Pongo un pie en la facultad y siento que voy a llorar, pero no sé si exactamente es de emoción o por el periodo. Un brazo rodea mis hombros y me vuelvo al italiano quién ha aparecido acompañado del resto de compañeros de piso. Saludo a Vic con un enorme abrazo y ella ríe por mi efusividad. Jo, es súper guapa.
- ¿Y a tu profesor no le vas a saludar? - habla Thomas separándose de Vic para aplastarme en un abrazo.
- Socorro - finjo ahogarme y Thomas aprieta aún más el abrazo.
Finalmente me libera y miro a Ethan, quien no es muy fan de los abrazos. Me pone el puño y lo chocamos. Bueno, pues si que se confirma que ese va a ser nuestro saludo siempre.
- Por fin nos devuelves a Damiano, ayer le obligamos a hacernos comida por un mes, de ahí que no te diese señales de vida - habla Vic y me vuelvo al italiano quien esconde las manos dentro del abrigo. Lleva un gorro negro de lana y pufff, también se le ve precioso con eso.
- Lo siento, pero es que mi madre no le dejó irse. Si no creedme que os lo habría devuelto pasadas las veinticuatro horas - miro a Damiano y este me guiña un ojo.
Suspiro en cuanto recuerdo la conversación que tuvimos una de las noches que aún seguíamos confinados.
Damiano da un apretón en mi hombro y vuelvo a suspirar.Pues si que estoy pillada de él.
- ¿Vamos por un café? - habla el señor italiano y yo asiento. - Nos vemos después - dice como despedida.
Nos acercamos a la cafetería y bueno, jugamos con la suerte de que aún nos falta más de media hora para entrar a clase. Aprovechando que ya no está el resto de italianos presente me saluda en condiciones. Me baja la mascarilla a la par que él se la quita y me da un beso corto. Somos conscientes de que Elisa tiene sus ojos clavados en nosotros dos, y honestamente, que disfrute de las vistas.
Entramos en la cafetería y el bullicio de alumnos adormilados nos ensordece. Tiro del italiano hasta la barra donde se encuentra una de las camareras de siempre. Pido los dos cafés e invito al italiano. Bueno, más bien me pide que le invite porque no tiene dinero suelto.
No tardan en tener listo nuestros cafés y en cuanto nos lo entregan nos dirigimos a clase. Antes de entrar el italiano me detiene.- ¿Pensaste en lo que te propuse? - susurra e inconscientemente muerdo mi labio.
- Si.
- ¿Si a que te vienes a vivir conmigo o a que te lo has pensado? - dice inseguro y yo alzo una ceja.
- Si a que lo he pensado - uso mi tono de hacerme la interesante y el italiano me golpea el hombro para que hable, parece que las malas costumbres se le están pegando. - Y a que si que me voy a ir a vivir contigo, pero antes tenemos que esperar a que acepten que te quedes otro año - le digo seria y él asiente. - Y lo del año en Italia, me he informado - me mira emocionado. - Y puedo hacerlo, así que tampoco habría problema, bueno, depende de cuánto paguen durante las prácticas. Porque si no te obligo a quedarte otro año más.
- Pagan mejor que en España, te lo aseguro.
- Nadie ha dudado eso - me encojo de hombros.
- Pues básicamente, tu, hace menos de un minuto - hago un gesto con mi mano quitándole importancia. - Bien, ahora a esperar que me concedan otro año más aquí y darle la buena noticia a mi suegro - plasma una sonrisa diabólica en su rostro.
- ¿Entráis? - habla el profesor de Genética y ambos asentimos.
Lo cierto es que ya no hay clases y varios profesores están en nuestro aula porque nos van a informar de cómo va a ir el tema de prácticas. Las cuales se suponían que la jornada completa iba a ser voluntaria pero como nos van a remunerar todas las horas, pues bueno, que hemos llegado al acuerdo de que todos lo haremos.
Básicamente la cosa en el personal sanitario está un poco muy mal, y nos necesitan. Esta nueva ola de covid está arrasando una vez más.
ESTÁS LEYENDO
Mamá, ¿te gustan los italianos?
FanfictionMamá, no sé qué tienen los italianos pero me hacen dudar de toda mi maldita existencia. Damiano David es mi nuevo crush, y puede que suena cliché, pero no me hace caso, no al menos en el sentido que a mi me gustaría. Y si, puede que sea una dramáti...