Deleitaros con tío bueno Blake en multimedia. Un regalo de mí para tú.
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Estaba de espaldas a la cama cuando escuché como Blake entraba en su habitación donde yo me había encerrado.
Al meterme en la habitación no me había acordado de que Blake tenía otra copia de la llave en la cocina.
Noté el colchón detrás de mí hundirse bajo su peso. Sus manos me atrajeron contra él apretándome en un abrazo.
Los dos tumbados haciendo la cucharita nos mantuvimos en silencio.
-Lo siento-escuché que me susurraba al oído-Fuí a hablar con el Coronel Grayson acerca de tí pero después me fuí a hacer mi turno en la sala de control con Adam-se explicó.
-Me has mentido-increpé-No puedes ir contándome mentiras si quieres que estemos bien más de dos días seguidos, Mason.
-Está bien-besó mi hombro-Lo siento.
Nos quedamos de nuevo en silencio pero Blake lo interrumpió. Otra vez.
-Te ves muy guapa cuando te pones celosa.
-¿Te has duchado hoy?-dije girando la cabeza para verle-No me gustaría pillar nada de esa zorra.
-Después del entrenamiento-sonrió-Pero no la insultes. Es una de mis alumnas.
-Una alumna que casi se carga a tu compañera de piso junto con sus amiguitos-comenté.
-¿Quieres que lo hablemos con Grayson?
-Él ya lo sabe. Todo. Estuvimos hablando.
-Hablaré con él para que tome medidas. Las agresiones no se quedan en eso-me explicó.
-Eres un capullo.
Me dí la vuelta entre sus brazos y junté nuestros labios. La mano de Blake subió de mi muslo a la cintura que se veía porque se había levantado la camiseta mientras conseguía hacer chocar nuestras lenguas.
Suavemente y sin separar nuestras lenguas y labios, Blake quedó encima de mí manteniendo su peso con su brazo.
Me separé de él cuando su mano fue a bajar a mi zona íntima para seguir con el juego.
Confundido me miró a los ojos en busca de una respuesta.
-Me ha bajado esta mañana-respiré entrecortada por el beso.
Él maldijo algo entre dientes que me resultó gracioso.
Poco a poco se bajó de encima de mí para quedarse como estábamos anteriormente en cucharita.
Me reí al notar su erección en mi culo.
-Deberías darte una ducha bien fría.
-Yo también lo veo.
El malhumorado Blake entró en el baño tirando la camiseta en una esquina antes de cerrar la puerta.
Al abrir el agua ni siquiera sonó el calentador.
Me reí al imaginarme a Blake duchándose con agua fría.
Cinco minutos después, me quedé sin habla cuando salió del baño de su habitación.
Mojado, con solo una toalla en su cintura y enseñando toda su tableta de chocolate.
-¿Ves algo que te guste?-sonrió frente a mí.
-¿Podrías recoger mis bragas?Se me han caído por algún lugar cuando has salido del baño-dije conectando con sus ojos.
-Eres una pervertida, Sam-se rió-Déjame ponerme el pijama antes de que se te pierdan esas bragas.
Lo ví tirar la toalla para ponerse los calzoncillos dejándome ver su culo en todo su esplendor.
Se acercó a mí con una camiseta suya de mangas cortas y me hizo quedar al borde de la cama.
Lentamente desabrochó el botón de mi pantalón con su mirada fija en la mía.
Los bajó con cuidado y los deshechó en el suelo.
Sus manos volvieron al filo de mi camiseta.
Esta vez lo hizo mucho más lentamente rozando cada parte de mi torso, mi sujetador y mis brazos con sus nudillos.
Volvió a repetir el proceso para esta vez ponerme su camiseta.
Él me sonrió tirando de mí para volver a nuestra posicion original en cucharita.
Me estaba provocando. Sabía que él era mi punto débil y lo había utilizado para vengarse por el intento de sexo que no habíamos podido tener.
-¿Me intentas provocar?-pregunté en un susurro.
-Solo te he puesto el pijama-dijo inicentemente.
Él besó la parte superior de mi hombro -¿Puedes salir mañana del campamento?-pregunté tras un momento de silencio.
-Claro. ¿A dónde quieres ir?-preguntó curioso.
-Tú vas a ir a comprarme tampones y compresas.
Pude notar el respingo de Blake y me imaginé que se había puesto rojo como un tomate cuando no me dejó darme la vuelta en sus brazos.
-Vas a ir-dije antes de que dijera nada-Y no me digas que no. Buenas noches, Blake-dije acurrucándome más aún contra él.
-B-b-buenas noches, Sam-tartamudeó besándome el cuello.
Sonreí al saber que a Blake le daba vergüenza ir a comprar productos femeninos y poco después me quedé dormida.
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No me matéis, por favor. Solo podéis imaginar en vuestra cabeza como me asesináis para que os sintáis mejor.
Siento no haber subido antes pero he tenido que hacer en una semana como 4 ó 5 trabajos y estoy que no puedo más.
Y tenéis suerte de que esté lloviendo, de que esté mala y de que tenga tiempo de subiros.
Siempre os prometo subir pronto pero la universidad es una mierda. Así que os prometo que el próximo será un poco más de risa para que os deleitéis un poquito.
Os recuerdo como siempre que ¡No os olvidéis de sonreír!(=

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Un amor de campamento.
RomantizmTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...