Cien Latidos ✅ [ Libro 1 De La Biologia Cien]

EXTRA 2

Pues para festejar nuestro primer añito desde que se publicó este libro. Un extra. Espero sea de su agrado.

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Esto sucede cuando AITANA despierta luego de que Jackson la golpeara( hablo de su pasado)

Aitana

Me entregan un espejo y a duras penas lo tomo. Temblando me lo llevo a mi rostro para inspeccionarme.

Danna está al pie de la camilla, mordiendo sus uñas por los nervios. Quiero hacer una broma, pero la realidad es que no estoy lo suficientemente alegre para hacerlo.

Respiro profundamente y me veo. Veo mi nueva nariz, bastante linda de hecho. Veo como debieron cortar mi cabello para cerrar la herida en mi cuello. Ahogo un sollozo.

—Como dije anteriormente, estás viva, Aitana, debes agradecer eso.

—¿A qué precio?—miro al doctor con mis ojos aguados.

—No te ha quedado mal—habla mi mejor amiga.

Las lágrimas caen y alejo aquel artefacto de mi rostro. No. Quiero. Verme.

—Las dejaré solas.

Miro hacia la ventana indignada. Su mano se apoya en la mía y me mira con....¡No lo sé! Lo único que sé es que nunca le tuve tanto odio a alguien como ahora a él.

—Fue mi culpa.

—Aitana....

—¡Yo lo permití! ¡Dejé que pasara! ¡No me fui cuando debía! ¡Él decía que iba a cambiar y yo le creí! ¡Las infinitas veces que me advirtieron!

—¡Cállate por Dios!—interrumpe—¡Pudiste haber muerto! ¡Un minuto más y no la contabas! ¡Cuando te encontré tenías el pulso débil y luego ya....!—cubre su boca soltando un sollozo—. Luego ya no respirabas—susurra con la voz quebrada—. Por unos eternos e incontables minutos te perdí.

No digo nada. Dejo que se descargue.

—Eres mi mejor amiga, Aiti, eres como la hermana que nunca tuve. Francamente me importa una mierda si te gusta o no todo esto. Ahora se hará lo que yo digo.

»Le pedirás ayuda a ese amigo policía, de alguna manera, para que te haga desaparecer del mapa, para que Jackson no te encuentre. En tanto yo voy armando todas las valijas. Nos iremos lejos, a la otra punta del país si es necesario, pero no nos quedamos aquí. Yo no tengo idea de cómo se hacen para camuflar y todo, así que pídale ayuda a él y que él te aconseje, y júntate con él. Pero aquí, Aitana, no nos quedamos. Ahora la que decide soy yo, no estoy dispuesta a volver a perderte, ni siquiera a intentarlo ¿de acuerdo?«

—Así que salimos de aquí, hablas con él, tomamos las cosas, y nos vamos.

Sigo en silencio.

—Por otro lado, te envidio, porque realmente esa operación en la nariz te ha quedado estupenda.

Suelto una risa ante el cambio de tema y esa facilidad que tiene de hacerme estar impactada, a hacerme reír.

—¿Tan bien me queda?

—Perfecto—dice entre pequeñas risas.

***

—Este es tu pasaporte. Irati Jonson. La edad es la misma, eso es lo de menos. Su vuelo sale dentro de veinte minutos, ¿Dónde está tu amiga?—pregunta Tom.

—Se adelantó a dejar nuestras valijas.

—De acuerdo....—me mira unos segundos—. Ven aquí—me abraza y yo acepto encantada—. Te quiero, eres una excelente persona y amiga.

—Tom...—intento alejarme para mirarlo, pero él no me deja.

—No quiero que me llames, ni que me envíes mensajes. No quiero que bajo ninguna circunstancia te contactes conmigo. A partir de ahora nada nos une. Pero no quiero que te vayas sin saber que me alegro demasiado haberte conocido, y espero verte algún día cuando todo esto se calme. Pero por favor, en tanto eso no suceda, tu vida aquí ya no existe.

»Por más que te pese, ya no tienes padres, no tienes madre, no tienes hermana. Ya no tienes nadie aquí. Eres solamente tú y Danna, no puedes contactarte con ninguno de nosotros. Hagas algo relacionado a tu pasado, relacionado a esta vida, relacionado a esta ciudad, te pone un riesgo tanto a ti, como a toda tu familia«

—Por favor, te lo suplico, olvídanos.

—No voy a poder hacer eso.

—Haz el intento entonces, pero no te comuniques con nosotros,¿de acuerdo?, tal vez más adelante, o en otra vida, concordemos de vuelta. Y nos podamos volver a ver, ¿qué más lindo que eso?

Me aferro a él aún más y comienzo a llorar.

—No llores que te volverás vieja más rápido.

Me separo para darle un manotazo en el pecho y secar mis lágrimas. Es entonces cuando la voz suena en los parlantes, avisándonos que nuestro vuelo está por zarpar.

—Hasta pronto—digo yo.

—Hasta pronto.

Y así él se pega la vuelta, y yo me pego la vuelta.

Me adentro pasando las puertas hasta encontrarme con Danna del otro lado, y no miro hacia atrás, porque sé que si miro hacia atrás, me retractaré de todo y realmente no quiero hacerlo, porque yo realmente quiero avanzar.

Por más que me duela, por más que esté enojada, quiero vivir. Quedé con varias secuelas que me costaron un montón..... a veces me digo "¡pero estoy viva!", y otras veces... otras veces no sé qué es lo que quiero. Pero hoy es uno de esos días donde digo "¡Estoy viva!"

Quiero cambiar, voy a cambiar, y me estoy yendo por un buen motivo, con un nuevo nombre, una nueva identidad, pero para empezar desde cero, y espero que esta segunda oportunidad que me da la vida, sea para mejor, y si conozco a gente, que sea gente buena.

<<¿Y si nos enamoramos?>>

Conciencia, acabo de salir de una relación tóxica, de un hospital. Me estoy yendo de un estado a otro, ¿y a ti lo único que te preocupa es si nos volvemos a enamorar? ¿Es en serio?

<<Bueno, en una de esas, no sé, esta vez sí se te da>>

Pues si esta vez me se da, espero que me quiera por mis virtudes y con mis defectos. Que no le parezca perfecta, porque detesto esa palabra.

<<¿Entonces no descartamos la idea?>>

Subimos al avión y nos sentamos en nuestro correspondiente lugar. Abrochamos nuestro cinturones, y mientras el piloto comienza a decirnos cómo debemos abrocharnos los cinturones, y qué pasará en caso de que el avión se caiga, sonrío.

El avión despega y yo veo como cada vez la ciudad acaba siendo chiquitita, y yo me alejo.

Entonces una azafata viene y nos ofrece algo para tomar. Danna acepta un café y yo un té de frutilla.

—No vas a cambiar jamás ¿cierto? ni siquiera ahora que es una nueva vida.

—Perdóname, amiga, pero hay cosas que no cambian y el amor que le tengo al té de frutilla, no creo que cambie.

Reimos.

—Por una nueva vida—levanta su vaso como para brindar.

Los chocamos y tomamos.

—Por una nueva y mejor vida—susurro mirando a la ventanilla.

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Lloré.

¿Alguien más lloró?

Amé este extra.