Mamá, no sé qué tienen los italianos pero me hacen dudar de toda mi maldita existencia.
Damiano David es mi nuevo crush, y puede que suena cliché, pero no me hace caso, no al menos en el sentido que a mi me gustaría. Y si, puede que sea una dramáti...
Es cierto que la casa de Helena no estaba muy lejos, básicamente estaba a dos calles del restaurante. Nada más entrar nuestra amiga nos indica las habitaciones donde vamos a dormir para que dejemos allí los abrigos, y si, pese a insistir con que no dormiré con el italiano, todo el mundo ha asumido que debe ignorarme, hasta tal punto que el mismísimo Damiano ha forcejeado conmigo para arrebatarme el abrigo y el bolso y dejarlo sobre la cama de matrimonio de la habitación que nos han asignado.
"Os juro que de esta no sale vivo"
- Dejaré de beber para estar entonces a tu altura en la cama - sonríe de lado y aprovechando que nadie mira me da una cachetada para después huir como buen cobarde que es.
- ¡Italiano, estás muerto! - chillo mientras corro tras él y por supuesto dando el espectáculo, porque otra cosa no, pero llamar la atención sin querer lo hacemos genial.
Al llegar de nuevo al salón, la anfitriona me entrega una cerveza mientras que al chico que está a mi lado le da un vaso ancho que por supuesto llevará Ginebra o algo por el estilo.
Las conversaciones del principio son muy amenas y continúan del estilo a las que teníamos en el restaurante, que básicamente se resumían en cotillear sobre la gente de nuestra clase y profesores. Por supuesto, otra vez, nos han vuelto a preguntar si el italiano y yo estamos juntos, y ambos solo hemos sonreído y hecho una gracia.
Ninguno sabemos en qué punto estamos, pero lo que si sabemos es que estamos muy bien. O eso creo.
Me giro hasta Laia que está enfrente mia y recuerdo que hay un asunto que aún no hemos hablado pese a que han pasado muchas semanas de aquello. Le pido que me acompañe al baño y tras varias quejas finalmente consigo que me siga.
Cierro la puerta con pestillo y ella me mira con una ceja alzada mientras se baja los pantalones para hacer pipí.
- ¿Qué pasó entre tú y Vic en la fiesta del parque? - por supuesto, siempre siendo directa.
- Has tardado en preguntar eh - sonríe de lado y coge papel.
- No he encontrado el momento idóneo - confieso.
- Y piensas que el momento idóneo es ahora cuando te cuesta vocalizar por la borrachera - se sube los pantalones y tira de la cisterna.
Asiento y ahora decido que es mi turno, básicamente porque me duele todo el cuerpo de aguantar el pipí.
- Dios, esto es mejor que follar - Laia suelta una carcajada tras escucharme y yo le sigo.
Mientras me lavo las manos ella continúa mirándome y de nuevo recuerdo que no me ha terminado de contar la historia, así que le insisto otra vez y ella se tensa.
- Lo de Vic estuvo bien, pero nos dimos cuenta que no iba a tener futuro - se encoge de hombros.
- Jo - hago una mueca y ella sonríe, me da un golpe en el hombro para animarme. - Es que quiero conocerte alguna vez con una pareja, y no se, Vic es guapísima.
- Vic es Preciosa, pero lo que ella siente no es correspondido - dice más sería llamando mi atención. Ladeo un poco la cabeza y ella al notarlo (o eso creo) corriendo coloca una enorme sonrisa. - Ademas, si has conocido a una pareja. Lola, mi vecina de la casa de la playa - asiento, es cierto, estuvo con ella dos semanas.
- ¿Por qué no es correspondido? - pregunto curiosa y creo notar que se tensa, pero es Laia, realmente nunca sabes que le pasa por la cabeza.
- Nunca te lo he contado y no me parece bien contártelo estando borracha - sonríe amablemente y yo continúo insistiendo hasta lograr desesperarla. Finalmente alza las manos - está bien, hay una chica desde hace años, pero no la conoces y es hetero. Un amor imposible, fin.
Y tras decir eso, quita el pestillo del baño, abre y tirando de mi brazo me guía hasta el salón.
¿Cómo que a mi mejor amiga le gusta alguien desde hace años y nunca me ha contado nada? ¿Tan mala mejor amiga soy?
Pienso sacarle toda la información, pero hoy no, tiene razón y voy demasiado borracha.
El resto de la noche pasa de forma muy difusa, recuerdo jugar al "yo nunca", besar a Damiano delante de todos, perrear, otra vez besar al italiano, y así un poco en bucle.
Me muevo en la cama, la cual pensaba que solo estaba ocupada por mi y me caigo al suelo. Así tal cual, en el frío suelo de mármol. Mi gritito despierta al italiano, el cual riendo me mira desde el borde de la cama.
- ¿Tanto calor tenias? - su voz grave de recién levantado pone tonta a cualquier persona.
- No - finjo estar molesta y me pongo en pie rascando mi brazo. - Pensaba que estaba en mi cama y no he calculado las distancias.
- Ajá - se sienta en el borde, agarra mi trasero y me empuja hacia él dejando un beso en mi abdomen.
Ah, si, estoy en ropa interior. Casualmente no me había dado cuenta de ese pequeño detalle y tampoco el detalle de un Damiano sin nada de ropa. Y cuando digo nada, es NADA.
¿Qué si tengo frío? Pues no, claramente no. Virgen santísima madre de Cristo, ayúdeme.
- Me duele la cabeza - se queja y apoya su cabeza en mi vientre.
"Os puedo asegurar que estoy muerta y esto es el mismísimo cielo"
- Se llama resaca - acaricio su pelo y finalmente el italiano decide que es mejor tirarme en la cama y ponerse encima mía. Me da un corto beso y tras un gruñido se tira a mi lado.
- Me cago en la puta resaca - se queja poniendo las manos en la cabeza y gruñiendo otra vez. Reconozco que me ha hecho gracia. - ¿Tu no tienes? - pregunta mientras me mira de reojo. Niego y dice palabras mal sonantes en italiano.
- Espera, te traigo una pastilla - murmuro sentándome en la cama y buscar visualmente mi ropa.
- No, prefiero que sigamos durmiendo un rato mas - susurra. - Si quieres, claro.
- ¿Dormir? - digo burlona sabiendo que si, que es solo dormir.
- Así es, por mucho que quiera tener sexo mañanero contigo, lo cierto es que no estoy en mis mejores condiciones - saca una sonrisa canalla haciéndome reír. - Dame veinte minutos de sueño e igual y retiro lo que acabo de decir.
_________
Holi, os dejo esto por aquí.
Ah, y una foto de la famosa Laia a la cual aún no le ponéis cara.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.