Finalmente ni siquiera me había acostado.
Tenía mucha energía y tras las ducha me había ido al gimnasio. Blake aún no había salido de su habitación.
Y Savannah se quejaba de que cuando yo me cabreaba no le dirigía la palabra a nadie.
Coloqué las colchonetas de manera que cubrieran gran parte del suelo y me tumbé en el borde del ring a pensar en lo que haría.
Diez minutos antes de la hora empezó a entrar gente.
Los murmullos se preguntaban entre ellos si estaba dormida.
-Si estuviera dormida no escucharía esos estúpidos comentarios-dije esperando a que llegaran todos.
Cuando ya no esperaba a nadie más, un musculitos rubio pero bronceado quedó hasta quedar delante de mí. Iba vestido con pantalones cortos, leggins debajo, botas de boxeo y camiseta de
tirantes debajo del chalecho medio abierto.
-¿Quién eres?-pregunté sentándome.
-Mi nombre es Parker. Soy tu ayudante-sonrió.
-¿Sabes de esto?
-Llevo mucho tiempo practicando.
-Bien, porque yo llevo 24 horas sin dormir.
-¿Y estás segura de querer entrenar?-me preguntó.
-Si, y espero que te guste mi método.
Me bajé del ring dándole una mirada general a todos mis compañeros. Ahora tenía yo la responsabilidad.
-El Krav Magá exige concentración, fuerza y autocontrol. Id practicándolo-dije mirando a Allison-Necesito un voluntario. No quiero ser muy dura con Allison el primer día.
Nadie se adelantó. Todos me miraban como si estuviera hablando en chino.
-Compensa tu comentario machista del primer día y ven aquí, Good.
-¿Yo?-preguntó yendo sobrado-Vale, nena.
-No me llames nena, soy la que te evalúa.
Su cara se puso seria y avanzó hasta quedar frente a mí.
-Esto es una demostración de lo que haremos hoy. Good, atácame.
-¿Hay algún motivo?-preguntó.
-¿Quieres que lo haga yo?-su cara cambió negándome con la cabeza-Eso me parecía.
Él se lanzó hacia mí para intentar atacarme pero le cogí el puño que me acababa de lanzar y lo lancé al suelo sin moverme del sitio.
-Esto os valdrá en la mayoría de las situaciones-dije ayudando a Good a levantarse-Pero si el otro sabe Krav Magá...Parker ahora tú...Vais a tener un combate difícil.
Esquivé el primer golpe de Parker y golpeé en el segundo con toda mi fuerza.
Como él lo paró, utilicé toda la fuerza de nuevo para tirarlo al suelo.
No me podía hacer quedar mal delante de Allison el primer día.
Y como si me hubiera leído el pensamiento, Parker se dejó de resistir y pude tirarle al suelo con más facilidad.
-Os enseñaré un par de movimientos y empezaremos a practicar. Elegid una pareja.
Finalicé el entrenamiento un cuarto de hora antes de lo previsto al ver que estaban agotados físicamente.
El Krav Magá no era fácil y se requería mucha fuerza psíquica y física.
-Samantha-se acercó Parker.
-Gracias por no derribarme en la demostración-me adelanté.
-Bah, no ha sido nada. Además me he dado cuenta de que si te tiraba, la chica rubia que sonreía te perdería el respeto-sonrió.
-Lo hicieron el primer día-respondí.
-¿Y eso?-dijo Parker cruzándose de brazos y dejando a la vista más músculos.
-He estado tres veces en el hospital. La primera hospitalizada por la prueba del bosque, la segunda y la tercera vez fueron visitas. La segunda una paliza y la tercera el hombro dislocado.
-¿Te lo hicieron ellos?-dijo expresando preocupación.
-No te confirmaré nada porque no quiero represalias de ningún tipo.
-Lo siento. Oye, tienes buena técnica. ¿De Texas?-se interesó.
-Casi. Los Ángeles.
-Buena zona-sonrió-¿Nos vemos el viernes?
-Claro, tenemos clase-sonreí.
Me despedí de él y me fuí a la sala de tiro. Carter me esperaba en el mostrador.
-¿Qué tal tu primer día?-preguntó.
-Tendrás suerte si pueden levantar los brazos para disparar.
Y efectivamente todos mis compañeros estaban destrozados físicamente.
No sabía quien había tenido la idea del Krav Magá pero era muy divertido ver como todos ellos casi no podían levantar el arma.
Mañana sería peor.
El resto del día se pasó sin incidentes y volví al apartamento. Blake aún no había salido de su habitación.
Me acerqué lentamente a su habitación y abrí la puerta encontrándomelo con solo una toalla en su cintura.
La cerré de nuevo al ver que estaba bien y me fuí a mi habitación.
Me puse el pijama y me tumbé en la cama donde caí rendida minutos después.
Blake no hizo ningún esfuerzo de establecer conversación o acercarse.
Esto estaba yendo peor de lo que pensaba.
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Un amor de campamento.
RomanceTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...