Una puerta menos.

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Al día siguiente ignoré el entrenamiento de Mason y me fuí hacia el piso de Savannah.

-¿No deberías estar entrenando?-me preguntó nada más abrir la puerta en camiseta y bragas.

-Cúbreme. Tenemos que hablar-dije pasando sin que me invitara.

-Samantha, no...

-Buenos días, Sam.

Me giré por completo hasta la cocina para ver a Dylan en calzoncillos preparando el desayuno.

Me reí mirándole el culo para luego mirar a mi amiga.

-¿Estás con Dylan?-pregunté divertida.

-Si-me respondió él-¿Te quedas a desayunar?

-Dylan, cállate-susurró Savannah-¿Qué haces aquí, Sam?

-Necesito consejo.

-¿Estás escaqueándote de los entrenamientos?-me preguntó Dylan.

-¿Por qué?-pregunté.

-Blake no para de llamar para que te busque-dijo enseñándomelo-¿Quieres que le diga algo?

-Y tener a Melissa aquí, pero si no hablas con él, mejor.

-Bien-dijo cogiendo la llamada-Blake, no sé donde está. Si, enseguida, ¿puedes hacer que Melissa venga a mi despacho? Gracias-colgó-Está que se sube por las paredes.

-Ya, puede ser por mi culpa.

-¿Por qué tu culpa?-me preguntó Savannah.

-Me acosté hace dos días con Blake. Ayer me encerró y tú viniste a sacarme, llegué tarde, me castigó y le dije que se podía quedar en abstinencia.

-Ya era hora-sonrió Dylan.

-¿No se te ocurre algo más inteligente?-le recriminó Savannah.

-Blake lleva tres semanas comiéndonos la cabeza por ella, ¿sabes?

-Y cuando se tira a la piscina se da con el bordillo-dijo divertida Savannah.

-Voy a por Melissa.

Dylan salió de la cocina para recoger sus pantalones del sofá. Tras ponérselos junto con las botas, salió de la casa.

Savannah y yo seguíamos embobadas mirando como se había ido sin camiseta.

-¿Guapo, verdad?-sonrió como una tonta.

-Si-suspiré-Necesito tu ayuda Sav, no sé que hacer.

-Escucha, Blake siempre ha sido un playboy. En el instituto se tiraba a una distinta cada semana, y aquí idem. Pero todo ha cambiado desde que saliste del bosque.

-¿Qué tiene que ver el bosque?-pregunté.

-El día que entraste se acostó con una tía. Al día siguiente estaba de mala leche y de ahí el pinganillo.

-¿Me estás diciendo que tenía remordimientos?-pregunté incrédula.

-No ha vuelto a acostarse con nadie, su enfado desaparece cuando estás cerca y no es tan duro como antes-dijo escuchando la puerta.

-Mason va a aguantar la abstinencia-dijo Dylan seguido de Melissa-Mel, ¿desayunas?

-No, gracias-dijo llegando hasta nosotras-¿Qué es eso de que te has acostado con Blake?-me increpó Melissa.

Le conté todo y sacó las mismas conclusiones que Savannah y Dylan.

Después de desayunar, me despedí de ellos y me fuí con Savannah a la práctica de tiro con Carter.

Aún estaba vacía por lo que Blake no había terminado el entrenamiento.

-¿Alguien se ha escaqueado de su entrenamiento?-preguntó Carter divertido.

-Todavía puedo hacerlo en este-sonreí.

-Ni se te ocurra.

Tras el entrenamiento, Blake me esperaba en la puerta. Melissa se adelantó dejándome sola delante de él.

-¿Qué quieres?-dije bruscamente.

-No has ido al entrenamiento-dijo suavemente aunque de brazos  cruzados.

-Lo sé, estaba con Dylan y Savannah. Aunque eso ya lo sabías-dije pasando por su lado.

-No hemos terminado de hablar-dijo cogiéndome por el brazo.

-Yo si lo he hecho.

Me deshice de su agarre y me fuí de allí dejándolo plantado en su sitio.

Me reuní con James, Shane y Mel en el comedor.

La comida estuvo divertida para Melissa y mis dos amigos que disfrutaban con la guerra de miradas que teníamos Blake y yo. Al parecer a Dylan, Carter y Sav también les hacía bastante gracia.

Los dos entrenamientos siguientes fueron como los días anteriores.

Al volver a la casa me encontré con la puerta de mi habitación cerrada. Me dirigí al salón donde había visto a Blake bebiéndose una cerveza.

-Puerta.

-Ventana-respondió sin mirarme.

-Abre.

-¿Ahora hablas sin coherencia?-me miró.

-¿Quieres coherencia? Voy a dormir con Melissa. Si mañana no está la puerta abierta, la echo abajo.

Salí de la casa y me fuí a los barracones donde dormían los novatos.

Entré recibiendo las miradas de todos. James me llevó hasta el fondo donde ellos dormían. 

-Ha cerrado mi habitación con llave. Hoy duermo aquí-digo sentándome.

-¿Por qué ha hecho eso?-preguntó Mel.

-Me da igual-respondí.

Me levanté de la cama para quitarme los zapatos y los pantalones.

Una vez en bragas, cogí la almohada de repuesto que Melissa tenía en el armario y la eché al suelo entre laa literas.

-¿Vas a dormir en el suelo?-preguntó Shane.

-Y en bragas-afirmé.

Durante dos horas estuvimos hablando hasta que apagaron las luces.

Al día siguiente fuí al piso cuando supe que Blake ya había salido. Mi habitación seguía cerrada por lo que cogí una camiseta de Blake y me la cambié.

Tras abrir mi puerta de una patada para avisarle de que no me cabreara, me fuí directa a su entrenamiento.

Su cara de insomnio y de sorpresa al verme con su camiseta me hizo sonreír en ese momento.

Sam 1. Blake 0. Y una puerta menos.

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Que conste que subo por dejar de estudiar un rato. Tengo cero ganas de seguir estudiando filosofía.

Pero bueno, supongo que ahora tendré que merendar y dejar de estudiar. Un gran esfuerzo por mi parte, ¿sabéis?

Hahahaha os dejo amores, estudiad, merendad y No os olvidéis de sonreír.

Un amor de campamento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora