POV SAMANTHA
No sabía cuando había pasado pero estaba destrozada, golpeada y sangrando por un par de sitios, incluso podría aventurarme a decir que tenía alguna hemorragia.
Estaba atada, no había podido averiguar nada acerca de Marlene y lo que había pasado con Blake, y aquella zorra no había podido hacerme hablar.
-Esto va en contra de mis órdenes-me habló Marlene-Pero vamos a empezar con el agua y la electricidad, y veremos lo bien que combinan.
-Marlene.
Levanté mi cabeza hacia aquella voz. El profesor acababa de entrar de nuevo en el almacén, andando hacia donde estábamos.
-¿Has conseguido que acepte?-preguntó mirándome.
-No, señor. Pero falta...
-Cállate-ordenó duramente consiguiendo que Marlene se moviera con las manos en la espalda obediente.
-Me ocuparé yo-se metió las manos en los bolsillos del pantalón del traje de chaqueta-Samantha, te lo preguntaré una vez más, ¿harás un trabajo para mí?
-No voy...-me costaba hablar y también respirar-...no voy a hacer...daño...a mis amigos.
-No digas que no lo hemos intentado por las buenas.
Hizo un gesto con sus manos hacia sus hombres que desaparecieron por un momento pero volvieron llamando mi atención.
Traían dos personas que se quejaban porque estaban atados y porque no deberían estar aquí en primer lugar.
Una lágrima se escapó porque reconocía aquellas voces que se pararon diciendo mi nombre delante de mí.
-No-miré a mis hermanos.
Jordan estaba de pie junto a Christian que estaba arrodillado y atado pero no tenía ninguna herida visible que me llevara a preocuparme.
Aún así no me fiaba de que realmente no les hubieran hecho daño, porque no podía tener ni un solo ápice de confianza en este hombre.
-Déjalos en paz-pedí, aunque más bien sonó a súplica.
-Esto no va así, pequeña empollona-se acercó hasta quedar a mi altura-Si haces lo que te pido, ellos no sufrirán daño.
-Pero si no...-habló Marlene haciendo el gesto de cortarles la garganta.
Durante un momento valoré las posibilidades que tenía preguntándome si realmente las tenía.
No sabía que hacer, porque por un lado no quería que les tocaran ni un pelo a mis hermanos; por el otro, no podía dejar que les hicieran nada a Blake y a mis amigos, ni mucho menos se lo iba a hacer yo.
Tendría que aceptar el trato e improvisar sobre la marcha para mantener a mis hermanos y a mis amigos a salvo, aunque las cosas no parecían mejorar ni por un segundo.
-Tic Tac, Samantha-recordó el profesor.
Miré a mis hermanos viendo los ojos llorosos de Jordan y las ganas de matar a alguien de mi hermano, pero en ningún momento pude sobreponer a mis amigos por encima de ellos dos.
-Haré lo que me pidas-murmuré mirando al suelo-Si a ellos no le pasa nada.
-Te prometo que no les va a pasar nada, querida Samantha-sonrió satisfecho.
Dió la orden para que nos llevaran a los tres de nuevo al sótano, esta vez todo estaba más vigilado incluso que la última vez que pude intentar escapar. No había posibilidad alguna de salir.
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Un amor de campamento.
RomanceTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...