Capítulo 19

2.5K 236 15
                                    


El domingo llegó con la luz dorada del sol cuando se levantaron tarde, y Lena le sonrió a Kara mientras sorbía su té verde, con los ojos brillantes al ver a Kara moverse por la cocina, añadiendo feta y tomates secos a los huevos que estaba revolviendo en una sartén.

ㅤ⠀ㅤ—¿Qué? —preguntó Kara cuando la sorprendió mirando.

ㅤ⠀ㅤ—Tengo que hacer algunos recados hoy, si quieres acompañarme.

ㅤ⠀ㅤ—Claro. ¿Qué vamos a hacer?

ㅤ⠀ㅤ—Le pedí a Jess que organizara unas cuantas visitas a apartamentos ayer. Ya sabes, porque dijiste que estabas pensando en buscar un lugar.

ㅤ⠀ㅤKara le dio una sonrisa desigual, levantando la cabeza mientras arqueaba una ceja.

ㅤ⠀ㅤ—Creo que mi presupuesto va a ser mucho más bajo que tus estándares. Estamos hablando de rejas en las ventanas y cableado eléctrico de los años treinta.

ㅤ⠀ㅤPoniendo los ojos en blanco, Lena inclinó la cabeza hacia un lado.

ㅤ⠀ㅤ—Todavía podemos ir a mirar. Será divertido.

ㅤ⠀ㅤ—Claro. Será mejor que primero busque un lugar antes de decírselo a Alex; no se sentirá tan culpable si lo hago yo. Sé que si no, nunca lo hará —reflexionó Kara mientras ponía huevos en dos platos—. ¿Cuándo es la primera función?

ㅤ⠀ㅤ—A las once. Sólo hay cuatro.

ㅤ⠀ㅤAsintiendo con la cabeza, Kara tomó asiento a su lado y desayunaron en la cálida cocina mientras la luz del sol se acumulaba dorada en el suelo. Iba a ser un día sofocante y Lena se puso un vestido de lino de manga corta después de ducharse, se recogió el pelo en un moño suelto y se puso unas gafas de sol enormes mientras esperaba a que Kara terminara de arreglarse.

ㅤ⠀ㅤTras introducir la dirección en los mapas, Lena las condujo hasta el primer apartamento, en un modesto barrio de edificios altos con cafeterías veganas, boutiques y un parque para perros en la esquina. Kara frunció el ceño mientras bajaba del coche y seguía a Lena hasta las puertas de cristal, agitada mientras Lena pulsaba el timbre y conferenciaba con el hombre que respondió antes de que las dejaran entrar.

ㅤ⠀ㅤEl apartamento estaba en la tercera planta, un estudio sin ningún tipo de mobiliario. Era moderno y limpio, con el suelo de madera oscura y las paredes pintadas de un suave color crema que brillaba con la luz del sol que entraba por las altas ventanas. Lena curioseó mientras miraba el baño y levantó la vista cuando Kara le tocó el codo, con una mirada nublada mientras sus mejillas se volvían rosadas.

ㅤ⠀ㅤ—Lena —susurró Kara—, no puedo permitirme un lugar así.

ㅤ⠀ㅤ—No te preocupes —le aseguró Lena, dedicándole una pequeña sonrisa—. Sólo tienes que ver si te gusta.

ㅤ⠀ㅤ—Sí me gusta, pero... ¿cuánto cuesta el alquiler?

ㅤ⠀ㅤ—Veinticuatro mil al mes.

ㅤ⠀ㅤKara se resistió ante la perspectiva y Lena hizo una ligera mueca. Jugueteando con los dedos, Kara escuchó cómo el hombre se explayaba sobre las instalaciones y el contrato de alquiler, antes de que Lena le diera las gracias cortésmente y los dirigiera hacia la salida.

ㅤ⠀ㅤEl segundo estaba en una calle más sucia, con un bar de karaoke dos edificios más abajo, grafitis que alegraban los callejones y tiendas de tatuajes y de películas para adultos dispersas entre la farmacia y el 7/11. Este apartamento era compartido, una joven que hacía prácticas en un bufete de abogados local le mostraba a Kara el dormitorio de la caja de zapatos de repuesto entre el desorden de sus propias pertenencias. El alquiler era la mitad del precio del otro lugar y pudo ver que Kara lo consideraba antes de que las llevara al tercero. Era de un solo dormitorio, un poco estrecho pero más privado que el estudio, a pesar de la sensación de antigüedad setentera del lugar.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora