Bajamos a nuestra doble clase de pociones con los de hufflepuff y me senté con Fred y George tras darle un beso a Cedric, que se sentaba en el bando de al lado.
Snape entró como de costumbre, con su capa ondeando al aire, cerrando de un portazo la puerta de la clase y colocándose frente a nosotros.
En su mesa había un caldero, del que salía humo.
— Acercaos — dijo Snape secamente con su típico tono nasal.
Le hicimos caso y dejando nuestras cosas en nuestros sitios nos acercamos a su mesa.
— ¿Alguien sabría decirme que poción es, Eris? — dijo Snape, haciendo que diera un bote y soltara la mano de Cedric — Acércate y huele.
— Si, señor — le respondí, acercándome y aspirando el vapor de la poción.
Un intenso olor a papel quemado, madera y esencia de díctamo golpeó mi nariz e hizo que recordara a Charlie, haciendo que diera tres pasos atrás tapándome la boca con la mano, ya que se había quedado abierta de la sorpresa.
Me giré de golpe, mirando a los gemelos, luego volví a mirar la poción, con las cejas fruncidas y luego a Snape. No pude mirar a Cedric después de eso, no podía saberlo, nunca.
— ¿Y bien? — insistió Snape, sonriendo con malicia, a lo que fruncí los labios.
— Amortentia — respondí escuetamente, volviendo a donde había estado entre los gemelos.
— Y ¿qué has olido? — preguntó Snape, sonriendo.
Me quedé callada, mirando de reojo a los gemelos, que averiguarían enseguida de quien hablaba, y luego miré de reojo a Cedric, que empezaba a mirarme con confusión.
Así que decidí mentir.
— A lluvia, cerveza con mantequilla y menta — dije pensando en Cedric.
— Algo decepcionante — dijo Snape.
— ¿Has olido eso? — insistió Fred cuando nos sentamos en los bancos de nuestra casa a cenar tras la clase de pociones en la que estuve callada como un muerto.
— Si — dije secamente.
— Y por eso estas tan tensa, porque dices la verdad — dijo Fred — ¡Venga! Sabemos que mientes ¿Qué has olido?
— No te lo puedo decir porque os vais a estar riendo de mi el resto de mi vida — espeté cabreada.
— ¡Es Charlie! — gritó Fred con emoción — Seguro que olía a quemado ¿A que sí?
— ¿Si te lo digo no diréis nada de esto a nadie? ¡Y mucho menos a Charlie, por el amor de dios! — exclamé apurada.
— Trato hecho siempre y cuando me des la razon y admitas que seremos cuñados — dijo Fred.
— No puedo decirte que seremos cuñados, tu hermano siempre ha dejado claro que era un cría — siseé enfadada.
— Oh, venga ¿No dirás enserio que le creíste? Solo eran escusas para justificar el porque no podía sentir nada por ti cuando en verdad si lo sentía — dijo George, agitando la mano.
Apreté los labios mientras sentía que se me humedecían los ojos. Me levanté y me fui, casi tirando todo lo que había en mi zona de la mesa y arrollando a un chico de Ravenclaw por el camino.
— ¡Black! ¡No puedes huir de tus sentimientos para siempre! — gritó Fred, riéndose.
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Legado de dos rebeldes: Eris [Con Charlie Weasley]
FanficEris era aun pequeña cuando su padre fue encarcelado en Azkaban, y aunque su madre nunca había dejado de intentar demostrar su inocencia no tenía más pruebas que su palabra contra la de todos los demás. Lo único que a Eris le había quedado de su pad...