Historia de amor

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Lo estaba mirando fijamente, observaba sus facciones, sus sonrisas, en medio de la intemperie; pero algo no marchaba bien, lo presiente en sus silencios y en sus profundos suspiros. Él pierde el contacto con sus ojos y sus labios descienden lentamente. Esta pensativo y un poco decaído, lo conoce, existe algo que no deja de dar vueltas en su mente. Quiere mostrarle su apoyo en lo que sea que lo mantiene así, pero al mínimo movimiento que pretende realizar, es interceptado rápidamente. Y por primera vez siente temor, porque lo esta sujetando con fuerza. Le suelta de a poco, logra percibir su nerviosismo, pero no se vuelve a acercar, mantienen la distancia mientras el cielo destella en la oscuridad. 

Esta siendo precavido aunque la incomodidad nunca había formado parte de ellos, esta emergiendo cuando la conversación se basa en simples monosílabos. Pudo haber preguntado que ocurría, pero no cree que pueda entrometerse cuando la otra persona no tiene la suficiente confianza para compartir lo que sea que esta pasando por su cabeza. 

No se vuelven a mirar, quizás, en días. Viven juntos y aún así no lo parece. Han sido amigos desde que tienen conciencia de ello. Y nunca han tenido que separarse y mucho menos han tenido alguna pelea. Él no entiende lo que al otro le sucede. Esta manteniendo su espacio, pero con el deseo de que la relación vuelva a ser como siempre había sido. Pero lo que nunca se esperó fue llegar al apartamento que compartían y encontrar las pertenencias del otro repartidas en cajas listas para la mudanza y desesperarse porque el dueño de estas no estaba en ninguna parte y su habitación estaba completamente vacía. 

Esperaba una explicación, o al menos que él se presentará a recoger lo que quedaba de sus cosas, pero parece que no tenía nada que decir. Ya que en cambio, los encargados de la mudanza se ocuparon de trasladarlas. Sin esperanza de volver a verlo, después de varios años en los que perdió su rastro. Lo último que supo fue que se había casado. Se hubiera sorprendido, pero ya con el tiempo simplemente todo aquello que por él había sentido perdió importancia. Lo amaba tanto en aquel entonces, pero logró seguir adelante sin esa persona, aunque haya sido doloroso el proceso. Eran inseparables, nunca se dio cuenta lo fuerte de sus sentimientos hasta que él ya no estaba.      

Sin embargo, se quedo sin aire una vez lo vio, no creía que su reacción se convertiría en insultos y maldiciones por todo lo que sufrió debido a su desesperación, lo culpo y un puñetazo cayó limpiamente en su cara. No se arrepintió en lo absoluto, lo tenía frente suyo en el antiguo apartamento que antes compartían. Él sabia exactamente donde encontrarlo y hasta ahora tenía la decencia de aparecer a pesar de todos estos años. Y solo le desesperaba que aún no tenía el valor ni de mirarle a los ojos. Pero los años no regresarían tan fácilmente, y tampoco existían disculpas suficientes. Lo entendían, y aquella confesión que soltaría Samuel ese día. Los trasladaría a un presente que no pudo haber existido si hubieran sido honestos con ellos mismos desde un inicio, pero la realidad es que sus vidas se separaron por simples mal entendidos y terminaron huyendo de lo que podía ser una hermosa historia de amor.      

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⏰ Última actualización: May 15, 2018 ⏰

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