Capítulo 56 - Me parece buen plan.

1.4K 105 2
                                    

—    Ey, ya es la hora del partido, tenemos que vestirnos — me susurró Charlie contra la frente, rascándose un ojo mientras me apretaba contra su pecho desnudo.

Nos habíamos dormido tras ducharnos en el baño de la habitación y, aunque yo me había puesto un vestido, Charlie decidido que sobraba y termino lanzándolo a algún lugar antes de abrazarme sobre la cama y quedarnos así, hablando abrazados en ropa interior sobre la cama hasta que nos dormimos.

Nos levantamos y mientras yo buscaba mi vestido verde al que le había puesto un pin con la bandera de Irlanda, Charlie me lo lanzaba y se ponía su camiseta, mirándome.

—    ¿Qué miras tanto? — le pregunté sonriendo.

—    A mi novia — dijo Charlie con la voz ronca de haber estado durmiendo hasta hace poco.

—    Vaya, no sabía que me habías pedido salir — dije divertida, dando unos pasos para atrás cuando Charlie avanzó hacia mi con decisión, arrinconándome contra la pared y besándome el cuello mientras pasaba sus dedos por mis caderas.

—    Te quiero, no sabes cuanto te quiero y lo que me esta costando dejar que salgas de esta habitación — murmuro Charlie mientras me besaba el cuello — si no fuera por la final seguiríamos acurrucados en la cama hablando el resto del día y de la noche y de la semana entera.

—    Sabes que yo no me negaría a eso ¿verdad? — le dije, dándole un beso en los labios y acariciándole con las manos el rostro — te quiero.

—    ¿Me harías el honor de ser mi novia por siempre? — me preguntó Charlie contra los labios.

—    ¿Por siempre? ¿No piensas soltarme? — dije divertida.

—    Vas a ser mi novia hasta que seas mi mujer — susurró con voz ronca, besándome y apretándose contra mi — Y vas a ser mi mujer hasta que me muera y en la siguiente vida, si la hay, te buscaré para que vuelvas a serlo.

—    Me parece un buen plan, señor Weasley — murmuré antes de estampar mis labios contra los suyos y que el me alzara, apoyando mi espalda en la pared y cogiéndome con las manos en los muslos, que rodeaban su cintura.

—    Salgamos de aquí si no quieres que tengamos hijos antes de casarnos — murmuró Charlie, sonriendo contra mis labios.

—    A sus órdenes, mi capitán — dije en broma mientras le me bajaba al suelo y me besaba la nariz.

El campo de quidditch estaba en lo alto de la colina, incrustado dentro de ella para que sobresaliera menos.

Había cientos de pisos y había dos círculos de focos, uno arriba del todo y otro abajo, de forma que todo quedara iluminado.

—    ¡Caramba, papá! ¿Estamos más arriba todavía? — preguntó Ron.

—    Plantéalo de este modo — dijo Lucius Malfoy un piso por debajo de nosotros — si llueve seréis los primeros en saberlo.

—    Padre y yo estamos en el palco del Ministerio por invitación personal del mismísimo Cornelius Fudge — dijo Draco mientras el señor Weasley se daba la vuelta, cabreado y seguía subiendo las escaleras.

—    No alardees, Draco — le dijo su padre, dándole con el bastón en el estómago — Está de más con este tipo de gente.

—    ¿Con que tipo? ¿Una que no es una víbora chaquetera que cambia de bando cuando le conviene? — espeté, desde detrás del señor Weasley, mirando con desprecio a los Malfoy mientras Charlie tiraba de mi con intención de alejarme de la disputa — Puede que vosotros estéis con el mismísimo ministro, pero nosotros nos divertiremos más siendo nosotros mismos y estando con gente de confianza que con un par de estirados como vosotros. Vamos chicos, sigamos subiendo a nuestros sitios y alejémonos de este mal ambiente antes de que nos chafen de verdad la fiesta con su presencia.

Legado de dos rebeldes: Eris [Con Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora