.:37:.

1K 145 15
                                    

FÉLIX

Quizás eso me hace un cobarde, pero tomé la oferta de Nam y vine al dormitorio.
No le tengo miedo al padre de Jooyeon. Y no tengo miedo de tener gente susurrando sobre mi.

Sino que estoy triste. Y no quiero mostrarlo.

Antes de hoy realmente no entendia en contra de lo que estaba Bin. Nunca escuché a nadie vociferando por ser homofóbico excepto en las peliculas.
No sabía que ese único hombre con un auto de cientos de miles pudiera causar tanto caos.

Desde que se supone que todos estén en la pista de hielo, el segundo piso del dormitorio se oye desierto mientras giro mi llave en la cerradura. Dentro, me extiendo en mi cama

Triste como estoy, puedo al menos tomar un revolcón en el corazón de esta experiencia. Una pieza de reconocimiento con la que había estado siendo reacio a darle una etiqueta.

Soy... bisexual.

Si, lo sé, no es exactamente una retorcida revelación destruye-mentes, pero es la primera vez que le permití a la palabra echar raíces en mi conciencia.

Soy bisexual y no es sólo una conexión fisica lo que siento por Changbin.

También puedo verme en una relación con él. Puedo verme siendo feliz con él y nunca sintiendo como si hubiera cosas que faltasen.

Tengo la idea de que puedo conseguir un trabajo cerca de Toronto. Asi Changbin y yo podemos mantener... lo que sea que somos el uno para el otro. Pero eso no va a pasar.

Seo me dijo que me vaya a Detroit.

Solo tenemos el verano, dijo la noche que peleamos. Eso es todo lo que vamos que tener.

Un tiempo despues escucho una conmoción en el pasillo. El lugar hace eco, asi que aunque la habitación de Jooyeon está el extremo opuesto del edificio es fácil escucharlo.

—No quiero irme— grita antes de que la puerta se abra con fuerza.
—Vas a  poner tu culo en mi auto ahora mismo.—
—No puedes obligarme.—

El niño estaba poniendo su mejor esfuerzo en la resistencia. Pero se muy bien quién siempre gana estas peleas.

La voz que le responde es suave y dura.
—Si no estas en el auto en sesenta segundos, no estarás jugando en el torneo del Día del trabajo este año.

Auch Pégale al niño donde le duele, no?

Oigo lo inevitable, el sonido de una maleta rodando a través de las losas y pies en las escaleras. Cuando doy una mirada fuera de la ventana un minuto más tarde, veo a mi portero encorvándose hacia el asiento del pasajero, y a su padre cargando la maleta en el auto.

Se pierden un minuto más tarde, y ese es el final.

Desde que me perdi la linea de ataque, Nam realmente no me necesita, y uso el tiempo para reagruparme.

Necesito enfrentar el hecho que el verano va a terminar pronto. Asi que llamo a mi mamá al teléfono de su trabajo.

—Hola, mi niño— chilla cuando contesta —¿me estas llamando para decirme que vuelves a casa?—
—Lo estoy. El entrenador Nam no me ha remplazado aún, pero le voy a decir que necesito esa semana fuera.—

—Excelente— dice en el mismo tono de voz que reserva para una buena noticia —Necesitamos verte antes de que te unas a la NHL. Mientras aún mantienes tus dientes.—

—Eso es tan inspirador.— Me quejo.
—No sé por qué mis chicos escogieron carreras peligrosas— dice —Siempre le digo a tu hermano que se asegure de visitarme mientras aún mantiene todos sus órganos vitales.—

~FÉLIX~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora