Las promesas tienen más valor que los juramentos
Félix
Estaba comenzando a preocuparme que Pan y Hazel aún no apareciesen, ya se habían perdido el desayuno.
—Hey, Jack —llamé a uno de los niños, este me miró con curiosidad—. ¿Viste a Pan o a Hazel?
—No, pero... —se detuvo, su rostro pasó de uno relajado a uno aterrado—. ¡¿Hazel, que te sucedió?!
Corrió chocando mi hombro, me volteé y ví la misma escena que Jack, estaba Hazel con un semblante relajado, pero con su vestido ensangrentado en la zona del abdomen.
—¿Hazel? —me dirigí lentamente hacia ella, no entendía, ¿y si Pan la lastimó?—. ¿Estás bien?
Los demás se acercaron también, Pan nos miraba con ambas cejas alzadas, lo miré, y este me observó con un semblante despreocupado. Sin duda él tenía algo que ver en esto.
—Madre, dime quién te hizo eso y le atravesaremos la espada —sentenció uno de los más pequeños.
Pan lo miró con un rostro de incredulidad.
—Si, dinos y lo acabaremos, ¿fueron los indios? —habló esta vez uno de los más grandes.
Pan lo miró con una ceja alzada.
¿Qué hiciste, Pan?
—No, chicos, no...
—¿Pero estás segura de que estás bien? —interrumpió Jey a Hazel, Pan no podía creer que sus niños estuvieran dispuestos a matar solo por haber lastimado a una chica que conocen hace unas semanas.
—Estoy bien, no se alteren, Pan ya se encargó de la herida —tranquilizó Hazel a los niños.
—Mejor cambia tu vestido por la ropa que te dió Pan —sugerí con un tono preocupado, no quería aceptarlo, pero le tomé cariño—. Limpiaré tu vestido para cuando quieras usarlo.
—Está bien, Félix, no es necesario que lo limpies tú, lo hará Peter, ¿no es así? —miró a Pan de forma divertida y este la miró receloso.
Luego de una pequeña lucha de miradas, Pan habló arrastrando las palabras con frustración: —Por supuesto.
Una nube de humo verde envolvió a Hazel, al disiparse, ella llevaba las prendas de niña perdida, que debo admitir que le quedan mejor, y su vestido lo tenía en sus manos ya todo limpio.
Ella le sonrió y le dejó el vestido en sus manos.
—¿Qué haces? —masculló nuestro líder.
—Niños, ¿quién quiere oír una historia? —lo ignoró por completo.
—Siempre estás contándoles historias y no hacen nada —reprochó.
Ella lo ignoró de nuevo, sus acciones le costarían la vida.
Pan se estaba molestando, los niños no respondieron temiendo lo peor, él iba a hablar cuando se detuvo en seco como si hubiera tenido un escalofrío y eso no significaba más que teníamos un visitante, casi al instante llegó la sombra, se acercó a Pan y le susurró algo que no pude escuchar, pero de seguro me lo contaría luego.
—Bien, puedes contarles la historia, pero cuando regrese los quiero a todos ocupados en sus tareas, ¿entendido? —ordenó Pan, todos menos Hazel le respondimos con un «Si, Pan»—. Félix, acompáñame.
Estoy considerando seriamente el ser la mano derecha de Pan.
Seguí a Pan y a la sombra, estos se alejaban lo más posible del campamento.
ESTÁS LEYENDO
Ingobernable [Peter Pan] ✓
FanfictionÉl tenía toda una isla a sus pies. Y Ella terminó adueñándose de su mundo. ¿Peter Pan nunca falla? Pues esta vez Pan falló, el gran rey de nunca jamás, el cruel villano, se enamoró. Y lo hizo sin conocerla del todo, pues, aquella joven no era quien...