Resultaba que el aeropuerto estaba algo lejos del campamento y el FBI había tardado bastante en mandar a alguien que se hiciera cargo de los terroristas.
Había tenido que soportar una entrevista con varios medios de la prensa porque me habían acorralado contra una pared.
Después de todo lo que había hecho en dos días resultaba patético que Collins me tuvieran que salvar de un par de periodistas.
A parte de que casi me detienen por resistencia a la autoridad los del FBI por negarle una declaración.
Cualquiera del avión podría decirle lo mismo que yo y yo no tenía ganas de responder sus estúpidas preguntas.
Creí que iba a morir en cuanto ví el campamento. Era el maldito sitio al que necesitaba volver.
Savannah me esperaba de pie junto a la bandera con el coronel Grayson.
Me bajé en cuanto el coche frenó y me tiré a abrazar a Savannah.
-Señor-dijo poniéndose seria con el coronel.
-Señorita Dawson-me estrechó la mano-Enhorabuena por su increíble trabajo.
-Gracias, pero sentía que tenía que ayudar-me justifiqué.
-La veo cansada-comentó-Vaya a descansar y saque un hueco para venir a mi despacho mañana. Hablaremos con más calma.
-Señor.
Savannah me acompañó hasta el apartamento donde se fue después de decirle varias veces que no iría al hospital a ver a Blake.
Pero sabía que mentía y en cuanto me duché por primera vez en tres días y me puse ropa decente, salí de la casa en dirección al hospital.
Me crucé con Melissa, James y Shane quienes sonrieron al saludarme.
Solo yo sabía su tapadera y seguiría siendo así para mantener el plan que llevaban a cabo todos los años.
Tras despedirme entré en el hospital y le pregunté a la enfermera por Carter y Blake. Me dijo la habitación y sus estados.
Carter se había despertado y gruñía a todo el que le hablaba. Blake aún seguía sedado.
Primero iría a ver a Carter quien estaba tumbado en la camilla con la pierna vendada y encima de un cojín.
Al menos estaba entretenido viendo un partido de fútbol americano en la tele.
-¿Es cierto que te han apodado el gruñón?-pregunté divertida sentándome frente a él en el sillón.
-Me tratan como a un bebé-gruñó.
-Gracias Samantha, me has salvado-ironicé.
-Gracias-sonrió.
-La próxima vez nada de tonterías. Tenía planes y me los jodísteis.
-Háblalo con el profesor, suele ser muy hablador-bromeó.
-Señor Bowls-dijo una enfermera entrando con una bandeja-Su cena y la medicación-dijo mirándome-Enhorabuena por su acto de valentía, señorita Dawson.
-Gracias pero no ha sido nada-me sonrojé.
-¿Acto de valentía?-preguntó Carter-¿Que ha hecho?
-Usted estaba sedado cuando han informado pero esta chica ha detenido un ataque terrorista de la Yihad en un avión de pasajeros-dijo la enfermera-Enhorabuena, de nuevo. Y usted tómese todo.
Tras regañar a Carter y salir de la habitación halagándome, Carter me hizo que le contara con pelos y señales lo que había sucedido.
Carter se mostró divertido durante el relato y me dejó irme en cuanto me sonó el teléfono.
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Un amor de campamento.
Storie d'amoreTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...