midnight mess | seongjoong

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Hongjoong.

Seonghwa me besó.

Bueno, había sido un roce de labios, pero al final y al cabo la intención era la misma. Me besó y eso causó en mí una tormenta espantosa de sentimientos encontrados que hicieron que todo mi sistema se debilitara. Porque allí, en medio de ese día frío, pareciera que era muy fácil congelarse. Y él no tenía idea de ello.

No lo entendía. No entendía que ocurría por su cabeza, no entendía por qué lo había hecho. ¿Qué libertad se había dado para pensar que podía hacerlo? Porque no quería que me confundiera de eso forma. Yo tenía la certeza que él se casaría y viviría su vida feliz, mientras que yo simplemente trataba de ignorar todo lo que sentía por él y si es que ocurriera que dejara de gustarme y estar con otra persona.

Pero todo cambió cuando decidió en dejarla y en besarme un mes después.

Todo lo que yo quería se había cumplido, pero el sentimiento de culpa llegó a mí en el momento que sentí sus labios rozar los míos. Cuando solo ese toque suave me llevó a la realidad y me puso los pies en la tierra fue cuando me di cuenta de que realmente había pasado, porque sí canceló la boda, porque sí terminó con ella y porque me besó.

Pero, ¿por qué demonios me había besado? ¿Fue un impulso, tiene un interés en mí o simplemente es un capricho? Porque si era así, yo no quiero ser la segunda opción. Ya tenía claro cómo sería nuestra relación de ahora en adelante, y que me besara solo complicaba las cosas.

Probablemente, estaba siendo exagerado, pero era difícil para mí sobrellevar algo así cuando yo ya estaba determinado a dejar de verlo como algo más que un amigo y estaba seguro de que Seonghwa no tenía esas intenciones conmigo, entonces ya no quería hacerme más ilusiones que solamente yo me las había creado.

Sin embargo, esta vez, no fui solo yo.

Llegué a casa luego de dejarlo en aquel parque, porque no quería lidiar con todo aquello estando cerca de él. Y, porque estando allí, solo haría que me diera taquicardia.

—¿Hongjoong? —dijo mi mamá cuando me vio. Mi mente aún estaba en ese parque y solo cuando me tocó el brazo me di cuenta que ya no estaba allí—. ¿Estás bien? ¿Por qué estás llorando?

Ella se sorprendió y me tocó la espalda cuando la abracé de sorpresa. Probablemente, era la primera vez que lo hacía desde hace años. Pero lo que sentía era un nudo tan grande que ya no podía contenerme y yo necesitaba un apoyo.

Me sentía como un niño pequeño, como cuando corría hacia mi mamá porque había tenido una pesadilla o porque creía que había monstruos bajo mi cama. Entonces ella me tomaba en sus brazos y me mecía mientras caminaba por la habitación para calmarme, y yo me aferraba a ella como si fuera lo único que tuviera en el mundo.

Y sé que mis sollozos la alarmaron, porque siguió tocándome la espalda como si fuera una manera óptima de poder tranquilizarme, yo no lo sabía con certeza. Pero ella seguía siendo mi mamá y yo seguía siendo su hijo.

—Hongjoong, ¿qué pasó? —me preguntó luego de unos segundos. Mi pecho subía y bajaba y solamente su voz de mamá hizo que me volviera a sentir como si fuera un niño pequeño—. Amor, dime. ¿Qué te tiene así?

—Mamá... —me sequé mis lágrimas cuando me separé de ella, y me miró con toda la comprensión del mundo.

—¿Sí?

—Seonghwa me besó —murmuré, evitando mirarla, porque de alguna manera me daba vergüenza. Ella solo alzó las cejas, incrédula—. Y yo no sé qué hacer.

—¿Besarte? —preguntó confundida. Claro, ella no sabía nada de lo que ocurría, nunca se lo dije y quizás es porque no encontraba la necesidad de decirle. Probablemente fue un error—. Pero, hijo, ¿él no tiene novia?