Otra Vez Él - Pierre Gasly

La Carta.

Pierre POV.

Milton Keynes, UK.

Jul está jugando en el simulador y con eso yo intento escribir varias notas en mi libreta tratando de volverme a memorizar Silverstone en mi cabeza. La veía intentando meter los cambios mientras se escuchaban los clicks del volante cada que cambia de velocidad, que chica...

Pase de páginas y comencé a escribir lo primero que se me venía a la mente mientras la veía de reojo. Me gusta tenerla aquí, en mi vida.

"Okay, lo admito. Te quiero mucho más de lo que me imagine. De hecho mucho más de lo que he querido a alguien.

¿Es algo raro? Es que aún somos muy jóvenes. No lo sé, digo tal vez. Es raro, y sabes que es raro tu también. Pero no es raro de "raro", raro de que no somos como las demás parejas a nuestra edad. Es raro que me entre tanto amor en el cuerpo, y es raro que me tengas completamente enamorado como tu me tienes.

Todos los días me pregunto si en algún momento esto se acabará y no me volveré a sentir así, porque probablemente sería lo peor que podría pasarme en mi vida. Pero nunca pasa, porque cada vez que te veo me enamoro más.

Aunque a veces yo también soy raro, por no admitir que siempre lo he sido.

Las palabras no me alcanzan nunca para explicarte lo mucho que me haces sentir y cuanto te quiero para mi. Incluso cuando creo que te has dado cuenta de todo lo que estoy llegando a sentir por ti.

Si Julia Hernandez, estoy seguro que si lo sabes."

Y tuve que parar de escribir en el momento que escuche cómo se quejó de que chocó por segunda vez en el simulador.

Se quitó sus audífonos y salió de la pequeña cabina que tengo en una de las habitaciones de la casa y caminó hacía mi.

-Gracias- dijo sentándose encima de mis piernas abrazándome del cuello.

-¿Ahora porque me agradeces?-

-Por haber aparecido en mi vida-

Sus palabras comenzaron a sentirse junto con mi corazón una oleada de sentimientos que no sabía ni cómo describir, la tenía que abrazar mucho más a mi pecho, mucho más a mi, no quería que se fuera nunca más de mi vida.

-¿Vamos a cocinar algo?- dijo levantándose en dirección a la puerta.

-Claro nena, ahorita te alcanzo- dije.

Ella asintió y salió por la puerta, no pude evitar soltar un suspiro. Se estaba metiendo en cada parte de mi que hasta me daba miedo admitirlo.

Tome la libreta y arranque la hoja del cuaderno, la doble y la metí en uno de los cajones del buró de noche.

-Te quiero Julia, de una forma en la que nunca había querido a nadie en mi vida-

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