Sin embargo las sonrisas forzadas que muestran no significan felicidad. Porque no siempre aquellos que creemos conocer es lo que en realidad son. Todo se oculta tras la aparecía de una sonrisa.
Un detalle borroso tras la cámara de un desconocido que trasmite de distinta manera el sentimiento anhelado. En el momento preciso en el que aquel se ve contagiado por una sonrisa, repetimos nosotros mismos la acción olvidando que existía algún problema que nos afectara.
Mostrando fugazmente lo que en nuestro interior guarda a pesar de esos momentos que nos limita. Que nos hacen retroceder, concluyendo en que nada marcha bien o no como debería ser. Soñamos en todo lo perfecto que no somos, sin darnos cuenta que ni el ser que vemos a través de una pantalla lo es. Sin embargo sentimos que con su sola presencia nos cambia.
Estando consciente de lo poco que en realidad conocemos del que muestra sonrisas espontáneas, dedicadas a entretener y limitadas a unos cuantos que lo escuchan. Porque sin siquiera notarlo comparte con muchos la felicidad que sin saber posee, y que alegra de distintas maneras el mundo de otros.
Quizás la felicidad no significa el beneficio de uno mismo. Se resume en todas esos detalles en los que cambiamos de perspectiva y miramos que el ser feliz no esta tan lejano como uno lo piensa.
