Capítulo 43

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A la mañana siguiente, el despertador de Lena sonó temprano y ella intentó apagarlo antes de sentarse y pasarse una mano por la cara. Al estirarse, bostezó ampliamente, con un chasquido en la mandíbula, y sintió el profundo cansancio de un sueño profundo acortado tras una noche de llanto. El álbum de fotos estaba fuera de su alcance, en la mesilla de noche, y lo cogió, hojeando ociosamente las páginas mientras su corazón se estremecía antes de dejarlo en el suelo y salir de la cama.

ㅤ⠀ㅤAlisando las sábanas y abriendo las cortinas, se puso la ropa de deporte y se dirigió al sótano, donde hizo un entrenamiento de Muay Thai sola, con los auriculares puestos y la música a todo volumen para quemar la energía acumulada. Casi una hora más tarde, subió las escaleras, se limpió la frente sudorosa con una toalla pequeña mientras bebía un sorbo de agua con limón y trataba de respirar más despacio. Subió las escaleras para ducharse y prepararse para el trabajo.

ㅤ⠀ㅤSe puso un jersey negro de cuello alto y unos pantalones grises, se recogió el pelo y se maquilló, disimulando las ojeras y aplicando un pintalabios rojo oscuro, con la esperanza de que le ayudara a reunir su habitual confianza para su primer día de vuelta en dos semanas. Después de lavarse los dientes y de elegir un bolso y un abrigo a juego con su vestimenta, bajó a la cocina para dar de comer a Atenea y prepararse ella misma un tazón de muesli y sacarlo a su pequeño jardín.

ㅤ⠀ㅤTomando un té verde en el frío de la mañana, se quedó mirando los árboles sombríos, desdibujados en el tinte azul del crepúsculo, y el olor a podrido del otoño la envolvió mientras meditaba a solas. Atenea se unió a ella después de un rato, tumbándose a sus pies y disfrutando de la tranquilidad antes de que unos pasos en la cocina las molestaran a ambas.

ㅤ⠀ㅤMirando por encima del hombro, Lena vio la silueta de Alex en la puerta abierta.

ㅤ⠀ㅤ—¿Qué hora es? —Alex refunfuñó, dejando escapar un suspiro cansado mientras salía, descalza y abrazando su camiseta contra sí misma.

ㅤ⠀ㅤ—Las seis y media.

ㅤ⠀ㅤ—¿Por qué estás despierta tan temprano? ¿Por qué estás sentada fuera tan temprano?

ㅤ⠀ㅤPoniéndose en pie, Lena cogió su bol y su taza y se acercó a Alex.

ㅤ⠀ㅤ—Estaba desayunando antes del trabajo.

ㅤ⠀ㅤGimiendo, Alex la miró con dolor.

ㅤ⠀ㅤ—Por favor, no me digas que hoy vas a la oficina.

ㅤ⠀ㅤ—He estado fuera durante dos semanas; ¿sabes cuántos millones potenciales podría haber puesto en peligro para la empresa? Así que, sí, hoy voy a la oficina. ¿Qué más voy a hacer?

ㅤ⠀ㅤ—Tómate un día y procesa.

ㅤ⠀ㅤLena pasó por delante de ella, tirando el bol del desayuno en el fregadero y vertiendo los restos de té por el desagüe antes de limpiarse las manos en un paño de cocina. Lo dejó en la encimera con un suspiro y sus labios se torcieron por un momento mientras dudaba.

ㅤ⠀ㅤ—No necesito procesar nada; estoy bien.

ㅤ⠀ㅤ—Sí, seguro que eso significa algo. Deja que despierte a la psiquiatra residente a ver qué tiene que decir.

ㅤ⠀ㅤ—Muy gracioso —rio suavemente Lena, sus cejas se alzaron con diversión—. No te preocupes, puedes quedarte todo el tiempo que quieras. Pero no toques mi whisky.

ㅤ⠀ㅤPoniendo los ojos en blanco, Alex le aseguró que no lo haría y le dijo que volvería a la cama. Aun así, esperó a que Lena saliera primero, siguiéndola hasta la puerta, observando cómo se ponía un par de Louboutins negros y se retocaba el pintalabios en el espejo del pasillo antes de despedirse.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora