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CHANGBIN

Estoy en apuros.

Aparentemente, ese es el tema de hoy: en apuros por completo. Pero este es un apuro que he elegido. Dejar a otro hombre entrar en mi cuerpo no es fácil para mi.

Sin embargo, quiero. Cada vez que me tenso contra la intromisión, me digo a mi mismo lo mismo: es Félix. Está bien. Y entonces soy capaz de relajarme.

Felix lo está haciendo lentamente. Es firme y gentil en esto como en todo.

Mierda, lo quiero tanto.

Hoy era otro recuerdo de cómo eran las cosas. La primera vez que toqué a Felix, pretendi que le estaba dando algo cuando en realidad lo estaba tomando. Él me perdono, por supuesto.

Desafortunadamente, este verano ha sido más de lo mismo. Le doy mi afecto. Y de vuelta, lo pongo a merced de imbéciles como el padre de Jooyeon.

Hoy Lix perdió a su jugador estrella. Probablemente no volverá a ver a ese chico otra vez. Y es todo culpa mia.

Su mano libre calienta mi espalda mientras la otra me prepara

-Bin- susurra -¿Puedes tomar más?-
Asiento en su cuello. Un segundo dedo se une al primero. Al principio lucho contra la quemadura.

Es Félix. Está bien.
Otra respiración profunda y me relajo.

-Eso es- dice -Quiero que me montes, ¿está bien? Y cuando te corras, quiero que lo hagas por todo mi pecho.-

Un rayo de deseo se apresura por mi espalda. Presiono hacia sus dedos, y soy recompensado con una caricia contra mi próstata. Si. La chispa de placer me hace temblar, y puedo sentir la sonrisa de Félix contra mi mejilla.

Después de unos minutos, consigue los tres dedos. Y empiezo a montar su mano en pequeños empujes.
Murmura ánimos mientras le pido a mi cuerpo que se estire un poco más.

Han pasado años desde que intenté esto. Estaba esperando que fuera fácil, pero como todo lo demás en mi vida, tenía que costar un poco más.

Pero lo hago. Y eso me deja con otra razón para apreciar a Félix. Mi chico de gran corazón. El hace esto para mi, y lo hace parecer fácil. Es increible.

Me siento un poco más recto, besándolo fuerte para dejarle saber que estoy listo. La boca de Lix me da la bienvenida. Tomo unos pocos sorbos exquisitos de él. Para dar valor. Entonces me levanto sobre mis rodillas, preparándome para él.

Félix se ajusta así está apoyado en el cabecero de la cama, las almohadas en su espalda. Pone un poco de lubricante, y la vista de él acariciandose hace mi boca agua. Se posiciona debajo de mi.

Justo entonces, con esos ojos marrones mirando, llenos de lujuria por mi, él es lo más sexy que he visto nunca.

Así que lo hago. Me hundo en el.
La boca de Lix se abre en un gemido silencioso, y esos ojos hermosos se entrecierran.

La quemadura vuelve, pero no es algo que no pueda aguantar. Me doy un minuto para ajustarme, y uso ese minuto para tomar el rostro hermoso de Félix entre mis manos.

Por un segundo solo admiro la vista. Está sonrojado y despeinado por el sexo, ardiendo de excitación. Vine a Lake Placid esperando que todavía pudiéramos ser amigos. Conseguí mucho más que eso, Y estoy muy agradecido.

El beso que le doy intenta dejarle saber eso. Está casi gimoteando ahora en mi boca, asi que tal vez me oiga.

Le doy a mis caderas un empujón experimental, y me gusta el resultado. Así que me agarro a sus hombros y empiezo lentamente a moverme con el. Muevo mis caderas hasta que el ángulo es el correcto. Y cuando lo hago, es milagroso. El placer pulsa por mi cuerpo cada vez que empujo.

Debajo de mi, Lix toma mi pene húmedo en su mano. Sus labios se separan, y su garganta trabaja. Lo veo deseoso donde sea que lo mire. En su mandibula y en la onda de su antebrazo mientras me acelera

Lame sus labios.
-Si te corres, me llevaras contigo.-
Ahora que lo dijo, de verdad quiero correrme.

Cerrando mis ojos, ralentizo mi ritmo y me concentro en el placer de cada golpe. Dentro y fuera se mezclan juntos. Sólo está la oleada de felicidad que recibo de él.

Cuando abro mis ojos de nuevo, es la expresión de Felix la que finalmente me lleva ahi.

Es una mezcla de deseo y asombro tan potente que me siento volcar sobre el borde.
-Felix- jadeo, persiguiendo la sensación. Inclinándome hacia el.

Me corro y él se estremece debajo de mi. Colapso en su pecho hecho un desastre antes de que acabe.

Mis labios aterrizan en su oreja y gimo mientras me tenso alrededor de el.
-Oh dios- susurra mientras se corre dentro mio.

Envuelvo mis brazos a su alrededor y aguanto tanto como me atrevo.

Honestamente no sé cómo lo dejaré cuando acabe el verano.

~FÉLIX~ ChanglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora