Comenzar otra vez

Capítulo 32

[En casa de Marcela]

- Hola mi amor (se acerca y le da un beso en la mejilla)

- Hola Armando (dice con tono enojado)

- ¿Ahora que Marcela? Acabo de llegar y ya estás molesta, que jartera contigo.

- Me podrías explicar dónde estuviste toda la tarde, te llamé a la oficina y me dijeron que habías salido y que no ibas a llegar. Son las 9 de la noche Armando y no me digas que estabas haciendo un trabajo.

- Déjame adivinar tu amiguita Patricia te llegó con el chisme o no Marcelita.

- No Armando Patricia no me dijo nada (dice nerviosa)

- Esa mujer acaso ¿no tiene nada mejor que hacer? (Dice molesto)

- No me cambies el tema Armando en dónde estabas, me dijeron que saliste con el garfio.

- ¿Garfio? (Dice en tono muy enojado)

- Si, tu bellísima asistente (ríe malvada mente)

- Que te he dicho de burlarte de Beatriz. Siempre terminas incluyendola en nuestras peleas, no entiendo porque la odias tanto Marcela ya deja el odio con ella que no te ha hecho nada.

- ¿Que no me ha hecho nada? Cuadrarte las citas con tus amantes o bueno con la mujer que te ves últimamente, porque yo sé Armando que tienes otra mujer.

- ¿Otra mu... mujer? (Dice nervioso)
Ya estás inventando cosas Marcela, sabes mejor me voy a mi apartamento yo no vine a discutir acá. Vine a qué pasáramos juntos porque mañana te vas de viaje.

- No, no te vayas mi vida perdón. Es que como habías salido temprano del trabajo y llegaste tarde entiéndeme mi vida (se acerca a besarlo)

- Está bien, pero te diré en qué estaba para que no te sigas imaginando cosas.
Estaba cerrando un Negocio con Betty y luego pase al mercado para mí apartamento que pasa con el refrigerador vacío, ¿tiene algo malo eso? Mar-ce-li-ta.

- Está bien, te creo no peleemos más. Ven sácate esa chaqueta, te deseo tanto (le dice tratando de desabotonarle la camisa)

- Perdón Marcela estoy cansado, fue un día muy pesado.

- ¡Cómo quieres que te crea que no tienes otra mujer Armando si ni siquiera sexo quieres tener! (Le grita molesta)

- ¡Sólo estoy cansando, nada más! Ya te dije denante yo no vine a pelear. Será mejor que me vaya, nos vemos mañana te llevo al aeropuerto (le da un beso y sale de la habitación)

- ¡Armando si tú te vas, doy el matrimonio por cancelado!

- Haz lo que quieras Marcela, siempre es lo mismo contigo (se retira del departamento)

[Marcela no podía creer que Armando hubiera decidido irse a pesar de la amenaza de cancelar el matrimonio, ella sabía que las cosas no estaban bien y que Armando tenía una amante pero no quería creer que ella era tan importante para él. Ya que él siempre volvía a su lado pero ahora ni por el matrimonio y las consecuencias que podría traer todo este escándalo, se quedó. Ella tenía que averiguar quién era esa mujer que se lo estaba quitando, pero le daba tanto miedo irse de viaje.
Quizás eso podría hacer que él la extrañara o definitivamente está relación terminara]

Armando por otro lado, no entendía como se había atrevido a irse sabía que ella podría molestarse y pedirle que dividieran la empresa. Él no podía aceptar eso, no ahora que la empresa estaba al nombre de Betty... Betty ella siempre tan linda ¿porque Marcela no podía ser como ella? Siempre tan linda, dulce y comprensiva [ A Armando le habían entrado unas ganas enorme de llamar a Betty, pero sabía que era muy tarde y podría no contestar o traerle problemas] se decide a llamarla igual.

[Mientras tanto en la casa de Betty]

- ¿Va a contestar el teléfono o no? ¿A quién se le ocurre llamar a estas hora a una casa decente? (Dice molesto Don Hermes)

- Ya dejé de ser tan cansón, debe ser importante si no no llamarían (levanta el teléfono)

- ¿Aló? (Dice doña Julia)

- Buenas noches, habla con Armando Mendoza busco a Beatriz (dice un poco nervioso) ¿Ella se encontrará? (Sabía que si, pero tenía que fingir)

- Si, si Don Armando ¿Paso algo?

- Emm... Olvide decirle algo a Betty y es para mañana temprano urgente. Perdón por llamar a esta hora es que usted entenderá...

- Si quiere yo le puedo decir...(dice Julia)
¡Nooo! Noo Perdón, es que necesito hablarlo con ella para que entienda bien, bueno si es que está despierta o no está ocupada. Sé que ya es tarde(dice Armando)

- Si no se preocupe doctor yo le aviso (Julia se dirige a la habitación de Betty y golpea la puerta)

- Bettica (dice golpeando la puerta)

- ¿Si, mamá? (Dice sacándose la toalla del cabello) Acabo de salir de la ducha (ríe) ¿que paso?

- Es que tengo a Don Armando en la línea dice que quiere hablar con usted (dice tapando el teléfono)

- ¿Don Armando? (Pregunta sorprendida)

- Si, tome contéstele dice que es algo de un trabajo, bueno usted entiende bettica. Ya yo me iré a dormir, que descanse (le da un beso de buenas noches y la bendición)

- Aló, ¿doctor? (Dice sorprendida y feliz)

- Hola Betty, perdón por molestarla a esta hora pero de verdad que la extrañaba y necesitaba hablar con usted.

- Pero ¿no está donde Doña Marcela? Aparte nos vimos hace poco (ríe)

- ¿Qué?¿acaso usted no me extraña?
- Si, yo también lo extraño (ríe tiernamente)

- Me encanta tanto escucharla reír (sonríe al teléfono)

- ¿Para que me llamaba doctor? Mi mamá me dijo que algo de trabajo ¿olvidé algo?

- No, sólo era una excusa para escucharla. No sabe cuánto me gustaría estar con usted y regalonear (le dice con voz melosa)

- A mi también me gustaría doctor...(ríe) Armando, lo quiero mucho.

- Yo a ti Betty, no sabes cuánto te quiero... ¿Y en qué estaba cuando la llamé?

- (ríe) iba saliendo de la ducha doctor, me llamo justo (ríe)

- Uy así que está en pura toalla (dice sonrojándola)

- ¡Armandoooo! (Ríe nerviosa y sonrojandose) No, estoy en bata y buscando el pijama (ríe)

- No me diga eso, que más ganas me dan de estar con usted en este momento.

- Doctor, que cosas dice (ríe) yo creo que se asustaria más que nada (ríe) no tengo cuerpo como las modelos.

- Usted es mucho mejor, estoy 100% seguro aunque todavía no la conozca bajo toda su ropa.

- ¿Todavía? (Dice nerviosa)

- ¿Porqué Betty? Me imagino que debe tener esas mejillas hermosas rosaditas.

- Es que usted me habla como me deseara y no puedo creer eso (dice bajando la voz)

- Obvio que la deseo, usted es mi amor, mi Betty (le dice con amor) ¿sabe? Tendremos que verle un teléfono porque no puedo estar llamándola a su casa cada vez que quiera hablar con usted.

- ¿Un teléfono? No podría verme uno doctor, usted sabe son muy caros y yo mantengo mi casa.

- No sé preocupe Betty que la empresa le otorgará uno por trabajo, usted no puede andar desconectada del mundo.

- ¿Cómo se le ocurre? no puede hacer eso don Armando.

- Lo haré igual, no podré con esta angustia de no tener como contactarla cuando la extrañe.

- Usted siempre tan porfiado doctor (da un bostezo)

- Ay mi niña hermosa se está quedando dormida, seguimos mañana hablando. Sueñe bonito (le dice tiernamente)

- Perdón doctor (ríe) mañana nos vemos...

- ¡Betty! (Dice antes que ella corte la llamada)

- ¿Si Don Armando?

- La amo.