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Hongjoong.

La noche había llegado y me fui a la habitación, estaba cansado del viaje, la comida y de simplemente hablar. Me recosté en la cama, por lo menos era cómoda, y traté de dormir, pero llegó Seonghwa y se lanzó como saco de papas a la cama, asustándome.

—¡Ah, estúpido! —lo regañé—. Estoy tratando de dormir.

—Lo siento, pero me costó que Wooyoung se fuera a dormir —suspiró, girándose hacia mí para mirarme—. Mingi y Yeosang estaban en la playa y los fue a molestar, después despertó a Jongho y Yunho le lanzó una almohada a la cara, yo creo que con eso se quedó tranquilo, y ya después lo dejé en su cama.

—Te juro que me muero si nuestro bebé sale así.

—¿En qué mes nacerá más o menos? —Seonghwa se quedó callado por unos segundos—. Creo que en febrero.

—No me jodas, será acuario o piscis —me toqué la frente, indignado.

—A mí no me importa lo que sea —dijo y se acercó a mí vientre, tocándolo con la punta del dedo—. Yo te voy a querer igual.

Me dio un escalofrío.

—Puedo hablarle y acariciarle, ¿no? —preguntó, yo me quedé en silencio. No sabía que decir, aquel contacto fue extraño, también me había dado un poco de cosquillas.

—Ummh, sí. ¿Pero no es muy pronto?

—¿Pronto?

—Digo, aún no está desarrollado, creo. No sé si te escuche.

—No importa, si lo empieza a hacer, lo haré desde antes.

Lo miré, sonreí de medio lado, él era así siempre. Luego se acomodó en la cama y se quedó a mi lado.

—Esto es extraño —murmuró—. Parecemos los padres de los chicos, y ahora estamos en nuestra habitación, como un matrimonio.

—Qué terrible.

—¿Por qué? ¿Crees que sería un mal marido? —acercó su rostro al mío e hizo un puchero.

—Qué tonteras dices —alejé su rostro con la palma de mi mano y él se rio—. No es eso.

—¿Y qué es? Mírame, sería un buen esposo.

—Supongo —sonreí—. ¿Qué tienes para ofrecer?

—Todo de mí —lo miré, negando divertido—. Quizás eso diga cuando pida matrimonio algún día.

—Necesitas escoger un mejor discurso.

—¿Por qué? ¿No basta con la frase?

—Mmhh —pensé, haciendo una mueca—. No, para nada.

—Hongjoong —me miró y yo a él, sus pupilas oscuras hacían sus ojos más brillosos—. ¿Te casarías conmigo?

—¿Ah? —me confundí y miré hacia otro lado, a veces Seonghwa decía cosas que me teñían el rostro de rojo, y esta era una de esas. ¿Por qué era tan descarado?

—¿Acaso no es suficiente? —preguntó, pero yo no supe qué responder—. Cuando dices: ¿Quieres ser mi novia? No dices un discurso cursi ante. Debería pasar lo mismo con el matrimonio, ¿te imaginas si te rechazan luego de prometerle a la otra persona miles de cosas como bajarle la luna o algo así?

—¿Y por ello me preguntaste eso?

—Sí, es simple como eso. Es la frase más importante, todo lo anterior a eso es como un papeleo de relleno.

midnight mess | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora