Joey
Ahora estamos recostados en el sofá. Tomé la manta que había en la otra punta y nos cubrí un poco. Después de estar un rato transpirando, y hasta que logramos normalizar nuestra respiración, nos hizo frío.
Ella a mi lado, haciendo con su dedo el signo infinito en mi torso, mirando atentamente la acción. Yo acaricio su espalda descubierta trazando una línea desde el inicio de su nunca hasta la parte baja de su espalda, sintiendo aquella cicatriz que, al comienzo, la hizo estremecer.
Aún no le pregunto, y ella no me habla del tema. Ambos lo dejamos pasar.
El perro me cae muy bien, entre jadeos, ruidos, permaneció inmutable en su mundo, durmiendo.
Cierro mis ojos e inspiro.
—Dilo.
—No, Aislin, es muy cursi.
—Tú lo eres.
—Tú me has hecho así.
Suspira profundamente y vuelve a hablar, pero ahora, su voz sale…triste.
—Hoy es el día cien.
—¿Algo que quieras decirme?
—Te hice una carta.
—Dámela.
—No, aún es pronto—silencio—¿Joey?
—Dime.
—Hablaba en serio, cuando te dije que buscaras a alguien.
—Y yo dije que no será necesario.
Se sienta nuevamente y quedamos frente a frente.
—¿Qué te gusta de mí?
—¿Qué?
—Dilo, y no en aspecto físico, me refiero a....mi personalidad.
Hago que lo pienso, pero no es necesario, porque lo sé.
—Tu forma de ser. Amas con intensidad. Eres obstinada y luchas por lo que quieres, inclusive si tienes que llevarte al mundo en contra con tal de defender tus ideas. Te entregas y lo das todo. Eres espontánea y no tienes vergüenza. Eres.... simplemente tú.
—Busca a alguien como yo.
Veo sus ojos, están cristalinos. Lleva ambas manos a su boca y se la cubre.
—Ey—me acerco más a ella—, ¿qué pasa?, sabes que te quiero a ti, y no voy a reemplazarte.
—Joey—dice en susurros, la conozco, si eleva la voz, llorará—, cuándo te entregue la carta...necesito que hagas todo al pie de la letra.
Me gustaría jugar con un comentario, pero la cosa no da para juegos, me lo está dejando bien claro.
—De acuerdo.
Vuelve a abrazarme. Posa su mejilla en mi hombro, y percibo algunas lágrimas humedecer mi playera.
—Gracias, por todo.
Abro mis ojos. Me percato que la mirada de Irati está puesta en mí. Fijamente. Con el ceño fruncido.
—¿Qué pasa?
“—Hazlo, y cuando la encuentres, no la sueltes. Porque si vale la pena, como crees que lo valía yo, entonces sabes lo que tienes que hacer."
Expulso todo el aire contenido. Sonrío de costado sin dejar de mirarla, y acariciar su cabello.
—Hace tres años, conocí a una chica. Ella estaba en el último año de ingeniería.
Me escucha atentamente y yo sigo.
—Fue mi primera novia oficial, mi primer amor, y la primera mujer de la cual estuve plenamente enamorado. Literalmente, era un idiota cursi.
—¿Y qué pasó? — se sienta sin relajar sus cejas.
—Ella simplemente…ella solo…— no puedo seguir, lágrimas caen de mis ojos e Irati no tarda en quitármelas.
—Lo siento—me abraza—, de verdad—apoya su mentón en mi hombro y acaricia la parte de atrás de mi cabello.
—Era, hermosa, era…. única.
Ni siquiera sé si debería decir aquello, pero…es lo que siento. Lo que siento por cada una es diferente. Irati no es el remplazo de Aislin, ella es mi nueva historia.
—¿Por qué me cuentas esto?
“—Cuando sientas que frente a tus ojos tienes a la indicada, a la que querrás que comparta contigo desde tus locuras y pensamientos más sucios, hasta tus momentos nostálgicos, háblale de mí, pero háblale bonito. Si huye y ya no te ve igual, agradece que se fue, PERO, si se queda ahí, pese a eso, porque te conozco, serás súper sincero, entonces sabes que vale la pena."
«Porque se lo prometí»
—Aislin, se llamaba—digo en cambio.
Le cuento todo, como nos conocimos, su familia, nuestras locuras, su muerte, que fue el peor momento de mi vida, y los días posteriores. Pero…la carta…no puedo hablarle de eso, no aún.
Ya habrá tiempo.
<<No te alejes, por favor>>
—Gracias— sonríe ligeramente.
Besa la comisura de mis labios y apoya su frente con la mía.
—Gracias por confiar en mí.Sonrío en respuesta y ella se separa de mí.
—Yo......yo también tengo algo que contarte.
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Cien Latidos ✅ [ Libro 1 De La Biologia Cien]
General FictionElla tuvo que ocultarse para ponerse a salvo. Él tuvo que seguir adelante incluso cuando ya no le encontraba sentido a nada. © Todos los derechos reservados Queda totalmente prohibido copiar, manipular y/o extraer fragmentos del libro o algunas par...