Videojuego

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Al regresar a casa colgó las llaves del auto alquilado en su respectivo gancho que habían colocado para tal uso, justo a la entrada de su hogar. Camino por el pasillo parcialmente oscuro, pero tenuemente iluminado por la pantalla encendida del televisor ubicado en la sala. De inmediato intuyó quien era el responsable, aunque no era muy común en él verle por esa zona del departamento. Continuó su camino sin alertar al presente.

Cuando se detuvo pudo visualizar a su compañero de piso sosteniendo el mando en sus manos, sumamente entretenido jugando. Sin contar cuanto se habrá tardado en trasladar e instalar todo lo necesario para así lograr trasformar la sala común en una dedicada a los videojuegos. En silencio rodeo el sofá donde se encontraba cómodamente situado, sin siquiera notar su presencia por estar concentrado mirando a la pantalla se planto en frente de él.      

Se acerco sigilosamente sonriendo por la idea que su mente formulaba. En un ágil movimiento empezó a colar cada pierna a su costado, y a deslizarse sobre su cuerpo. —Oye...—se quejo el que debajo de él se encontraba, cuando por fin reacciono por la presencia del contrario que con sutileza le había alejado del mando al introducirse en medio de sus brazos aun unidos por este.

El menor se dedico a mantener su mirada pendiente del mayor. Lentamente sus rostros se comenzaron a acercar, hasta rozarse desviando su vista entre los labios de uno a los ojos del otro, con el palpito acelerado y su respiraciones entrecortadas, se besaron no por mucho ni por tan poco pero lo suficiente para que el sentimiento que los unía se fortaleciera. Los brazos tensados del castaño se relajaron acariciando la espalda del pelinegro. Al separarse sus miradas expresaron lo que con palabras eran incapaces de demostrar. 

Drabbles | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora