Nota:Quiero aclarar que con la anterior historia, lo que pretendía era dejarla a vuestra interpretación. Lo que consiste en el título y demás elementos, que conforman un tipo de relación no muy positiva. Cuyas consecuencias fueron fatales para ambas partes. Pueden haber ocurrido muchas cosas entremedias, según cada punto de vista.
Solo quería recalcar esto, ahora sí, podemos continuar...
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Perfect | Ed Sheeran.
La gama de colores se filtraba en el cielo al atardecer. El ventanal permitía el brillo de su resplandor, atravesando con gocosidad e iluminado sus figuras.
Ellos se atrevían a desplomarse sin existo alguno sobre el otro, sin vergüenza, y con ánimos de permanecer el mayor tiempo el uno sosteniendo al otro.
Le acaricio el mentón poblado con una intensa capa de barba. Le miro morder con fuerza su labio inferior. A lo que su propia boca sonrió, con la tentativa posesividad de arrebatar lo que le pertenecía.
El poco autocontrol que contenía, se estaba agotando. Se desplazaba empujando sus pies, entorno de sus brazos disparejos que repartían un dulce cosquilleo a ambos costados. Sincero y solo para él.
Una carcajada les arrebato el pudor. De rematar en una curiosa caída sobre la irregular superficie. Se encargaron de una segunda mirada. Pero de esas que poco más se podía decir.
Le tocó el costado con su mano en su cintura. Por debajo de la ropa, la piel era calor lo que emana. Samuel convencido, profundizó su mirada en la del menor, que poco más podía hacer. Que complacer y ocultar lo que ya no tenía remedio.
Guillermo coló sus dedos entre los mechones castaños. Mientras las caricias no cesaban. Y se regalaban sus vidas por cada destello de sus irregulares respiraciones.
Quisieron decirse tantas palabras, en un vocabulario tan extenso como fuera posible. Es el idioma que nunca terminaran de comprender. No fue a primera vista. Pero si fue el primero que se sintió verdadero.
Samuel le correspondío. Un día se besaban, al siguiente compartían piso, posteriormente la cama se hacía chica. Para completar sus agitadas y muy alborotadas rutinas. Se complementaron. Siempre existiendo un nosotros. Que dejaron de ocultar, profezando su amor incondicional.
Se encargo de repasar de nuevo su mirada en los ojos atentos del mayor. Desde su perspectiva. Lo besó...