Capítulo 45 - 2x1 en caídas.

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Había dormido bastante mal, y para rematar, hoy había partido de quidditch y hacía un día horrible, por decirlo de alguna manera suave.

Me vestí lo más rápido que pude y antes de salir cogí mi nueva escoba que me había comprado, con el dinero que había ahorrado los últimos cuatro años ayudando a mi madre en el invernadero, ese mismo verano y que era el ultimísimo modelo, es decir, la saeta de fuego, ya que hasta ahora había estado usando la escoba de mi madre.

Cuando llegué al vestuario ya estaba calada hasta los huesos, como todos los demás.

— ¡¿Es eso una saeta de fuego?! — exclamaron Fred, George y Oliver con entusiasmo.

— Si, me ha costado años reunir el dinero, pero al fin tengo una escoba nueva — dije con orgullo dejando que Fred la cogiera y admirara.

— Sabes que estas obligada a dejarnos usarla — dijo Fred embobado.

— Claro que lo sé — le respondí sonriendo.

— Ya decía yo que con el dinero que tiene tu familia era raro que no hicieras como Malfoy y te compraras el último modelo — dijo George.

— Pude pedírsela a mi madre, pero al final decidí ahorrar trabajando para comprarla — respondí, encogiéndome de hombros y apoyando la escoba en mi hombro.

— A veces creo que eres muy rara — dijo George riéndose — si mis padres pudieran comprarme algo no gastaría mi dinero.

Oliver nos dio la charla y después salimos al campo, donde empezó el partido.

Era dificil ver algo y pasamos más tiempo buscando a los jugadores y a la quaffle que jugando como tal. El agua se te metía por los ojos, el viento te impedía ver bien al no poder ni abrir los ojos y te echaba para atrás y nos balanceaba con violencia.

Jugábamos contra Hufflepuff, por lo que no podía tener piedad porque el buscador fuera mi novio, aunque de todas formas no nos cruzaríamos.

Estaba tan centrada en no caerme de la escoba con el maldito viento y de marcar tantos que apenas vi cuando a Alicia le cayo un rayo en la punta de la escoba y descendió con la escoba en llamas.

Le rece a Merlín agradeciéndole que no hubiera sido mi nueva escoba mientras marcaba un tanto.

De pronto vi un rayo y como alguien caía con su escoba, chamuscado.

Me quede quieta cuando ví su tunica amarilla.

"Cedric"

Y sin pensar nada, sabiendo que me matarían después en los vestuarios salí volando velozmente, cogiéndolo al vuelo y dejándolo en el suelo.

— ¡¿Estas bien, Ced?! — exclamé horrorizada.

— Un poco quemado — respondió con una sonrisa de lado — vuelve al juego, ahora me llevan a la enfermería.

— ¿Estas seguro? — respondí, revisándolo.

— Si, venga, vuelve al partido — dijo para darme un beso que hizo que me diera un calambre.

— Estas electrizante — le respondí en broma acariciando mis labios, haciendo que se riera.

Volví al partido y nada más entrar en juego marqué otro tanto.

De pronto todo el mundo empezó a gritar y a mirar hacia arriba haciendo que yo mirara hacia arriba, con la quaffle en la mano que deje caer cuando vi a Harry caer en picado, sin escoba e inconsciente.

— ¡Harry! — grité, volando hacia él, aunque sabía que no llegaría como con Cedric, porque llevaba mucha más velocidad que él.

— ¡Aresto momentum! — exclamó Dumbledore, haciendo que Harry se quedara suspendido en el aire, descendiendo lentamente.

Volé rápidamente, cogiendo a Harry y poniéndolo sobre mi escoba y descendiendo lentamente.

Una vez abajo los profesores lo llevaron a la enfermería.

Los dementores le habían atacado mientras intentaba coger la snitch y Dumbledore, al darse cuenta, los expulsó de los terrenos del colegio.

Todos seguimos a Harry y los profesores hacia la enfermería, quedándonos alrededor de Harry hasta que despertara.

— Se ha quedado pálido — dijo Ron, preocupado.

— ¿Pálido? — respondimos Hermione y yo, como si pálido fuera quedarse corto.

— ¿Qué esperabas? Han sido 30 metros de caída — dijo Fred, mirando a Ron como si le faltara un tornillo — Venga Ron, Si te tirásemos desde la torre de astronomía, habría que ver cómo te quedabas.

— Probablemente con mejor cara de lo habitual — respondió Harry despertando.

— ¿Cómo te encuentras? — le preguntó Hermione.

— De maravilla — respondió Harry, sonriéndonos mientras se incorporaba.

— Nos has dado un buen susto — dijo George, sentándose en una silla al lado de la cama.

— ¿Qué ha pasado? — preguntó Harry.

— Te has caído de la escoba — respondí.

— Me refería al partido ¿Quién ganó? — preguntó Harry mientras todos nos mirábamos.

— Nadie te culpa, Harry — dijo Hermione nerviosa — Los dementores no deberían haber entrado. Dumbledore estaba furioso. Te salvó y los expulsó a todos.

— Hay otra cosa que deberías saber... — dijo Ron, con los restos de la nimbus 2000 de Harry envueltos en una tela — Cuando te caíste, tu escoba digamos que voló hacia el sauce boxeador y... Bueno...

— Pero lo importante es que estás bien Harry, no te preocupes, te conseguiremos una escoba nueva — le dije intentando suavizar el golpe — puedo dejarte la mía si no encontramos una a tiempo, más vale un buscador rápido que un cazador rápido ¿no?

Legado de dos rebeldes: Eris [Con Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora