Nos cambiamos poniéndonos los bikinis del ejército y los neoprenos. Blake había dicho que eran feos de cojones, pero se quedaba corto.
De vuelta a las lanchas, Savannah nos preparó exclusivamente a Melissa y a mí de que nos relajáramos o iba a ser bastante difícil.
Una vez todos delante de las lanchas que ya estaba una en el agua, Blake nos gritó mientras Savannah y Dylan echaban su lancha al agua.
-¡Tenéis que nadar hasta la lancha y volver!¡Al sonido del silbato!
La segunda zodiac avanzó un poco lago adentro y se paró un poco alejada de la otra zodiac por si sucedía algo a mitad de la travesía.
El silbato sonó haciéndonos movernos.
Noté que Allison se encontraba a mi lado izquierdo cuando nos metíamos en el agua.
Comencé a nadar aún con Allison a mi izquierda. Melissa no estaba a mi derecha pero íbamos en grupo.
Allison desapareció de mi lado quedándose un poco atrás pero ví que Lisa se acercaba peligrosamente.
Intenté nadar más rápido pero Lisa chocó conmigo haciéndome parar.
Ella también paró sonriendo y tiró de mi brazo hasta escuchar el ruido que esperaba oir.
Ella siguió nadando mientras yo me quedaba semi estática intentando mantenerme a flote.
Miré la lancha de Savannah y Dylan que estaba a unos metros.
-Nada, Sam, ya la matarás-me dije a mi misma.
Nadé hasta la lancha con un brazo y me paré junto a esta.
-¿Sav?-llamé.
-¿Samantha?-preguntó asomándose-¿Algún problema?
-¿Podrías decirle a Dylan que me eche una mano para subir?-le sonreí.
Dylan se asomó sonriéndome devastadoramente y me cogió por debajo de las axilas sin ningún esfuerzo hasta depositarme dentro de la lancha que ahora se balanceaba suavamente.
-¿Cansada de nadar?-preguntó sonriente.
-Claro, ¿me ayudas un momento a recolocarme el hombro?
-¿Quién te ha dislocado el hombro?-preguntó Savannah depositando una manta por encima de mis hombros.
-Si te lo digo, le clavo un cuchillo de mantequilla en el ojo-dije quitándome la manta-Dylan, por favor. A la de tres.
-Una, tres.
Dylan movió mi hombro recolocándolo sin llegar a tres. Gruñí demasiado fuerte y me tiré de espaldas al suelo.
-¡¿Qué ha pasado con el dos?!-dije respirando lo más hondo posible.
Savannah me rodeó con la manta.
-Suspendí matemáticas-sonrió.
Dylan se levantó para seguir vigilando la carrera y Savannah cogió el walkie talkie que empezaba a pitar.
-¿Qué?-preguntó.
-¿No se te olvida el rollo: coyote 3 a mariposa 11, responda?-sonó la voz de Carter.
-¿Qué quieres mariposa 11?
-Hemos escuchado a alguien gruñendo como un perro herido cerca de vuestra posición. ¿Ha pasado algo?
Extendí mi brazo a Savannah que me tendió el walkie talkie divertida.
-El perro herido tiene un brazo dislocado, mariposa.
Le devolví el walkie.
-Dinos que ha sido accidentalmente-respondió Carter con un tono serio.
-No creo que quiera clavarse un cuchillo de mantequilla a ella misma.
Ambos maldijeron al otro lado del aparato.
Pasé el resto del entrenamiento en la lancha hablando con Dylan y Savannah.
En cuanto terminaron y volvimos a la orilla, todos incluida Allison se preocuparon de lo que me había pasado.
Blake me separó del grupo para llevarme al edificio hospital del campamento mientras los demás recogían las cosas.
Tras pasar por rayos, la enfermera nos dejó solos en la habitación.
Blake suspiró arrascándose la nuca.
-¿Piensas decirme quién ha sido?
-Olvídalo, Blake.
-Samantha, primero los hematomas y ahora un hombro dislocado. Han conseguido sacarte del juego que es lo que querían.
-No te preocupes, me pasaré el tiempo de mi baja tomando el sol en la pista.
-Tenemos piscina, ¿sabes?
-Si me voy a la piscina no puedo crear envidia, ¿sabes?-sonreí.
-Señorita Dawson-entró el doctor-Blake, ¿por qué no me extraña?
-Ya sabes, Doc, trabajo duro.
-¿Qué no le extraña?-pregunté intentando integrarme.
-Que sea el primer instructor que traiga a alguien al hospital.
Blake se rió mientras el doctor firmaba algo en la carpeta que traía en las manos. Lo arrancó y me lo entregó.
-Tienes una semana de baja. Que tu instructor te explique las ventajas.
Antes de salir de la enfermería, el doctor me puso un cabestrillo y me mandó unas pastillas por si me dolía.
Una semana sin entrenamientos para ponerme morena y dar envidia a Allison y compañía.
Sería una muy buena semana.
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Un amor de campamento.
RomantizmTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...