Capítulo 1

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La cafetería bullía de actividad en el centro de National City, encajada entre una librería de segunda mano y una panadería en una pequeña calle lateral a la que daban sombra los altísimos rascacielos que tapaban el cielo. Lena había tropezado con ello por casualidad, estirando las piernas mientras intentaba deshacerse de parte de la energía inquieta que le había dificultado concentrarse desde detrás de su escritorio.

ㅤㅤNormalmente, habría almorzado en la oficina, sin apenas tomarse un respiro de su trabajo para zamparse lo que le trajera su ayudante, pero el día era intempestivamente cálido para principios de enero, aunque no lo suficientemente cálido, y el cielo era de un azul pálido sin nubes que se reflejaba en mil ventanas, casi doloroso de mirar. Ansiosa por escapar del ligero frío, tan envuelta en sus capas como estaba, Lena había pasado por delante de la pequeña cafetería y había retrocedido antes de colarse dentro.

ㅤㅤPidió un café solo y un panecillo con todo, y se las arregló para encontrar una pequeña mesa junto a la ventana; la pálida luz del sol se colaba a través de las persianas y le calentaba las manos mientras desempaquetaba su ordenador portátil y su cuaderno Moleskine, una carpeta de manila con documentos ordenados, y trabajaba en silencio, tapando el ruido de la cafetería a su alrededor. Las voces balbuceaban y el sistema de calefacción y aire acondicionado emitía ráfagas de aire caliente. Lena bebía su café y no prestaba atención a los niños que chillaban, tratando de equilibrar la silla con las piernas desiguales mientras su trabajo la consumía.

ㅤㅤContenta de quedarse más tiempo del que normalmente hubiera estado, con su atención puesta únicamente en su trabajo, Lena terminó su panecillo y revolvió los documentos, buscando uno en particular para cotejarlo con las cifras que aparecían en su pantalla, cuando un ligero golpe en su hombro rompió su concentración. Con la frente fruncida, Lena parpadeó sorprendida al ver a una mujer rubia junto a su mesa y alzó las cejas.

ㅤㅤCon una sonrisa tímida, jugueteando nerviosamente con los dedos, habló por encima del sonido del café para hacerse oír, agachándose ligeramente.

ㅤㅤ—Perdone, no quiero interrumpirle, pero ¿le importa que me siente aquí? Si el asiento no está ocupado, quiero decir.

ㅤㅤLa mujer rubia apoyó una mano en el respaldo de la silla vacía frente a Lena y levantó las cejas expectante, mordiéndose el labio mientras sus ojos azules se llenaban de esperanza. Su voz era sorprendentemente dulce, a pesar de la evidente ansiedad de sus palabras, y Lena la miró fijamente mientras seguía hablando.

ㅤㅤ—Sólo que, bueno, no hay más mesas libres.

ㅤㅤMirando alrededor de la sala, Lena comprobó que sus palabras eran ciertas, cada mesa estaba ocupada por otra persona; amigos charlando, universitarios estudiando, madres con sus hijos y hombres de negocios trajeados tomando un café. Al darse cuenta de que la mujer seguía esperando una respuesta, los ojos de Lena volvieron a dirigirse a ella y se enderezó en su asiento, buscando su papeleo esparcido por la mesa mientras lo apilaba ordenadamente.

ㅤㅤ—Oh, sí, claro. No está ocupado.

ㅤㅤLena, que no era la persona más accesible del mundo, se sorprendió ligeramente de que le preguntaran, pero no quiso ser grosera con la mujer. De todos modos, pronto se pondría en camino, la necesitaban en la oficina para reuniones y llamadas telefónicas y aún más papeleo.

ㅤㅤ—Gracias —dijo la mujer con una brillante sonrisa, con los ojos arrugados tras las gafas.

ㅤㅤAsintiendo con la cabeza, Lena acercó el portátil a ella y tecleó rápidamente las notas mientras la mujer se sentaba, la silla raspando el suelo al acercarla a la mesa. Fingiendo que estaba concentrada en su portátil, Lena miró subrepticiamente a la mujer por encima de la pantalla, observando cómo sacaba un libro y lo abría por una esquina con las orejas abiertas, encorvándose ligeramente en su asiento mientras empezaba a leer en silencio.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora