Capitulo 39

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-Que bien le queda mi pijama Betty, se ve tan sensual.

- Usted se ve muy guapo así doctor (se tapa la cara de la vergüenza)

- ¿Muy guapo? ¿Sexy también?

- Que egocéntrico usted doctor Mendoza (ríe)

- Pero no me respondió Betty (le sonríe)

- Usted sabe que si, muy guapo y sexy (ríe y se sonroja) ¿Qué va a cocinar? (dice tomando unas cajas)

- Mi especialidad lasaña envasada (ríe)

- Si lo note, uno de sus platos favoritos (dice mientras comienza a sacar la lasaña dentro de la caja)

- Parece que me conoce bien usted (le mira levantando una ceja)

- Es que... como siempre pide eso de almuerzo.

-¿Cual es su plato favorito Betty?

- La lasaña también, pero casi nunca suelo comer (ríe) menos envasadas.

- Ve algún en común ya tenemos (la abraza por la espalda)

- Cuando venga otro día, le prometo que tendremos comida casera.

[ Suelta del abrazo a Betty y se dirige a colocar las lasañas en el microondas y nota a Betty sentada sobre el mesón de la cocina. Tan dulce y tan sensual esa mujer lo volverá loco]

- Betty estará listo en unos minutos más, mientras esperamos se me ocurre algo que podríamos hacer (dice acercándose a ella)

- ¿Que cosa? (Pregunta inocente, eso hace que Armando encienda aún más sus ganas de hacerla suya)

- Esto podría ser (apega su cuerpo al mesón y Betty abre las piernas rodeando a Armando)

Armando comienza a desabotonar el camisón que llevaba puesto Betty y se los quita dejándola solo en bragas y sus pechos al aire.

-Umm que rico mi vida, me gusta verla así desnudita para mí. Aunque algo estorba en estos momentos (dice tocando las bragas de ellas y bajandoselas) ahora si, la tengo completita a mi disposición. Armando comienza a bajar a la entrepierna de ella, lo que hace que Betty comience a agitarse de los nervios, era la primera vez que le harían eso. El solo sentir el contacto de su lengua allá abajo hace que emita un gemido, eso alienta más a Armando. Que comienza a lamer y succionar cada uno de sus espacios, es que ese hombre la iba a volver loca. Sentirlo era como estar en el paraíso, su cuerpo temblaba al contacto de él.

No quería dejarlo salir de ahí (apoyaba sus manos sobre la cabeza de él)

-Siga, siga doctor (dice con la voz entrecortada a punto de llegar a el orgasmo)

- Armando aleja su rostro de la entrepierna de Betty y lleva sus dedos a la boca de ella, los cuál ella chupa de forma tan sensual que eso lo prende mucho más. Estar dentro de ella se ha vuelto una necesidad, sentir como ella aprieta era lo más delicioso que había sentido. Pero primero quería darle placer hasta dejarla en la locura.
Lentamente comienza a introducir sus dedos dentro de Beatríz.

- Aaar...mando (dice gimiendo)

- ¿Si? Beatriz (dice con la voz ronca)

- Necesito sentirlo dentro mío a usted (Armando comienza a acelerar los movimientos de su mano y con el pulgar rozando el clítoris. Ella comienza a arquearse con cada movimiento)

Toma uno de sus pechos con la mano que le queda disponible y empieza a masajearlo y acercarlo para colocarlo en su boca. Es que sus pechos eran perfectos, tan suavecitos, la pelota antiestres había quedado de lado. Lo rico de tener a Betty en su misma oficina es que podría tocarla y sentirla sin que nadie lo notará. Definitivamente ese sería su nuevo estimulante para liberar las tensiones. Los pechos tan suaves y sensuales de su asistente...

Betty tensa su cuerpo y llega al clímax. Armando aprovecha de robarle un beso para sentir su gemido sobre sus labios, comienzan a besarse desenfrenadamente la acomoda bien entre su entrepierna. Baja su pijama y de una sola embestida entra en ella, lo que hace que los dos emitan un gemido.

El quería hacerlo lento y dulce pero al parecer su Betty, tenía otros planes rodea a Armando con sus piernas y lo aprieta apegandolo mucho más a ella y a mover sus caderas rápidamente. Tornando todo más salvaje, las caricias desenfrenadas de ella sobre su pecho, sus piernas apretándolo contra ella.
El mesón quedaba justo a la altura para hacerle todo lo que quisiera.

-Betty dese vuelta (le dice con voz ronca al oído, ella asiente con la cabeza baja del mesón y se da vuelta dejando su trasero ante el miembro de Armando)

- Abra las piernas (ella duda un poco) no tenga miedo mi vida, que no haré nada que no quiera y que le haga daño.

- Betty abre sus piernas y Armando la levanta dejando sus pechos apoyados al mesón y empieza a entrar en ella, con una mano toca uno de sus pechos con la otra se afirma a sus caderas y comienza a entrar duro y fuerte en ella, dándole embestidas que nos hace gemir como locos. Después de algunas embestidas, toma las caderas de ella con ambas manos y empieza a acelerar cada movimiento.

Los gemidos se escuchaban por toda la cocina.

[Derrepente suena el microondas]

- Dejémoslo ahí, no pienso parar (le dice al oído apegando su pecho contra la espalda de ella)

- Yo no quiero que pare (le dice entre gemidos Betty, mirándolo hacía atrás)

Le roba un beso y sigue con las embestidas, bajando un poco la intensidad para poder besarla bien mientras la tiene así.

¿Se encuentra bien mi vida? (Le pregunta Armando)

- Nunca me había sentido tan bien...
[Está respuesta lo vuelve aun más loco de lo que estaba, le da un último beso aleja su pecho de la espalda de ella. Toma su cabello y comienza a jalarlo mientas empieza a embestirla nuevamente duro y rápido. Llevándolos los dos al orgasmo y corriendose dentro de ella]

De a poco empieza a salir dentro de ella y comienza a besarla suavecito, los hombros de ella y su espalda bajando lentamente y subiendo otra vez con más besitos.

-¿ Cómo está? (Le dice acomodándola y abrazándola)

- Bien (lo mira con sus ojos brillantes)
Eso fue maravilloso, no me molestaría repetirlo (ríe)

- Con gustó se lo repito y le muestro otras maneras de hacerle el amor (le da un beso)

- Doctor...
- ¿Mmm? (Le sonríe)
- Necesito ir al baño, que vergüenza con usted (ríe)
- Vaya dentro de mi habitación, nose si vio la puerta. Bueno ahí entra.
- ¿Dónde quedó el camisón? ( Pregunta mirando a todos lados)

- Desapareció creo que tendrá que andar desnudita (le dice picaron)

-Ay doctor que vergüenza con usted, no puedo andar así... (Dice apenada)

- Si puede, pero entiendo mi niña hermosa que le cueste. Yo la ayudaré a qué confíe más en usted y se de cuenta lo hermosa y sensual que es.
Tomé coloqueselo, aunque tengo que admitir que con el camisón también me encanta como se ve. Siempre tan inocente. Vaya al baño (la nalguea y hace reír a Betty)

- Doctoooooor (dice riendo)
- ¿Qué? Yo no hice nada. Ya vaya que yo preparo acá para comer, necesitamos recobrar energías (le guiña un ojo)











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