-Joder-suspiro contra los labios del mayor, cuyo cuerpo se desenvolvía entre caricias y deseos incontrolables. Ocupando posesión de su ser. Despojándolo de lo poco que le quedaba para su total desnudes.
Caricias mutuas. Atracción desmedida era lo que le producía cuando junto a él permanecía. Más que incontrolable, se convertía en una completa locura. La excesiva insensatez trasmitida por su presencia indagando cada recóndito espacio plagado de placenteras sensaciones. Le era irresistible mantener la cordura. Provocaba en él un sin fin de efectos indescriptibles, un total éxtasis impregnado de pasión.
-Guille…-balbució entre gemidos, el que con total dedicación no paraba de ejercer movimientos aferrándose a su cuerpo. Exploraban cada parte uno del otro, haciendo más excitante el ambiente. Cuando sus manos se perdían ardiendo de deseo.
Besando con desespero cada centímetro de su piel. Sumergiéndolos en un irremediable abismo de necesidad. Inimaginable la forma que resultaba ser controlado por el deseo y la lujuria que brillaban expectantes a causa de la excitación, cuya perdición y desenfreno no contenía límite.
Un suspiro ahogado en la boca de Samuel al ser silenciado contra los labios de Guillermo, exigiéndole exasperado sus labios sedientes del tacto de el contrario. Mantenidos unidos en un pasional intercambio de jadeos y suspiros. El mayor de ambos se alejo lo mínimo. Deseando ser el único que lograra contemplarlo tal y como lo hacía, quería ser el primero y el ultimo que ocupara posesión de su cuerpo, para que jamás fuera olvidado. La necesidad incrementaba a tal magnitud que estaba a punto de perder la cabeza, a un paso de la locura.
