Siete semanas despuésAitana
Me acababa de terminar de bañar cuando el timbre suena.
Últimamente estoy no solo agotada, las nauseas me están matando. No doy más del dolor de estómago, lo noto un poco más hinchado, por lo que me pesé, subí un poco de peso, así que estoy comiendo ensalada, y tomando té, para bajar el hinchazón.
Me hice un rodete así nomás. Me puse una bata y abrí la puerta.
—¿Que haces aquí?— pregunto rojiza, estaba en mis peores fachas.
—Vengo a buscarte—entra.
—¿Para qué?
—Para ir a almorzar. Maggie me quiere presentar a su novio y yo... simplemente no me da buena espina, no quiero que se propage, yo enojarme y se termine armando un escándalo.
—Y me necesitas para.....
—Me calmes— se acerca—. Me mantengas en órbita—otro paso—. Y estés conmigo— me abraza de la cintura sin dejar de mirarme—. Además quiero presentarte como mi novia. Sé que Maggie ya sospecha, pero nunca lo hice oficial.
Sonrío ligeramente y acepto. Corro a mi habitación, y busco que ponerme.
Opté por una remera con tirantes,un jersey, un pantalón jean y botas negras. Me solté el pelo mociendomelo con la mano y me puse un poco de maquillaje. El rojo vivo en los labios no podía faltar.
Salgo y Joey se queda mirandome fijamente. Me estudio para ver qué tengo de desalineado y en menos de nada él ya está frente a mí.
—Estás bien.. estás.... hermosa....
Cubro mi cara. Parezco una adolescente.
—Me corrijo—quita las manos de mi cara—, eres hermosa.
Por impulso lo beso, es un idiota cuando quiere.
Se separa de mí y lo odié, porque él se estaba convirtiendo en mi droga.
—Luego la seguimos.
Me despedí de Kovu y cerré con llave. Cuando nos subimos al auto pone una canción,la canción con la que nosotros nos conocimos.
Ojalá supiera que el significado es mucho más que una simple letra.
La cantamos juntos.
Sí, definitivamente es ridículo. Y me gusta.
Llegamos al restaurante y antes de ingresar me toma de la muñeca. Giro para verlo
—Esto es así, yo te tocaré aquí— apoya su mano en mi falda—,y nos vamos. Eso sucede si no me cae bien.
—Yo invento algo para marcharnos.
—A buen entendedor pocas palabras.
Le tomé la mano y entramos. Sonreí, me gustaba ser parte de esto. Miraba a Joey nervioso, me causaba gracia.
—Están allí—señaló la mesa de al fondo y mi mundo se deshizo. Mi sonrisa se desvaneció y quedé dura—¿Irati?— se interpone en mi campo de visión—¿estás bien?
<<Tu puedes hacerlo. Enfréntalo.>>
—Sí—sonrío forzadamente—¿vamos?
Nos acercamos hasta la mesa y con cada paso me aferraba a su mano aún más.
Maggie se para y nos saluda a ambos en lo que su novio permanece sentado acabando su copa de vino.
Joey le extiende la mano para saludarlo y él con la cara más " simpática", la recibe.
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Cien Latidos ✅ [ Libro 1 De La Biologia Cien]
General FictionElla tuvo que ocultarse para ponerse a salvo. Él tuvo que seguir adelante incluso cuando ya no le encontraba sentido a nada. © Todos los derechos reservados Queda totalmente prohibido copiar, manipular y/o extraer fragmentos del libro o algunas par...