.

—¿Y por qué dormías con Mingi?

—Era eso o dormir en el suelo junto a Yunho —me sorprendía, pues había tres habitaciones en el departamento, lo más probable es que Wooyung durmió con San, ¿pero Jongho?

—¿Y Jongho qué?

—Siempre duerme solo.

Era inteligente, siempre mantenía su habitación cerrada. Así nadie iba y era el único que siempre tenía ordenado después.

—¿Oye y Seonghwa? —llegamos a la parada, por suerte Yeosang tomaba el mismo bus que yo, así que podríamos ir chismeando en el camino. Él era muy bueno para eso, a veces nos cancelaba las salidas porque se quedaba con su abuela y las amigas de ella para tomar el té y hablar de telenovelas.

—La última vez que lo vi fue cuando fue a dejar a Minhee y su amiga a la entrada del edificio. Ay, Hongjoong, estaba muy borracho para acordarme.

—Mmmh.

—¿Por qué? ¿Lo extrañas? —lo miré serio. Seonghwa podría aguantar esas bromas, pero yo no.

—No, es que yo tampoco recuerdo mucho. Ummh, ¿y si se fue con ellas?

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora