Capitulo 43

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Lunes, 9 de Enero del 2023.
Woking, Reino Unido.

Pierre POV.

—¿Te gusta tu departamento en Woking?— me pregunta Charlotte mientras caminamos hacía una oficina.

Su mensaje de ayer en la tarde me dio a entender que decirle que no a Charlotte Sefton era ganarte un pase fácil para ganarse un odio por todo el equipo de Mclaren. Y yo ya tenía tal vez a más de la mitad del equipo en mi contra, contando también a mi compañero de equipo y mi community manager.

—Si, un cambio de lugar no viene nunca mal— digo con una sonrisa ladeada. — ¿A qué vine realmente? Sabes que no puedo ver nada de comunicación sin Martin—

Muy dentro de mi puedo jurar que estoy rodando los ojos cuando digo su nombre. Odio que Martin este detrás de cada una de las decisiones que tomo, se que tiene una gran voz pero el principal soy yo, no ellos.

—En un minuto lo comprenderás— Asiento.

Llegamos al final del pasillo y la puerta de vidrio opaco está cerrada.

—Pasa— dice Charlotte antes de mover la puerta para dejarme pasar.

Le sonrió en respuesta y en el momento que volteo a ver la sala la veo. Estoy seguro que la veo, no es un puto sueño nuevamente. Mi corazón se va al momento del beso en año nuevo y siento la punzada de nuevo instalándose en mi pecho como ese día.

La voz de Charlotte suena de nuevo en el aire.

—Por el bien de mi salud mental y la de todo el equipo de Mclaren necesitamos que arreglen las cosas o lleguen a un acuerdo donde puedan existir los dos en los mismos veinte metros a la redonda — No dejo de ver a Charlotte — Tienen una hora y media para arreglar sus problemas. No me importa que pase aquí dentro, nadie puede salir o entrar.—

Mi cabeza comienza a sonar y sonar sus palabras porque no logro comprenderlas hasta que escucho como suena el seguro de la puerta. Mierda, Charlotte nos dejó encerrados de verdad.

La veo y veo a mi alrededor con la gran sala de conferencias. Tomó el asiento frente al suyo. Veo mi celular, la vida me ha regalado una hora y media para arreglar algo que tal vez no quiero arreglar desde que comenzó el año.

Analizo su rostro y la veo cansada.

—¿Estás bien?—

Me sigue importando.

No me contesta. En cambio la veo girar por su bolso y veo como saca algo. No entiendo nada hasta que veo como desliza un libro negro. Pero no tardo mucho en reconocerlo. Siento como mis ojos saltan de su lugar en el momento que lo veo, pongo mi mano encima de este y la atraigo hacía mi.

El hormigueo recorre todo mi cuerpo y la ansiedad se abre paso a lo que estoy sintiendo. Todos mis sentimientos de un hace un par de meses hasta este momento se encuentran escritos en ese par de hojas.

—Tu tienes mi libreta negra...— logró decir con un temblor en mi voz. —¿Cómo llego a ti?—

—No lo se, simplemente llego hasta mi casa en una de las cajas que me traje de Mónaco—

El silencio inunda la habitación. No se que decir, no se que pensar. Me he desahogado tanto escribiendo que me da miedo tratar de recordar todo lo que en algún momento escribí. Escribí llorando, escribí feliz, escribí frustrado, harto y sin esperanzas.

—¿Lo leíste?— preguntó en el momento que detengo el cuaderno de mi lado.

No se si quiero escuchar o no la respuesta. Pero algo dentro de mi necesita saberla.

Otra Vez Él - Pierre GaslyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora