- ¿Lo hiciste de nuevo?- pregunto Seungmin, con ganas de tirar el tablero por los aires.
Changbin elevó una ceja.- ¿Alguna queja?
- Si, no puedes mover un alfil ocho veces seguidas. ¡No sabes jugar!- acuso hartado.
- Si cada vez que vais a jugar os ponéis así, os quito el tablero.- los amenazó Chan, cortando su conversación con Jeongin.
- Como tarda.- se quejó fuera de la conversación Jisung.- Siempre es el último.
- Por algo es de la baboracha.- se burló esta vez Minho.
- ¿La babo-qué?- pregunto Changbin.
- Nada, déjalo.
- Ya llegó su líder, dejen de pelear.- se escuchó la voz de Hyunjin a un lado.
Habían quedado todos nuevamente en aquella cafetería Hotel, ya que era su favorita. El objetivo de esa reunión era simplemente pasar un buen rato entre amigos y reencontrarse con Felix.
Este último apareció unos centímetros detrás de Hyunjin, algo avergonzado de estar allí.
Felix se pensaba que lo recibirían de mala manera, que sus antiguos amigos estarían enojados con él y también con Hyunjin, pero no fue así.
- ¡Mi Lixie se hizo mayor!- se levantó de su lugar Jeongin, apresurándose a abrazar a Felix, quien aún sorprendido, le correspondió el acto.
- Es bueno verte, hermanito.- lo saludo desde su asiento Chan.
- Felix, estoy enojado contigo.- le acusó Jisung, y Felix temió lo peor.- ¿Por qué no me dijiste que salias con el idiota de Hyunjin? Creí que era tu mejor amigo.- fingió llorar.
- No seas nenaza.- se quejó Changbin.- Llevas aquí casi dos meses y aún no te habías presentado a vernos, esta te la guardo.- lo señaló el bajito.
Felix se sintió realmente bien al ser acogido con tanto amor por las personas más importantes de su vida.
Se sentó junto a Hyunjin en la mesa y las conversaciones fueron surgiendo, desde anécdotas recientes hasta recuerdos de hacía algunos años.
Hyunjin entrelazó las manos de ambos por debajo de la mesa, y no pudo evitar sonreír.
- Por cierto.- llamo la atención Seungmin.- ¿La empresa no te va a echar después de lo que hiciste?- pregunto con curiosidad.
Hyunjin negó.- No, solo me pusieron en hiatus indefinido.- presumió.
Todos se rieron y burlaron de él, más no le importó porque eso significaba que pasaría más tiempo con Felix.
- ¿Dónde trabajaras ahora? Es una pena que dejes el baile sin que hayamos podido ir a verte.- hizo un puchero Jeongin en dirección a Felix.
- Haré de maestro en una escuela de danza.- explicó con alegría.
- Eso está bien, yo solo sería maestro para poder gritarles a los niños.- comentó Minho, ganándose un golpe por parte de Jisung.
Y entre risas y conversaciones, la tarde se fue y entró la noche. Sus amigos dejaron poco a poco la cafetería, hablando de quedar otro día para ir a la montaña, ya que Changbin quería hacer salidas más a menudo.
Hyunjin y Felix fueron los últimos, puesto que estuvieron hablando un rato sobre qué cosas podrían hacer esos días.
Cuando salieron de la cafetería, se llevaron una sorpresa.
- Está lloviendo.- comento Felix, sin despegar la vista del cielo.
Entonces Hyunjin lo recordó. Felix amaba la lluvia.
Por lo que no lo pensó dos veces al entrelazar sus manos y comenzar a correr bajo el cielo nublado, mojándose poco a poco.
- ¡¿Qué haces?!- pregunto Felix con asombro.
- ¡Dijiste que amabas la lluvia!- le gritó con una sonrisa.
Felix sonrió de manera sincera, y le siguió el paso a Hyunjin. Ambos corrieron una gran distancia mientras reían y gritaban.
- Gracias por darme un paraguas ese día.- agradeció Felix después de que dejarán de correr, únicamente parándose en medio de la calle.
Hyunjin le sonrió, su cabello mojado caía sobre su frente y cuello, pegándose a su piel.
- Gracias por no rechazar mi cita.
- ¿Puedo confesar una cosa?- pregunto Felix, a lo que Hyunjin asintió con algo de miedo.- Hoy mire el pronóstico y ya sabía que llovería, por eso no agarre paraguas.
Hyunjin soltó una sonora carcajada, y acercó ambos rostros uniendo sus labios en un beso mojado y cariñoso.
Ambos amaban la lluvia.
FIN
비
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Rainfall // Hyunlix
FanfictionFelix es un bailarín de ballet que sueña con irse a Suiza, pero su sueño se hace añicos cuando sufre una lesión en el tobillo y le dicen que no podrá volver a tenerse en pie. Su primo Minho, con el que se queda mientras se recupera, lo obliga y conv...