Capítulo 31 - ¡No toques mi carta!

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El 14 de febrero Fred, George y yo bajamos como de costumbre al Gran Comedor a desayunar, pero ese día alguien había decorado las paredes con flores de color rosa y el techo de un color azul pálido del que caían confetis en forma de corazón.

Empecé a echarme huevos revueltos y varias tostadas en mi plato mientras Lockhart llegaba y empezaba a hacer señas para llamar la atención.

Llevaba una túnica con la que, si se hiciera un ovillo y lo colgáramos en la pared podría pasar por una de las enormes flores.

—    ¿Qué ocurre? — preguntó Harry que acababa de llegar, sentándose a dos metros de nosotros con Ron, Hermione y Selene que habían llegado hacía un momento y que estudiaban la escena.

—    Algo horrible, solo tienes que ver la cara de Snape o el tic que le está dando a McGonagall — Comenté con desagrado. Entendía porque Snape ponía esa cara al ver el panorama...

—    ¿Querrá que le pidamos un beso? — preguntó George asqueado.

—    Imagina a todo el colegio en fila esperando su beso — dijo Fred mientras hacía como si besara a George, que se hecho hacia atrás, golpeando mi cabeza.

—    Fred, estas espantando a Georgi con tu cara de mono, seguro que de un ser de luz como yo lo acepta — dije haciéndoles ojitos y dándole un beso en la frente a George.

—    ¡O me das mi beso o tendré que recurrir a poderes superiores! — Exclamó Fred indignado señalándose su frente.

—    ¿Y qué son esos poderes superiores? — pregunte sonriendo con arrogancia.

—    Charlie, ¿Quién iba a ser? — dijeron los Gemelos a la vez haciendo que resoplara.

¿Cuándo dejaran el tema? Ya me estaba cansando el tema de Charlie, siempre había estado claro el que no iba a pasar nada entre nosotros.

Yo quiero a mi novio, con el que llevo 4 años, el dijo desde un primer momento que solo era una cría, yo sigo en Hogwarts y el ya está trabajando de lo que siempre quiso.

No se como hacerles entender que nunca, NUNCA, estaríamos juntos. El encontraría a alguien y yo seguiría con Cedric, porque es lo que iba a pasar, es lo que tenia que pasar.

—    ¿Quién iba a ser? — repetí entre dientes mientras cogía un bombón de color rosa con forma de corazón y me lo comía, aunque al momento lo escupí — por Merlín, lleva moras... que asco....

Odio el sabor de las moras ¿Con todos los sabores que había y van y lo hacen de mora? ¡Maldito Lockhart!

—    ¡Feliz día de San Valentín! — gritó Lockhart — ¡Y quiero también dar las gracias a las cuarenta y seis personas que me han enviado tarjetas! Sí, me he tomado la libertad de preparar esta pequeña sorpresa para todos vosotros... ¡Y no acaba aquí la cosa!

Lockhart dio una palmada, y por la puerta del vestíbulo entraron una docena de enanos de aspecto hosco. Pero no eran enanos tal cual, sino que Lockhart les había puesto alas doradas y arpas.

—    ¡Mis amorosos cupidos portadores de tarjetas! — sonrió Lockhart — ¡Durante todo el día de hoy recorrerán el colegio ofreciéndoos felicitaciones de San Valentín! ¡Y la diversión no acaba aquí! Estoy seguro de que mis colegas querrán compartir el espíritu de este día. ¿Por qué no pedís al profesor Snape que os enseñe a preparar el filtro amoroso? ¡Aunque el profesor Flitwick, el muy pícaro, sabe más sobre encantamientos de ese tipo que ningún otro mago que haya conocido!

—    Esos enanos tenían tantas ganas de estar repartiendo cartas de amor como nosotros de ver la cara de Lockhart — Comenté mientras salíamos del Gran Comedor.

Legado de dos rebeldes: Eris [Con Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora