Espera que vuelva a casa [Supercorp]

Capítulo 23

La última semana pasó en un abrir y cerrar de ojos, tan llena de actividad que en realidad nunca pudieron pasar tiempo a solas que no estuviera ocupado en el inevitable despliegue de Kara de alguna forma o manera. Lena había vuelto a la oficina durante la mayor parte de la semana, limitándose a jornadas de trabajo más cortas para poder seguir viendo a Kara, que había estado empaquetando su habitación en casa de Alex y llevando cajas de un lado a otro de la casa de Lena en el Tesla.

ㅤ⠀ㅤAparte de las grandes reuniones de negocios, Lena había pasado cada momento con ella, intentando no dejar que el desorden de Kara la volviera loca mientras añadía sus propios libros a la biblioteca meticulosamente organizada de Lena en orden aleatorio, colgaba su escasa selección de ropa en el armario de diseño sin ninguna categoría ordenada y abarrotaba la ducha de Lena con sus productos de baño favoritos. Fue un gran ajuste vivir con otra persona, pero Lena valoró los comentarios mordaces y los destellos de irritación durante la semana, sabiendo que pasarían meses antes de volver a experimentarlos.

ㅤ⠀ㅤEsa semana invitó a los amigos de Kara a cenar, contratando a un chef privado para que cocinara para todos ellos -Nia y Querl vinieron, así como el antiguo mentor de Alex, J'onn- y pasó las pausas para comer reuniéndose con Kara en la cafetería en la que se conocieron, o en la galería de arte o en un pintoresco parque para dar un paseo, intentando llenar los últimos días de Kara de color, vida y risas. Había un montón de fotos para saborear y capturar los recuerdos, y estaba agradecida por la vieja cámara de Kara, sabiendo que le ofrecería un pequeño consuelo al recordar los buenos momentos antes de irse.

ㅤ⠀ㅤSin embargo, la última noche fue insoportable. Kara había ido a casa de Alex durante un par de horas, sola, para arreglar las últimas cosas. Lena no preguntó qué, tenía demasiado miedo de saber qué arreglos se habían hecho, por si acaso. Pero agradeció ese pequeño respiro y se encerró en su despacho, tratando de concentrarse en las hojas de cálculo mientras fruncía el ceño y parpadeaba y trataba de tragarse la nauseabunda piedra que tenía en el estómago y que había sido un elemento permanente durante los últimos siete días. Había intentado ignorar los preparativos, en su mayor parte, tratándolo todo como una especie de viaje de negocios que Kara estaba haciendo, pero la realidad era aterradora. La llenaba de mucho miedo, dejándola entumecida, pálida y callada. Por mucho que intentara ignorarlo, por la mañana Kara se iría.

ㅤ⠀ㅤHabían salido a comer fuera todas las noches -salvo la cena- a todos los restaurantes y lugares de comida para llevar favoritos de Kara, y para esa última noche se habían amontonado en un viejo libro en el restaurante chino en el que habían comido juntas por primera vez. Una última comida juntas las cuatro. Más tarde, esa noche, se quedaron las dos solos, y Lena estaba decidida a que fuera una última noche significativa.

ㅤ⠀ㅤLlenó la profunda bañera con sales aromáticas y burbujas, el vapor subía de la superficie y hacía sudar los azulejos del baño, cogió dos tenedores para la porción de tarta de chocolate y nueces que había encargado a Jess en una pastelería de lujo del centro de la ciudad, y acompañó a Kara a la bañera para que se deleitara con los tranquilos tonos de los primeros discos de Coldplay.

ㅤ⠀ㅤLena se contentó con sentarse en el suelo del baño con una copa de vino, sólo para estar cerca de ella mientras pudiera. Observando las mejillas de Kara, suavemente sonrosadas, y la forma en que su pelo húmedo se enroscaba contra su cuello y su frente, la visión de ella sin las gafas puestas y la pequeña cicatriz en medio de la frente, todo memorizado hasta que Lena se sintió satisfecha de poder dibujarla de memoria. Era una tontería, sabiendo que llegarían a FaceTime la una a la otra y que tenía tantas fotos de Kara, pero la tranquilizaba saber que estaba tan arraigada en la mente de Lena que nunca la olvidaría, por mucho tiempo que pasara.