Capítulo 40

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La semana que pasaron juntas en National City pareció pasar volando. Intentaron aprovechar todo al máximo, visitando galerías de arte y partidos de béisbol, pequeños restaurantes con algunas cabinas bañadas en luz roja donde bebían margaritas, y la bolera donde Alex casi hizo una partida perfecta y todas se emborracharon demasiado en Al's después.

ㅤ⠀ㅤTodo parecía tan normal que Lena no se atrevía a contar las horas que quedaban, hasta que sólo quedaban un puñado de ellas y la realidad la golpeó como una bofetada en la cara. Casi lo había olvidado, tan metida en su burbuja con Kara mientras dejaba que Sam atendiera las llamadas de negocios y se pasaba el día escuchando discos y aprendiendo a hacer tarta de manzana mientras Kara le contaba sus dolorosas historias, pieza a pieza. Hasta que llegó el día anterior a su regreso.

ㅤ⠀ㅤLena fue la última en despertarse, el aire fresco y el cielo gris le decían que estaba a punto de amanecer, y tanteó la cama vacía en busca de Kara, encontrando su lado frío. La sensación de despertarse sin ella casi la dejó sin aliento por el dolor que le producía y tuvo que obligarse a seguir adelante, alisando las sábanas y abriendo las cortinas mientras intentaba no pensar en el tiempo que pasaba.

ㅤ⠀ㅤBajando las escaleras, sin la presencia de Atenea, puso el café en el fuego para prepararlo en la cafetera Moka y sacó el interior de dos aguacates para desayunar mientras esperaba el regreso de Kara. Había salido a correr la mayoría de las mañanas desde que estaba de vuelta, regresando sudorosa y cada vez más tranquila, antes de animarse de nuevo y permitirse disfrutar del resto de su permiso. Lena sabía que eran las pesadillas, pero ese era un tema que Kara evitaba cuando compartía historias de su tiempo en el extranjero.

ㅤ⠀ㅤEstaba en el exterior, bebiendo su café con una chaqueta de punto envuelta en su cuerpo mientras observaba las hojas otoñales esparcidas por su pequeño jardín, arrancando las malas hierbas de las plantas mientras un pájaro solitario cantaba desde uno de los altos árboles. El cielo estaba nublado y la mañana era fría, pero ella se quedó allí hasta que las garras arañaron el suelo de madera y Atenea empujó su nariz húmeda hacia la mano de Lena.

ㅤ⠀ㅤUna sonrisa se dibujó en su rostro y se giró para mirar hacia la puerta mientras rascaba al pastor alemán bajo la barbilla. Kara estaba apoyada en la puerta abierta, con unos pantalones cortos negros y unas zapatillas de correr, su cuerpo pálido y grisáceo por el amanecer, mientras estudiaba a Lena de cerca, con una mirada tranquila. Lena se acercó a ella, le cogió la barbilla y la besó con dulzura.

ㅤ⠀ㅤ—Dúchate; yo prepararé el desayuno.

ㅤ⠀ㅤSirvió café para las dos y sacó un paquete de salmón, esperando a que el sonido de la ducha del piso de arriba dejara de correr antes de poner las tostadas. Comieron en la encimera de la cocina y lavaron los platos después antes de que Kara la abrazara por detrás y le besara el costado del cuello, envolviendo a Lena en su calor.

ㅤ⠀ㅤ—¿Qué quieres hacer hoy? —preguntó Lena.

ㅤ⠀ㅤ—Mm, bueno, tengo que terminar de hacer la maleta esta mañana, pero esta noche esperaba que no dijeras que no a esta nueva exposición en la ciudad. Es sólo una pequeña de este nuevo fotógrafo -creo que te gustará- y luego tal vez una cena con Alex y Kelly...

ㅤ⠀ㅤ—Suena perfecto. ¿Quieres que haga las reservas para la cena? Algún sitio bonito para nuestra última...

ㅤ⠀ㅤKara le dio la vuelta en sus brazos y se acercó para apartar un pelo suelto de su cara y besarla rápidamente.

ㅤ⠀ㅤ—Claro, eso será agradable.

ㅤ⠀ㅤLena le devolvió el beso y sonrió con tristeza, mientras sus manos recorrían los brazos de Kara antes de pasarlas por detrás de su cuello.

Espera que vuelva a casa [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora