Pasamos el día entrenando los cuatro juntos pero nos separamos a la hora de la comida para cumplir mi castigo y estudiar un poco la carpeta que nos dieron ayer acerca de mecánica.
Blake nos citó después del último entrenamiento a los cuatro para que cumpliéramos el castigo por la broma del laxante.
Por la sonrisa que nos dió, íbamos a tener una noche movidita.
Tras quitarnos los monos, nos dirigimos a la pista de obstáculos.
Blake nos esperaba de pie junto a ella con Carter.
-Chicos-saludó Carter.
-Carter-saludé-Ellos son James, Melissa y Shane.
-Podéis empezar-sugirió Blake.
-¿Empezar el que?-preguntó Shane.
-El castigo tiene que ver con carrera continua-dijo Carter-Alrededor de la pista.
-¿Cuántas vueltas?-pregunté.
-Empezad-inquirió Blake.
Nos pusimos a correr mientras Blake y Carter se sentaban en las gradas. Dylan y Savannah se les unieron después.
Encima teníamos público que no nos prestaba ni atención.
Seguimos corriendo dando una y otra y otra vuelta. A la treinta y dos, Melissa se paró delante de los instructores.
-Yo no tengo la resistencia de James y Shane, ni el orgullo de Samantha-dijo sin aliento-No puedo más.
-Bien.
-¿Cómo que bien?-preguntó desconcertada.
-Y ahora viene el discursito-dijo Savannah riéndose.
-Flexiones. Aún queda castigo-sonrió Blake hacia Savannah-Y si no puedes más, abdominales, sentadillas o lo que quieras.
-La cuestión es que no te pares-imitó Dylan a Blake.
Melissa suspiró sin saber que hacer.
-Es muy irritante cuando quiere-susurré a Melissa al pasar por su lado.
Una risa cansada salió de su garganta mientras se tumbaba en el suelo.
James y Shane abandonaron poco después la pista para hacer flexiones.
Yo seguí corriendo como había dicho Melissa por orgullo.
-¿No quieres cambiar de ejercicio, Samantha?-escuché a Blake.
-No, estoy muy bien aquí.
Y una mierda. Estaba corriendo sin fuerzas y sin aliento solo por orgullo. Y ni siquiera sabía porque.
Dylan, Blake y Savannah se fueron corriendo dejando a Carter solo en las gradas.
Carter mandó a Melissa y a los chicos a sus habitaciones quince minutos después.
Después se acercó a mí para apoyarse de brazos cruzados en el palo de la canasta.
-Samantha, puedes parar.
-No es necesario-respondí pasando por su lado.
-Samantha, te ordeno que pares.
-Está bien-dije parándome en seco y caminando hacia él.
-Eres demasiado orgullosa. Vete a tu habitación.
Me despedí de él y salí de la pista.
Volví al piso. Una vez en el ascensor me quité la camiseta quedándome solo con el sujetador.
Blake me había dicho que en nuestra planta solo estábamos nosotros por lo que no me preocuparía.
Entré al piso encontrándome con Blake en la cocina. Me quedé paralizada al encontrármelo. No esperaba verlo allí.
-¿Duro entrenamiento?-preguntó divertido.
-Suave para mi gusto-dije apoyándome en la pared.
-Claro-dijo acercándose a mí divertido-No puedes ni mantenerte en pie. ¿Quieres que te ayude a ducharte?
Me separé de Blake que sonrió divertido y me perdí en la ducha.
Conseguí ponerme el pijama y salir con el pelo liso.
Blake veía la tele sentado en el sofá con una cerveza.
Me senté junto a él con la carpeta de mecánica.
Las piernas me temblaban de las 72 vueltas que le había dado a la pista.
-Te daré algo-me dijo Blake yéndose por el pasillo.
Le seguí con la mirada para saber que era lo que me iba a traer.
Apareció nuevamente con un bote de cristal con algo azul dentro.
Se sentó en su sitio y abrió el bote.
Tiró de mis piernas hasta dejarlas encima de su regazo y se echó la crema azul en las manos.
Comenzó a extenderla empezando por los pies.
Lentamente los masajeó subiendo al empeine y siguiendo con los gemelos.
Miré como los brazos de Blake trabajaban sobre mis piernas.
Él cruzó su mirada con la mía mientras subía por el muslo. Sus manos apretaron suavemente los abductores.
Blake sonrió cuando dí un respingo al notar sus manos cerca de mi culo.
Sonrió repetiendo el mismo proceso con la otra pierna.
Terminó rápidamente cerrando el bote y levantándose.
-Espero que te haya aliviado algo-dijo cogiendo un papel para limpiarse las manos-Me voy a acostar. Descansa los brazos. Mañana los trabajaremos.
Me quedé como una tonta en el sofá hasta que escuché la puerta de su habitación.
Suspiré antes de levantarme y meterme en mi habitación.
Me pondría música para estudiar intentando ignorar lo que había sucedido con Blake y sus buenas dotes de masajista.
******
Madre mía. Esto empieza a ponerse interesante, ¿verdad? ¿Qué pasará?
Espero que os esté gustando porque a mí sí y ya tengo casi escrito quince partes más.
Pero os dejo con las dudas que después a nadie nos gustan los spoilers indebidos.
Y claro... tengo que deciros que he subido este y el siguiente que lo subire mañana para avisaros de que probablemente notéis que no suba en unos días o tarde un poco más en subir porque voy a pintar en mi casa.
No preocuparos porque mientras tenga internet seguire aubiendo aunque a lo mejor tarde un par de días más.
Y termino aquí diciéndoos que muchas gracias por el apoyo aunque de momento sea poquito, pero de momento me conformo que os esté gustando.
Y no estaría de más pediros que si podéis votar o comentar me haríais muy feliz.
Un besito y os dejo el siguiente (=
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Un amor de campamento.
RomanceTras pasar la prueba inicial con mal pie, nuestra protagonista se ve envuelta en un castigo y parece que se ha convertido en el ojito derecho del jefe de su unidad en el campamento a pesar de lo duro que la trata. Ella tendra que aguantar el entrena...