Capítulo 2

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No fue hasta unos días después que Lena recibió una llamada telefónica de Kara. El sol acababa de ponerse, el cielo tenía el color de un moratón más allá de la línea del horizonte mientras mil pinchazos de luces amarillas iluminaban la oscuridad, la ciudad nunca duerme, ni siquiera en el frío de pleno invierno, cuando las noches son amargas y hay una sensación palpable de pereza en las calles.

ㅤㅤPero no para Lena, que se encerraba en su despacho con aire acondicionado durante al menos doce horas al día, hablando por teléfono y discutiendo con los miembros del consejo mientras rehacía los mismos planes una y otra vez, hasta que eran perfectos. Una cálida brisa cortaba el frío de su despacho, entrando por una rejilla de ventilación mientras ella subía la calefacción, y estaba ocupada en su mesa, iluminada por luces fluorescentes mientras leía los números del último trimestre, dejados en su mesa por Sam, su directora financiera.

ㅤㅤYa había enviado a Jess a casa por la tarde, pensando que no tenía sentido hacer que su asistente sufriera un horario insoportablemente largo para estar a su disposición, y Lena era libre de pasar toda la noche allí, terminando las últimas cifras y trabajando en una propuesta. Nadie más que los conserjes y la seguridad ocupaban el edificio después de las cinco, a menos que hubiera un plazo de entrega del departamento, y a Lena le gustaba la tranquilidad de la oficina.

ㅤㅤHasta que su teléfono móvil empezó a vibrar sobre su mesa, con un número desconocido iluminando la pantalla. Era el número privado de Lena, que se daba a los empleados importantes, a los clientes y a los conocidos, y Lena estaba irritada cuando cogió el teléfono y contestó.

ㅤㅤ—¿Hola? —contestó sin rodeos, con un tono que delataba su impaciencia por ser molestada.

ㅤㅤHubo un momento de silencio al otro lado antes de que una voz dijera su nombre con vacilación.

ㅤㅤ—¿Lena?

ㅤㅤLena se sintió como si la hubieran mojado con agua fría, y se enderezó inmediatamente en su silla cuando la familiaridad la invadió. Abriendo y cerrando la boca mientras tanteaba, Lena se aclaró suavemente la garganta y se pasó una mano por el pelo, maldiciéndose en silencio.

ㅤㅤ—¿Kara? —Lena respondió con cautela, su tono mucho más cálido mientras una tímida sonrisa curvaba las comisuras de su boca.

ㅤㅤ—¡Hola! Sé que es un poco de última hora, pero estaba pensando en ir al cine y me preguntaba si querías venir. Si estás ocupada, puedo llamar en otro momento.

ㅤㅤA Lena se le revolvió el estómago y abrió la boca para intervenir, pero Kara seguía balbuceando nerviosamente y tuvo que esperar a que se desdijera. Tenía las palmas de las manos húmedas y el corazón le latía rápidamente, y Lena se sintió completamente estúpida mientras reprimía una sonrisa, escuchando el sonido de la voz de Kara.

ㅤㅤ—Me encantaría, en realidad estoy saliendo de la oficina —mintió Lena, cerrando su portátil y poniéndose en pie.

ㅤㅤNo estaba haciendo tal cosa, hasta ese mismo momento, recogiendo rápidamente los montones de papeles y volcándolos en el cajón superior de su escritorio. Sacó su bolso de uno de los armarios perfectamente integrados en las paredes, metió el portátil dentro y se aseguró de tenerlo todo, Kara seguía en la otra línea mientras le daba instrucciones.

ㅤㅤ—Genial. Nos vemos en la puerta del cine de la calle treinta y tres.

ㅤㅤColgaron y Lena se aseguró de que todo lo importante estaba guardado bajo llave, la emoción hacía que su respiración fuera superficial y, con una ligera preocupación, se preguntaba qué le pasaba a ella misma. Aquí estaba, dejando el trabajo antes de tiempo por primera vez en mucho tiempo, por una mujer que ni siquiera conocía. A Kara le había bastado una breve llamada telefónica para sacar a Lena de la oficina, y era tan alarmante como emocionante.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora