Capítulo 37

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- Entonces¿Que esperamos? (Le dice Armando con voz ronca)

- No lo sé, yo solo sé que lo deseo mucho Armando...

- Beatriz ¿Usted se ha tocado? (Pregunta con voz ronca)

(Betty se sonroja) Doctor que pena con usted...

- Sólo dígame...

- Si doctor... (Su cuerpo empieza a acalorarse mucho más de lo normal)

- Me gustaría que lo hiciera para mí...

- ¿Acá? (Dice sorprendida y con el calor subiendo)

- Si, me gustaría imaginarla. Saber que está tocandose pensando en mi (si tan sólo supiera mi doctor, piensa Betty)

- Sólo si usted lo hace (Betty no entendía de dónde había sacado la valentía, para decirle eso. Mientras él no le cortara la llamada, se dejaría llevar por sus deseos)

- Yo puedo hacer todo lo que usted me pida mi Betty... Quiero que se imaginé que me tiene a su lado y comienzo besarla por el cuello mientras mis manos se deslizan sobre sus caderas y las apego muy cerquita de mí. No sé imagina las ganas que tengo de tenerla así acá conmigo en mi habitación.

- Si usted estuviera a mi lado, empezaría a mordisquearle la oreja y no pararía hasta llegar a su pecho y desabotonaria cada uno de los botones de su camisa bajando lentamente hasta llegar sobre su pantalón (dice Betty sonrojandose)

Armando de sólo imaginar lo que le haría su Betty, le comienza a crecer su erección. Se imagina sus manos tiernas y sus labios carnosos tocándole y eso le excita demasiado, jamás pensó que él iba a sentirse así de atraído por Beatríz, realmente aprovecharía este tiempo que estarían a solas.

- Beatriz (dice con voz ronca) ¿aún tienes ropa?

- Si Armando... Aunque podría empezar a desnudarme si usted me lo pide (dice tímida)

- Me encantaría que sacará su camisa, el brasier y quiero que juegue con sus pechos. Pensando que estoy yo mirándola.

[Betty se desviste y comienza a tocar su pecho y jugar con uno de sus pezones, lo que hace que emita un gemido]

- Usted es una delicia hasta por teléfono, sus gemidos son gloria... Si viera como me tiene... Sáquese el pantalón le dice Betty interrumpiendo a Armando (con voz caliente)

- Cómo usted ordene mi doctora (comienza a sacarse el pantalón)

- Betty...

- Si Don Armando

- ¿Por qué no paso a visitarte? Podría pasar por tu vecindario si lo quieres, estoy sólo en mi apartamento y necesito sentirte...

- Venga... (Dice Betty aprovechando el momento)

- ¿Está segura? No me lo diga en broma, que ganas no me faltan.

- Estoy dispuesta a salirme a escondidas sólo para estar con usted.

- Toda una niña mala mi doctora Pinzón (ríe)

- Por usted puedo hacer cualquier cosa... Mañana veo como lo soluciono (dice decidida)

- Entonces mi niña hermosa, vistase y llegó en un rato.

[Armando no pensó que iba a terminar la noche recogiendo a su amor, para pasar toda la noche amándola. Siempre se había sentido atraído por la Betty decidida y está vez no sería la excepción]

- La llamo cuando esté afuera, Betty...

- Está bien mi doctor, ¿Si?

- La amo

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