Un amor de campamento.

Mentiras y una pelea.

Blake me hizo levantarme para la prueba porque llegaba tarde.

Efectivamente el reloj me lo confirmó y sin desayunar ni despedirme de Blake me dirigí al gimnasio.

-Que temprano llegas-me reprochó-Parker está evaluando. Tú solo puedes opinar.

-¿Hago las pruebas u opino?-pregunté.

-Haga su trabajo hasta que la llamen, señorita Dawson.

Me dí la vuelta para enfrentar a Blake con sus gafas de sol nuevas.

-Si, señor-respondí.

Antes de que me fuera, Melissa me agarró del brazo.

-Me gustan tus gafas, Blake. ¿No te las habremos escogido por aquí, no?

-A trabajar.

Sonriendo, Blake se fue a vigilar las pruebas. Melissa me dejó irme.

Acabé el día primera en la tabla de calificaciones ya que nadie podía dar mucho de sí pero muy cansada.

Todos nosotros nos fuímos a un bar a tomarnos algo para celebrar mi nota aunque en realidad era una excusa para salir del campamento e ir a beber cerveza.

Mientras Savannah, Melissa y yo estábamos sentadas en una mesa, los chicos estaban en la barra. Momento que aproveché para sacarle información a Savannah porque no podía quedarse en silencio por más tiempo.

-Habla Sav.

-No sé yo...

Una mirada bastó para que hablara.

-Blake no estaba trabajando-afirmó.

-¿Y qué estaba haciendo?-curioseé.

-No lo sé, pero si te puedo decir que Blake y Carter están de baja.

-¿Por qué le mentiría a Samantha?-preguntó Melissa.

-Para ocultarme algo-respondí amargamente-Si lo encontráis muerto algún día, ya sabéis donde vivo.

-¿En la cama eres igual de agresiva?-preguntó James uniéndose a nosotras con otra ronda de cervezas.

-Pregúntale a Blake.

Todos en la mesa miramos a Blake que rápidamente nos sonrió. Levanté mi mano con mi dedo corazón arriba y le sonreí. Él levantó el botellín brindando desde la barra.

-Creo que no ha entendido el significado-se rió Melissa.

-Lo entenderá cuando duerma solo esta noche-dije levantando el botellín-Por los cabrones de los tíos. James incluído.

-Ey, viniendo de tí seguro que es un piropo-se defendió.

-Eres el único capullo al que no mataría-le sonreí.

-Cuidado que me ruborizo, rubia-sonrió bebiendo.

-Lánzate con ella, James-dije haciendo que se pusiera más rojo aún-Te pone ojitos y tú no los pillas.

Agradecido por el consejo nos dejó en la mesa a mí y a mi cerveza.

¿Por qué los chicos nunca captaban los gestos que hacíamos para decirles que nos gustaban? Simple, son tíos.

Savannah se había ido a bailar con Dylan y Melissa al baño.

Sola. Como siempre.

En cuanto Melissa volvió, Dylan se acercó a nosotras con Savannah para decirnos que nos íbamos.

No me apetecía irme pero también era cierto que mañana tendría que volver a levantarme a las siete.

Habían ido en tres coches. El de Dylan, el de Blake y el de Shane.

Y la suerte era que todos iban repartidos en los otros dos coches dejándonos a Blake y a mí solos.

Salimos del aparcamiento dirigiéndonos a la carretera principal.

Estábamos a media hora del campamento porque era el sitio más cerca que había con alcohol.

Cuando estábamos llegando al campamento, me decidí a hablar con Blake.

-¿Tienes que decirme algo, Blake?-pregunté.

Él desvió la vista de la carretera hacia mí por un segundo.

-No, ¿quieres que te diga algo en particular?-dijo extrañado.

-Bien-respondí mirando por la ventanilla.

-¿Ocurre algo?-preguntó.

-Nada importante-mentí.

-¿Estás segura?-preguntó parando el coche en su plaza de aparcamiento del campamento.

-No.

Me bajé del coche y me dirigí al apartamento despidiéndome de mis amigos.

Blake me siguió a cierta distancia prudencial pero se vió interrumpido por alguien.

Yo seguí mi camino hasta toparme con otra persona.

-Vaya, vaya-dijo Allison quien estaba rodeada de su séquito-Si es la bromista con la mejor nota.

Sus palabras irradiaban ira y envidia.

Intenté irme sin hacerle caso pero me empujó contra la pared empezando a enfadarme.

-O me dejas irme...

-¿O qué Samantha? ¿Llamarás a Blake para que te salve? ¿O para tirártelo?-se burló.

Allison no lo vió venir pero mi puño impactó contra su cara haciéndola caer de espaldas al suelo.

Lisa se abalanzó sobre mí insultándome pero le lancé una patada a su estómago haciéndola caer de rodillas.

La tiré al suelo y me lancé sobre ella pegándole.

Unas manos me sujetaron de la cintura separándome de Lisa. Savannah intentó calmarme.

Dylan y Savannah intentaban calmarme mientras Blake se llevó a Allison y a Lisa hacia el hospital del campamento.

Los demás del grupo de Allison se habían ido asustados.

Me revolví nuevamente en los brazos de Dylan quien no me soltaba por precaución y escuché como Savannah me gritaba de una forma no muy bonita.

-¡Samantha, relájate!-me gritó por undécima vez.

Mi cuerpo reaccionó paralizándose. Estaba colmada de ira que era lo que me hacía que no me diera cuenta de que Savannah y Dylan estaban allí.

Las palabras de Allison se esfumaron de mis pensamientos haciendo que me percatara de que estaba llorando.

-Yo...

Me eché a llorar refugiándome en el pecho se Dylan quien seguía sujetándome pero esta vez más suave.

-Sam, cariño, ¿qué ha pasado?-preguntó Savannah.

-La próxima vez la mataré-fue lo único que dije.

Me llevaron al hospital para que miraran si tenía algo pero a pesar de que les dije que no les había dado tiempo tuve que soportar un chequeo.

Sin obtener resultados, el doctor me dejó que me marchara.

Me dijo que me esperaba alguien en la puerta y me dirigí a ella esperando que fuera Blake.

Para mayor error, en la puerta estaba un soldado que me avisó de que el coronel Grayson quería hablar conmigo.

Tendríamos un día redondo si conseguía salir con un castigo de aquel despacho.

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Madre mía que rebeldilla está nuestra Sam. Pero para rebelde yo que como estoy aburrida en la autoescuela os estoy subiendo este capítulo ;)

Este os lo regalo para dejaros con más intriga hasta el próximo amores. Lo siento, pero también tengo que ser un poquito mala jiji.

Y No os olvidéis de sonreír! (=