Capítulo 15

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El miércoles siguiente, el cosquilleo que había estado irritando la parte posterior de la garganta seca de Lena durante toda la semana se había convertido en un resfriado en toda regla. El despertador había sonado y Lena se incorporó con dificultad, con un fuerte dolor de cabeza detrás de los ojos, mientras le dolía todo el cuerpo y dejaba escapar una tos seca. Gimiendo, Lena echó las sábanas hacia atrás y se obligó a salir de la cama, tan aletargada que todo su cuerpo se hundió y le costó abrir los ojos.

ㅤ⠀ㅤSe había acostado más tarde de lo habitual, aunque no lo suficiente como para que sonara su alarma de emergencia, y después de bajar las escaleras, los pasos tambaleantes la marearon, se estremeció mientras caminaba hacia la cocina. Se sirvió un vaso de agua de la jarra refrigerada, se tomó dos pastillas y se apoyó en la encimera, con los ojos cerrados, mientras le invadía la extraña sensación de un sofoco, rápidamente sustituida por otro escalofrío. El suelo estaba frío bajo sus pies descalzos y se apretó los dedos fríos contra su ardiente frente.

ㅤ⠀ㅤDeliberando sobre si debía o no ir a trabajar, a pocos días del fin de semana, Lena dejó escapar un suspiro áspero, sabiendo que sólo sufriría por ello y acabaría perdiendo más días de trabajo la semana siguiente. Hacía mucho tiempo que había trabajado en exceso hasta el borde del agotamiento, que ningún café, zumo verde o multivitamínico podía mantener a raya, y con el cambio de estación, a medida que la primavera se acercaba al verano, la temperatura seguía siendo un poco confusa, ya que se deslizaba entre los chaparrones y el calor sofocante, Lena sabía que estaría tentando a la suerte para ir a la oficina. Agradeció que fuera después de la reunión trimestral de la junta directiva y no antes.

ㅤ⠀ㅤDecidida a regañadientes, volvió a subir las escaleras y envió un mensaje a Jess para que cancelara sus reuniones y se tomara el día libre, antes de volver a caer en la cama. Con fiebre y frío, se acurrucó bajo las mantas y se quedó dormida antes de darse cuenta, su mente la arrastró a la inconsciencia mientras su cuerpo de plomo se hundía en el ancho colchón. Las cortinas ocultaban el amanecer y Lena dormía con dificultad, con una fiebre que la quemaba mientras daba vueltas en la cama, con las mantas húmedas retorciéndose alrededor de sus miembros.

ㅤ⠀ㅤEl incesante zumbido de su teléfono la despertó justo antes de las doce. Acalorada y aturdida, Lena se incorporó con dificultad, parpadeando mientras se pellizcaba la nariz y buscaba el teléfono en la mesita. No comprobó quién era antes de contestar y acercarlo a su oído.

ㅤ⠀ㅤ—¿Hola? —dijo rasposamente, con la voz ronca y enronquecida.

ㅤ⠀ㅤ—Suenas muy mal. ¿Estás bien?

ㅤ⠀ㅤLena se recostó de nuevo en su pila de almohadas, medio arropada con las mantas en un charco sobre su cintura, mientras la voz tranquilizadora de Kara la bañaba.

ㅤ⠀ㅤ—Sí, sólo... supongo que estoy un poco agotada. Creo que estoy enferma de algo.

ㅤ⠀ㅤ—¿Estás bien? ¿Qué es? ¿Gripe? No fuiste al trabajo, ¿verdad?

ㅤ⠀ㅤSonrió con desgana ante la preocupación en la voz de Kara, se apartó los mechones de pelo húmedos de la cara mientras el sudor se acumulaba a lo largo de la línea del cabello. Sus pálidas mejillas estaban enrojecidas y Lena tenía la boca seca mientras se lamía los labios agrietados.

ㅤ⠀ㅤ—Nada grave; sólo un ligero resfriado y fiebre, creo. Y no, no estoy en la oficina; ni siquiera yo soy tan egoísta como para contagiar la gripe con tal de quitarme un poco de papeleo de encima.

ㅤ⠀ㅤ—Bien. Necesitas descansar y tomar líquidos.

ㅤ⠀ㅤ—No te preocupes —le aseguró Lena—. Estaré en casa de Al esta noche. A las siete en punto, como prometí.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora