Capítulo 34

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Aitana

Regresamos con sus amigos y el corazón en cualquier momento se me va a salir. Estoy tan feliz y emocionada, aunque lo disimulo.

Cuando estamos a nada de acercarnos, otra chica los acompaña y sus amigos, al ver a Joey abren los ojos sorprendidos,pero para el mal sentido.

La tercera se da vuelta. Es morena. Un cuerpo de modelo y..... desgraciadamente la envidio.

Una vez que estamos frente a ellos, la morena sin vergüenza alguna, se acerca a Joey y, literalmente, lo besa. Frente a mis narices.

Quito mis mano de la de Joey haciéndome a un costado incómoda.

—Hola mi vida—dice ella—, ¿Ésta es tu hermanita? Hola niña, ¿Qué te pasó en el pie? ¿Te caiste de la bici?

Esto no...no puede ser....

Con toda la dignidad del mundo, me acerco inmutable. Sonrío a Sadie y Zack y me despido de ellos.

—Fue un placer conocerlos,¿Eh? De verdad- les doy un abrazo a cada uno y me marcho sin siquiera mirar a Joey.

No volteo.

—Estúpida, idiota—lloro una vez fuera.

Me acerco a la calle en espera de que llegue un taxi cuando la voz de Joey suena.

—¡Irati!

Menos mal que nunca le dije mi verdadero nombre.

Inspiro profundo y me doy vuelta. No puedo hacer como que no pasó nada, ni como que no me dolió, porque sería una vil mentira.

—Ella no... No es nada mío, te lo juro.

—Oh, gracias por aclarar— ironizo—, porque no sabía que la nueva moda era llamar "mi vida" a todo el mundo. Lo implementaré.

—Irati— me toma del brazo pero yo me zafo.

—Vuelve con ella.

—¡No voy a hacer eso! Déjame explicarte. Por favor.

—Te doy un minuto, Joey, solo uno.

—Antes de conocerte, cuando estaba estresado o enojado, siempre llamaba a una diferente y la cogia.

Me imaginé todo menos eso.

—Ella fue la última. Luego de eso, a ninguna otra más que a tí, lo juro.

Lo miro, parecía sincero, pero....

—¿Porque te llamó mi vida y cómo sé que estás diciendo la verdad?

—Porque es una envidiosa de mierda. Y le puedes preguntar a cualquiera, y te lo reitero, tú no eres ningún juego para mí y mucho menos un polvo y lo sabes.

Lo pienso unos segundos. Sonaba sincero.

<< si llega a mentirte, sabes lo que debemos hacer>>

Adiós para siempre.

—Tiempo— digo al sonar mi reloj de mano—. Me llego a enterar que acabas de verme la cara de idiota y te juro,Joey, que será el peor error que pudiste haber cometido.

—El peor sería dejarte ir, y no voy a hacer eso. Nunca lo haría.

<< Ow, ternurita>>

Cállate, que sigo enojada.

Me extiende la mano y me hace puchero.

<< Anda, orgullosa, tómala>>

Suspiro con un leve risa y la agarro.

Regresamos al bar y la mujer estaba entre otros hombres besuqueándose. Cuando me ve, saco mi lado zodiacal y le sonrió con malicia. Agarro del cuello de la camisa de Joey y estampo mis labios en los suyos adentrando mi lengua en su boca. Él no tarda en responder pegándome a su cuerpo aún más dejando sus manos sobre la parte baja de mi espalda.

—¡Así se hace!¡ Demuéstrale, fiera!—exclama Zack haciéndome reír.

—Eres mala.— dice entre mis labios.

—No, solo cuido lo que es mío.—y vuelvo a besarlo.

Estoy segura que la muy canija me está mirando, pero ella pasa a ser un cero a la izquierda,no es importante aquí, no es un problema para mí.

—Es mejor que paremos, pequeña, porque terminaremos lo que empezamos hoy, y no me gustaría desvestirte frente a tanta gente.

—Tú decides.

Nos despedimos de sus amigos, que fueron mega buenos conmigo y salimos del bar.

El frío de la noche hace que se provoque halo y me encanta, siempre me gustó. Dejé de hacerlo por un tiempo porque a Jackson le molestaba. Decía que era inmaduro.

Giro y veo que Joey lo está haciendo. Rio imitándolo.

Así llegamos al auto y una vez dentro, quedamos en silencio. Los vidrios empañados y yo muerta de frío.

—Oye, yo....

Pero antes de que diga algo, Joey se abalanza hasta mí y me separa los labios con su lengua para acto seguido introducirse en mi boca. Se sienta en mi falda y saca mis bragas teniendo cuidado con esa bota. Toca un botón al costado del asiento y este comienza a retroceder hasta quedar tipo cama.

Le quito sus calzoncillos y él baja mi cremallera deshaciéndose fácilmente de mi vestido. No llevaba sujetador, ya que no era un vestido que lo requiriera.

Joey se recuesta arriba mío acomodándose. Yo abro más mis piernas, y su miembro ingresa por mi entrada de un solo movimiento llegando hasta el fondo.

Duele, pero es satisfactorio.

Los movimientos no son suaves, pero constantes. No sé qué cuerpo es de quién, ya que parecen uno.

—Mierda, Irati— dice entre jadeos— Estás....

¿Húmeda? Sí.

—No pares- pido—por favor.

El coche se movía a nuestro compás. Los vidrios empañados y nuestros cuerpos sudando.

Me sienta, aún sin salir de mí, y me sorprende.

—¿Qué....?

Pero mi pregunta quedó a medias cuando empuja mi cuerpo hacia el suyo haciendo las embestidas aún más profundas.

—¡Dios!—grité inevitable.

Escondo mi cara en su cuello y bajo mis manos hasta sus nalgas. Las aprieto y el gruñe por la fuerza, pero no sale.

Y a mí me gusta.

Lo beso y lo tiro para atrás,hasta que su espalda choca con la guantera. Intento aferrarme a algo,lo que sea, cuando nuestros cuerpos se tensan ante el éxtasis.

—Voy a correrme, pequeña.

Sonrío en sus labios y me separo al tiempo que sus fluidos se derraman en el asiento.

Me acuesto arriba de él y escucho su corazón.

—Cien latidos—susurro.

Así es como queda mi corazón cada que lo tengo cerca.

Él acaricia mi espalda y nos quedamos en esa posición por un largo tiempo.

Cien Latidos ✅ [ Libro 1 De La Biologia Cien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora