Otra Vez Él - Pierre Gasly

Capitulo 38

Martes, 27 de Septiembre del 2022.
Marina Bay, Singapur.

Pierre POV.

Veo como entra a mi cabina y se deja caer en el sillón mientras yo estoy sentando en la cama de masaje viéndola. Aún incrédulo que sea quien yo pienso la que está sentada enfrente de mí. Tiene su camisa naranja de Mclaren y esa falta en tono gris oscuro que me mata mientras me deja ver esas piernas, con mi atenta mirada veo como las cruza.

—Leclerc me dijo todo— dice tomando toda mi atención.

—¿Qué?— pregunto sin entender nada.

—Si, Leclerc me contó todo, desde cómo comenzó la apuesta hasta cómo has estado días llorando por mi ausencia en tu vida— dice con una estúpida sonrisa en su rostro. —No puedes vivir sin mi Pierre Gasly— me gusta como suena mi nombre de su voz.

—¿Leclerc te ha contado todo entonces?— le pregunto y ella solo asiente mientras la veo caminar hacía mi.

No puedo evitar creer que todo esto es un sueño, pero se siente tan real en el momento que la abrazo contra mi pecho y la levantó junto conmigo.

—Lo lamento nena, enserio. Te prometo que no volverá a pasar, te quise explicar tantas cosas y nunca pude de verdad— digo casi al borde del llanto teniéndola a ella en mis brazos.

Volte hacía abajo para verla otro segundo más y ha desaparecido.

No, no, no. Mierda no. Otra vez no. Comienzo a mirar a todos lados y todo comienza a derrumbarse a mi alrededor nuevamente. Mierda no.

Aprieto mis ojos más fuerte porque el dolor de cabeza ha vuelto. Cuento en voz alta, uno... dos... tres. Me despierto en mi habitación de hotel a oscuras, creo que he gritado un poco  mientras busco con desesperación el botón de la lámpara de noche.

—¿Estás bien?— escuchó la voz de Kate en la habitación mientras aún está todo oscuro.

La luz de la habitación se prende y puedo ver a Kate en pijama parada al lado del interruptor mientras me ve.

—¿Nuevamente tuviste una pesadilla?—

No era la primera vez que la tenía y ella me escuchaba. De un momento a otro eran mucho más recurrentes.

—Las odio— le digo mientras me intento sentar en la cama.

Había sido idea de Martín el que cada que fuera un Gran Premio ella durmiera en mi cuarto pero en habitaciones separadas. Por primera vez estoy agradecido de que él tuviera esa idea, el tener a alguien cada que estaba en lo más bajo lo agradecía.

—¿Has intentado escribir lo que sientes?—

¿Eres adivina Kate?.

—Cada que algo me atormenta lo hago, siento como si pudiera quitarme un peso de encima en el momento que lo hago— me dice con una sonrisa aun en la pared al lado del interruptor.

¿Escribir?. Mi memoria me recuerda al momento que le escribí una carta a Jul mientras ella jugaba en él simulador arruinando mis estadísticas totalmente.

—Eso no funciona, la ultima vez que lo hice solamente hizo que el sentimiento aumentará—

Aumentó en el momento que sentí que la perdí, pero el sentimiento nunca se fue. Mierda, Julia nunca se ha ido lejos de mi. Pensé que el momento que me destrozó mi corazón dejaría de estar ahí pero no, ha sido inutil.

—Bueno, cada quien busca como poder afrontar sus sentimientos cómo se pueden— dice alzándose de hombros. — Si no necesitas nada más, me puedo ir—