비 4: Lágrimas 비

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Minho entró a la sala de urgencias luego de saber que su padre había llevado allí a Felix.

Escudriñó la sala con la vista, antes de reconocer el inconfundible cabello rubio de su primo en una de las camillas y a su lado, estaba su padre.

Se aproximó a ellos, esquivando enfermeras, y no pudo evitar posar su vista en la pierna mal vendada de su primo, que también tenía una bolsa de hielo encima.

Felix tapaba su rostro con ambas manos, sin apenas moverse, mientras que su tío se mantenía callado.

- ¿Q-Que fue lo que pasó?- pregunto temeroso.

- Se torció un pie ensayando.- hablo su padre con voz apenada.- Los médicos dijeron que es una rotura del hueso por sobre carga.

- ¿Rotura?- repitió, estaba vez mirando a Felix, quien no decía nada.- Lixie...

- ¿Qué voy a hacer?- sollozo Felix, al fin descubriéndose el rostro. Tenía rastros de lágrimas en sus mejillas y sus ojos estaban rojos.

Minho se acercó a él y lo abrazo un poco por los hombros, dándole caricias en el pelo. El menor se dejó consolar.

Minho sabía que por esa lesión, Felix ya no podría asistir a la audición para la academia en Suiza, y que no podría bailar en una buena temporada.

Un par de minutos después, los médicos al fin pudieron atenderlos, y enyesaron la pierna de Felix, desde los dedos hasta un poco por debajo de la rodilla.

- Mañana debemos hacer una revisión del hueso por si hace falta poner clavos, por lo que será mejor que pase aquí la noche, si usted lo permite.- explicó la enfermera.

Con la sola mención de los clavos, los ojos de Felix se volvieron a aguar.

Su tío permitió que pasara la noche allí, y le dieron una de las habitaciones en la tercera planta, junto a un niño pequeño y una mujer de cuarenta años.

- Iré a comprar algunas cosas, ahora vuelvo.- les informo el mayor a ambos.

Cuando su padre se marchó, Minho se sentó en la silla al lado de Felix. Su primo mantenía su vista fija en la venta, pero ya no lloraba.

- ¿Cómo estás?- pregunto, posando una mano sobre la del rubio.

Este negó.- Mal.- sinceró.

Minho solo pudo asentir mientras le hacía compañía.

La mente de Felix estaba en blanco. Sus planes de futuro habían sido borrados de golpe y sentía que su vida había perdido esencia.

Repaso en su mente sus posibilidades, pero todas terminaban en desastre.

No podía hacer la audición con el tobillo roto, por lo que no iría a Suiza. Posiblemente, necesitara recuperación, y su rotura tardaría hasta tres meses en sanar.

Las lágrimas volvieron a subirle a los ojos y apoyo su cabeza en el cojín. Debería de dormir, ya que así no pensaría en lo desgraciado que era.

/////

Después de la rápida huida de Minho, la banda continuó con el ensayo de forma normal, hasta que el cielo empezó a tener tonos naranjas.

Cerca de las siete, se despidieron, y Hyunjin cerro la puerta del garaje, con la guitarra al hombro.

Ese día debía ir a casa de su abuela, debido a que su padre estaba trabajando y no quería dejarla sola.

Su abuela era una persona maravillosa, pero era algo despistada y había llegado a hacerse daño con muebles o caídas, y prefería mantenerla vigilada.

Su abuela vivía casi en la otra punta del barrio y necesitaba coger dos buses para llegar, por lo que se puso en marcha.

Agarró el primer bus, y se sentó en uno de los asientos al final, colocándose los auriculares.

Empezó a buscar entre sus canciones hasta que encontró "Sorry, i love you", una canción que había compuesto Changbin hacía unos días.

Le dio reproducción y algo fuera llamo su atención. Había comenzado a llover.

Rebusco entre su mochila hasta que encontró un paraguas.

- Dios, esto parece el bolso de Marry Poppins.- comentó para sí mismo.

En poco tiempo sería el festival para el que tocarían, por lo que estaba nervioso. Las canciones con la banda estaban yendo muy bien, de eso no tenía duda.

Esperaban que al público le gustará, se habían estado esforzando mucho.

Cuando llegó a su parada, se bajó, abriendo el paraguas de tono azul oscuro, y camino en dirección a la otra parada de bus, que quedaba cerca del hospital.

Sabía que la funda de su guitarra se estaba mojando, por lo que trato de darse prisa.

Cuando divisó la parada a lo lejos, vio en el banquillo de esta, una cabellera rubia, totalmente empapada.

Era un chico, no más mayor que él. Se acercó a la parada, notando su pie enyesado y las muletas a sus lados. Pero no parecía escandalizado por estar mojándose, incluso se veía triste.

Hyunjin hizo una mueca.





















Rainfall // HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora