Me he vuelto a quedar dormida, pero para mi suerte Damiano también se ha quedado dormido. Intento no despertarle mientras me remuevo en el sillón y una vez liberada camino hasta la cocina. Tengo demasiada sed y los churros parece que han decidido realizar la digestión y dejar de pesar tanto en mi estómago.
Miro el móvil mientras bebo y bufo al ver una historia de Instagram de Laia. Es la típica foto frente al espejo mostrando el outfit.
No voy a mentir, me ha dolido verla. Y mucho más al ver que no se ha preocupado si quiera en enviarme un mensaje para confirmar o negar lo que vi. Quizás era la única esperanza que tenía.
Entro en su perfil y miro las fotos. Laia solo tiene una foto de nosotras dos de hace muchísimos años, nunca le gustaba subir fotos acompañada. No se, decía que así era el estilo que había decidido marcar en su Instagram. Aunque a día de hoy el motivo de peso es que ella no quería que yo apareciese, o al menos así es como yo lo veo. Me siento tentada en enviarle un mensaje directo pero un Damiano adormilado entra en la cocina para beber agua. Con el vaso en la mano se acerca y mira lo que hago. Sus curiosos ojos detectan lo que estaba cotilleando y me quita el teléfono.Uy, el tóxico.
- Es ella quien se tiene que disculpar - se guarda el teléfono en el bolsillo de atrás y se sienta en la silla de enfrente. - No seas masuoquist... no era así, ¿no? - una risita escapa de mis labios y él me guiña el ojo. - ¿Sabes que está feísimo que te rías de alguien que no sabe bien tu idioma?
- Lo has hecho aposta - le señalo y él se encoge de hombros.
- Quizás, pero ha funcionado - me guiña de nuevo un ojo y se pone en pie. - Ahora fuera de bromas, vamos a por Ivar - me da la mano y tira de mi hasta ponerme en pie.
- Pensaba que...
- Lo que dijese el Damiano del pasado no cuenta, lo importante es el ahora - alzo una ceja. - Es broma, pero he soñado con él y me apetece verle.
Al entrar en casa el primero en recibirnos es mi padre, quien asesina con la mirada al italiano y a su vez besa mi frente.
Damiano le tiende la mano y literal, mi padre la rechaza por unos segundos. Pero finalmente la acepta apretándola con todas sus fuerzas y obviamente a Damiano le está doliendo, solo hay que verle la cara.- Bueno papá, ¿qué tal estás? - pregunto mientras deshago el agarre y ambos hombres se miran serios.
- Fatal - dice haciéndose la víctima y le miro preocupada. - Me quieren robar a mi hija y nadie hace nada por impedirlo - lloriquea y simplemente blanqueo los ojos. - ¿Ves? Y ni te importa, ¿qué has hecho con mi hija? - encara una vez más al italiano y debo meterme en medio porque se ve que mi padre hoy tiene ganas de seguir con su drama. Ya sé a quién he salido.
- A ver señor, que su hija es libre de hacer lo que quiera. No es mi culpa que prefiera pasar el tiempo conmigo - le regala una sonrisa que podría ser del mismísimo diablo y mi padre gruñe. - Yo la entiendo, los italianos somos menos aburridos.
- No es precisamente esa la fama que tenéis - murmuro mientras me agacho para acariciar al cachorro hiperactivo.
- Esa es mi chica - dice papá triunfador y obliga a Damiano a chocar los cinco. - Ahora solo me falta que te deje.
- Tengo una pregunta, ¿prefieres que tu hija salga conmigo o te gustaría más que fuese otro al estilo... ¿su ex? - la pregunta de Damiano le deja en silencio y papá para evitar halagar al italiano decide desaparecer de nuestro campo de visión. No obstante, lo más seguro, es que nos esté espiando para amenazar al italiano cuando menos se lo espere.
Sonriendo y con Ivar en brazos me dejo caer en el sillón del salón. Damiano me imita y me quita el perro. Le miro mal pero tanto él como el cachorro me ignoran. Así que nada, simplemente me limito a observar cómo un sexy italiano es atacado y mordido ferozmente por el pequeño Ivar dientes de aguja.
Al final acaba cansándose el italiano e Ivar con ganas de más fiesta se lanza sobre mí para seguir jugando. Y bueno, tiene suerte de que su dueña es hiperactiva.Vuelvo mis ojos hacia Damiano y le encuentro embobado. Le golpeo la pierna y simplemente me besa la frente.
¿Alguien llevaba el recuento de cuantas bragas hay en Italia?
Qué mono.
El italiano ríe y no sé bien si por algo que él haya pensado o porque yo la haya liado pensando en alto, pero como no dice nada decido que mejor no haré preguntas y menos cuando es muy probable que yo salga mal parada.
Finalmente llevo al italiano a mi habitación, pero porque vamos a ver una serie o eso pensaba.
No mal penséis.
- Muy bien, si de aquí a una semana Laia no te ha dado ninguna explicación pienso son sacárselo yo - dice indignado e Ivar estornuda corroborando el mal estar de los dos. Damiano mira al cachorro y le acaricia las orejas.
- Gabbi, déjalo estar - hago una pésima imitación de su voz y Damiano sonríe de lado. - Es ella quién se tiene que disculpar, no sé qué - me empuja y casi me tira de la cama. - ¡Oye!
- Encima que intento ayudar a mi novia , va y se queja - finge estar molesto y se cruza de brazos.
- No, simplemente necesitas el cotilleo - sonrío sincera.
- Oye, que intentaba fingir ser el novio perfecto - bufa consiguiendo que suelte una carcajada. - Enserio, no puedo pegar ojo con este giro de acontecimientos.
- Eres tonto - continuo riendo y el italiano me mira orgulloso.
Nos quedamos un rato en silencio embobamos mirando un cachorro dormir, pero ese silencio dura poco. Ya me conocéis así que, si os extraña...
- Nunca te lo he preguntado...
- Lo siento, pero tengo novia - alza las manos y solo logra que le golpee la pierna.
- ¿Cuál fue la primera impresión que tuviste de mi?
- ¿Te enseñé el nuevo tatuaje? - pregunta como para cambiarme de tema y bufo molesta.
- Si, ya he visto el nuevo que tienes en la costilla - me mira burlón y levanta la manga de la sudadera. - ¿Qué tienes otro y no me lo has enseñado? - alzo la voz con un falso indignamiento. Probablemente me haya inventado esa última palabra.
Le cojo el brazo y mi respiración se corta por unos segundos. ¿Cómo es que no me he fijado antes en estas letras si literalmente he tenido al italiano frente a mi sin ropa?
Claramente es para dar envidia.
- "Bienvenitti i lis itilinis" - leo en alto y Damiano sonríe orgulloso. - Te van a arrancar el brazo cuando lo vea un italiano.
- Me da igual, luego verán la chica que está a mi lado y entenderán lo que può farne uno per amore - muerdo mi labio para evitar el sonrojo y el italiano lo nota.
- Pero no me has respondido.- ¿No hemos hablado esto nunca?
- No - afirmo.
- Lo habré soñado entonces pero en un sueño normal, no como los que tú tenías conmigo - y ahora le acabo de tatuar mi mano en su brazo.
En mi vida me habían dejado tan frustrada y encima fue un sueño.
- Me había fijado momentos antes en ti. Te vimos llegar a la cafetería y la verdad llamabas mucho la atención - alzo una ceja y él sonríe.- Era un piropo.
- Discúlpeme señor Damiano, pero es que viniendo de usted nunca sé cuándo es enserio o no - hablo irónicamente.
- ¿Vemos una serie o buscamos piso? - dice tras ignorarme descaradamente.
Lo odio.
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Eeeeeeeey! Que tal
Yo estaba de vacaciones jeje
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Mamá, ¿te gustan los italianos?
FanfictionMamá, no sé qué tienen los italianos pero me hacen dudar de toda mi maldita existencia. Damiano David es mi nuevo crush, y puede que suena cliché, pero no me hace caso, no al menos en el sentido que a mi me gustaría. Y si, puede que sea una dramáti...