Capítulo 11 - Expreso a hogwarts. Hufflepuff vs Gryffindor.

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Cuando llegamos al expreso de Hogwarts y ya llevábamos casi medio trayecto me despedí de los gemelos, no sin antes escuchar sus numerosas quejas sobre abandono.

Le había prometido a Cedric que compartiríamos compartimento y estaba segura de que estaría esperándome en un compartimento solo para nosotros.

Cuando al fin lo encontré, sentado mirando por la ventana en un compartimento vacío entre de golpe, haciendo mucho ruido, lo que hizo que él diera un bote en el asiento, riéndose.

— Perdón por el retraso, me ha costado separarme de los gemelos, me han acusado hasta de abandono — dije riéndome mientras me sentaba a su lado y él me daba un casto beso en los labios, cogiendo mi mano con la suya.

— Lo importante es que ya estás aquí ¿Te vas a presentar a las pruebas de quidditch este año verdad? — preguntó Cedric sonriéndome mientras me colocaba un mechón de cabello rebelde detrás de una oreja.

— Si, como cazadora, mi madre me ha prestado su escoba para hacer las pruebas con una que sea decente ¿Y tú? Me dijiste que te interesaba el puesto de buscador — pregunté de vuelta sonriéndole.

Cedric asintió, sonriéndome con una de sus características sonrisas de lado que hacían que sonrieras de vuelta sin darte cuenta.

— Si, he estado practicando con mi padre todo el verano — dijo con orgullo al hablar de su padre.

Le sonreí con una intensidad que sólo podía venir del intenso calor que inundaba mi pecho, como cada vez que estaba con él.

— Seguro que consigues el puesto, estoy segura de ello — dije sonriente — A partir de este año apoyaré al equipo de Hufflepuff, siempre que no juegue contra gryffindor claro.

— ¿Y si nos toca jugar gryffindor contra Hufflepuff y los dos estamos en el equipo? — preguntó Cedric, rodeándome con sus brazos, pegándome contra él y rozando nuestros labios, haciendo que sintiera su aliento contra mis labios.

— Como yo seré cazadora y tu buscador ni nos cruzaremos, por lo que desearé que gane el mejor — respondí contra sus labios antes de unirlos a los suyos.

— Muy noble ese deseo señorita Black — susurró entre un beso y otro.

— Como debe ser señor Diggory — respondí de la misma forma.

Las pruebas de quidditch llegaron y se fueron con rapidez, junto con las primeras clases y los primeros entrenamientos.

Hoy era el primer partido de la temporada de Quidditch en Hogwarts y ¿adivinad quién era la nueva cazadora de Gryffindor?

Efectivamente, yo.

Angelina y yo entramos en los únicos dos puestos que había libres como cazadoras y los gemelos entraron como bateadores.

Parecían dos bludger humanas, tan sincronizados que era imposible que se le escapara una. Simplemente eran impecables.

Por otro lado, Cedric había conseguido entrar también como buscador, la única que no consiguió entrar ese año y que según ella seguiría probando el año siguiente era Alice.

Nos había sonreído como si de verdad no le importara no haber entrado, aunque Angelina y yo vimos la decepción y la frustración reflejada en su cara.

Decidimos no hablar delante de ella de quidditch hasta que no hubiera pasado un tiempo prudencial, hasta que no le entristeciera tanto el no haber entrado en sus primeras pruebas al equipo.

— Bien chicos, reuniros en un círculo — pidió Charlie, que era el buscador y capitán del equipo. Al menos este año ya que sería su último año en Hogwarts y a finales de año tendría que nombrar a un nuevo capitán antes de su partida.

Por lo que había podido ver en los partidos del año pasado era muy bueno, tanto que podría dedicarse profesionalmente a él si quisiera, aunque todos sabíamos que su pasión eran los dragones, de lo que casi siempre estaba hablando.

— Como ya sabéis, hoy jugamos contra Hufflepuff — dijo recorriéndonos a cada uno de nosotros con la mirada, parándose más en mí que en los demás — No podemos dejar que nuestros lazos de amistad con los integrantes del equipo contrario interfieran en el partido, tenemos que ganar y demostrar que el equipo de Gryffindor es el mejor, aunque la mitad del equipo esté compuesto por nuevos integrantes.

Se quedó callado un momento, mirando a la puerta que daba al campo de juego.

— ¡Démoslo todo en este partido y en todos los que vengan después! — Exclamó.

Todos gritamos contentos, saliendo con rapidez al campo de juego.

Sabía que lo de no dejarse llevar por lazos de "amistad" iba por mí, mi novio era el buscador del equipo contra el que íbamos a jugar, pero jugaba en el puesto de Charlie, un puesto que a mi parecer, y al de la mayoría de fans del deporte, era el más importante y decisivo del juego ya que atrapar la snitch eran 150 puntos y el final del partido y de ellos dependía el tiempo de juego y el final del partido, con el consiguiente resultado.

Algo me decía que debía preocuparme por Cedric, aunque sabía que no le iba a pasar nada.

El partido transcurrió con tranquilidad, sin ningún tipo de incidente y, sobre todo, sin ningún tipo de trampas, que es lo que normalmente encontraban en los partidos con Slytherin, y sinceramente, me alegraba que mi primer partido no fuera contra Slytherin, sabía que mi paciencia era nula y que si veía algo injusto iba a cabrearme, y nadie quería verme cabreada.

Pero entonces, en un segundo, tanto Cedric como Charlie descendieron en picado, persiguiendo lo que supuse que sería la snitch.

Se empujaban, embistiendo uno contra el otro, hombro con hombro, intentando alcanzar la snitch antes que el contrario.

Y de un momento al otro Charlie le embistió tan fuerte que Cedric se estampo contra las gradas para justo después, mientras este volvía a montarse en la escoba y a seguirlo, sin mover uno de los brazos, Charlie cogió la snitch y se pitó el final del partido.

Charlie le golpeaba la espalda con una palmada cuando yo me acercaba hecha una furia.

¿Cómo se había atrevido a embestirle tan fuerte sabiendo que se estamparía contra las gradas?

Debieron verme la cara porque Charlie se quedó blanco y Cedric intentó pararme, con un brazo pegado al torso.

— ¡Te has pasado Weasley! — Exclamé hecha una furia clavándole el dedo en el pecho — ¡¿Cómo se te ocurre embestirle tan fuerte sabiendo que estaban las gradas al lado?! ¡Le has hecho daño! ¡Es increíble! — Grité furiosa.

Charlie se mantuvo callado durante un momento mientras Cedric me decía que no pasaba nada, que eran cosas que pasaban en el quidditch con frecuencia.

— Te dije que en el juego no tiene que interferir las relaciones entre jugadores, lo primero es el juego — dijo Charlie con seriedad después de un rato sin saber que decirme.

Debió de ver mi cara, que seguro estaría tirando a un color morado de la furia que sentía burbujeando en mi pecho, porque se quedó callado al momento.

— Agradece esas "relaciones entre jugadores", si no fueras quién eres habría ido contra ti, y créeme no quieres que esté contra ti — Dije mirándole furiosa antes de girarme hacia Cedric que se quedó quieto y callado ante mi mirada, como esperando que le llovieran a él también los gritos — vamos a la enfermería, tienen que mirarte el brazo.

Cedric pareció relajarse ante el cambio de tono, que pasó del grito a uno suave de un segundo al otro.

Cogí su mano y le di un beso en la mejilla antes de arrastrarlo de camino a la enfermería.

Legado de dos rebeldes: Eris [Con Charlie Weasley]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora